La humanidad ha resistido durante milenios el acoso de los Titanes. Estos hijos de puta se cargaron a más de tres cuartos de población y los supervivientes, viendo que la situación estaba jodida, construyeron un enorme muro de 50 metros, ahí, con dos cojones, tras el que refugiarse. Los Titanes dieron una tregua de 100 años, durante los cuales, la humanidad vivió en paz. Pero pa por si acaso, los humanos construyeron más muros tras los que refugiarse, no fuera que los Titanes atravesaran el muro. Las posibilidades eran nulas, ya que el muro era muy alto para la media de altura de los Titanes, que rondaba los 15 metros, además de que Wikipedia no existía, así que los Titanes no podían buscar información para atravesar el muro.
Lo chungo fue cuando el Titán Colosal, que ya podía medir 30, 40 metros, pues no, tenía que medir 60 el muy mamonazo, lo justo para sobrepasar el muro y mandarlo a tomar por culo, permitiendo a los demás colegas entrar en la ciudad. Han pasado cinco años desde entonces y la humanidad se prepara para contraatacar. Para ello, los mandamases del ejército han decidido reunirse para decidir qué hacer con los Titanes.
Erwin Smith, Rivaille Levi, Zoe Hanji, Auruo Brossad, Mike Zakarius, Riko Brzenska y Nile Dawk se habían reunido en una sala iluminada por cuatro velas. Sentados alrededor de una mesa de madera, iniciaron la reunión.
-¿Estamos todos? –preguntó Erwin.
-No, falta Zoe –dijo Riko-. Ha ido al baño.
-Ya estoy. Siento el retraso –Zoe entró en la habitación, cerrando la puerta tras de sí y arrastrando papel higiénico-, no encontraba papel.
-Bueno, pues empezamos la reunión –anunció Erwin.
Todos se levantaron de sus asientos, formaron una conga y bailaron diez segundos mientras cantaban “Reunión, reunión, reunión. Reunión, reunión, reunión”. Tras esto, volvieron a sentarse como si no hubiera pasado nada.
-Zoe, tomarás nota del acta –dijo Smith.
-Sí, señor –Zoe se sentó a su lado como su secretaria-. ¿Con qué?
-Papel y pluma, hostias –saltó Smith poniéndole papel y lápiz en la mesa; tras carraspear, continuó-. Punto cero del día: Armin es gay.
-Un día va a formar parte de las reuniones, se nos va a escapar esa chorrada y la cagaremos –intervino Riko.
-Armin nunca será superior –la cortó Auruo.
-Bueno, dejemos de hablar de chorradas y volvamos a la reunión de los cojones –saltó Levi.
-Ah, no, no pienso hacer la reunión en tus pantacas, Levi –se burló Erwin.
Todos empezaron a desfollarse (excepto Levi, ¿o también se reía? ¡Agh! Qué hombre más poco emocional).
-Bueno, punto uno: los Titanes. A ver, ¿qué pollas se os ocurre que podemos hacer para cargárnoslos?
-Más investigaciones –sugirió Zoe.
-Reforzar nuestras defensas –apuntó Nile.
-Entrenar mejor a nuestros soldados y dar mensajes de apoyo y positivismo a las personas –dijo Mike.
Smith se le quedó mirando un rato y luego lo tiró por la ventana, como el meme este de la empresa.
-No, ahora en serio.
-¿Por qué no dejamos lo de matar Titanes? –dijo Mike-. He oído que necesitan gente en el “Fruit Ninja”.
-Eh, no, Mike. ¿Alguna otra idea?
-Salgamos de las jodidas murallas y veamos si por ahí hay algo que nos pueda servir para sobrevivir, véase más animales para domesticar, más comida, más agua.
La propuesta de Levi era la más idónea, en efecto.
-Bien, Zoe, toma nota.
-Sí, señor.
-Bueno, siguiente punto. Punto dos, leche, huevos, agua, vaselina…
Smith arrugó el papel que estaba leyendo y lo tiró a su espalda.
-Siguiente punto: suministros. Más concretamente, comida.
Los seis reunidos empezaron a hablar entre ellos como cotorras, por lo que Smith tuvo que mandar callar golpeando la mesa con los nudillos.
-Supongo que todos estaréis pensando lo que yo.
-¿Que hay que matar a Shasa antes de que acabe con todo el papeo? –dijo Riko.
-Eh, más o menos. Propongo hacerle una reducción de estómago a Shasa.
-Yo propongo dejarla fuera de las murallas –apuntó Levi-. Fijo que se come a tres o cuatro Titanes de los grandes y aun así tiene hambre.
Los presentes se echaron a reír.
-Es una buena arma secreta para matar Titanes –corroboró Nile.
-Sí, podíamos echarles salsa barbacoa para que sepa mejor –dijo Auruo.
-Mejor kétchup, el kétchup pega con todo –dijo Zoe.
-Niñas, niñas –Erwin llamó la atención nuevamente-. Vamos a hacer una votación de quiénes están a favor de que Shasa se coma a los Titanes y quiénes a favor de hacerle una reducción de estómago.
-¿No se vota por matarla? –preguntó Zoe, que tomaba nota del acta.
-No, mi idea es mejor.
-A saber qué sale del cuerpo de esa chica si la abrimos en canal… -dijo la científica escribiendo.
-Muy bien, primero si Shasa se come a los Titanes. Votemos.
Los siete reunidos empezaron a “botar” en sus asientos.
*Badum tss*
-Tras ese paréntesis, quiénes queréis… Vale, ya veo que todos. Pues decidido, Shasa hará una misión especial para comerse a cuantos Titanes pueda.
-Si la dejas, puede limpiar un radio de un kilómetro enterito –añadió Levi.
-Vale, siguiente punto: Hora del té.
Los reunidos hicieron un paréntesis para tomar algo y charlar mientras.
-Calla, que ayer Eren tuvo otro gatillazo…
-Por cierto, he oído que hay una chica del ejército interesada en el rey. Me lo dijo Encarni, la cocinera ayer y yo: pero no ves que otra lagarta que quiere pegar un braguetazo…
-Oye, ¿sigue en pie lo de irse de pinchos después de la reunión?
-Tenemos que quedar un día para ir de fiesta. Levi es muy gracioso en la pista de baile.
-Te he oído, Riko.
-Una, dos y tres… Ayer Le-vi, bailando por ahii; con sus amigas en una calle de Madrid…
-Eres más tonta y te pierdes por el camino, Zoe.
-Se reanuda la reunión.
Todos dejaron lo que estaban haciendo para centrarse en la reunión.
-Siguiente punto: armamento. ¿Algún avance, Zoe?
-Estamos trabajando en unas máquinas voladoras muy chachis que…
-¿Máquinas voladoras? –repitió Smith.
-¿Y eso de qué coño nos sirve para matar Titanes? –saltó Levi.
-Bueno, nos acercamos más a su punto débil y así evitamos también que los reclutas agoten el gas.
-Esa es otra –la cortó Erwin-. Hijos de puta, ya podrían usarlo para lo que es, en vez de esnifarlo y poner voz de pito.
-El departamento de investigación está viendo si se puede reemplazar el gas por uno más natural y abundante –comentó Zoe, desatendiendo el acta.
*Prrrr*
-Exacto, Auruo. Lo sustituiremos por pedos.
Los que estaban cerca de Auruo, Levi y Riko, hicieron un movimiento con la mano para disipar el olor. El exagerado de Levi no tardó en sacar un ambientador y rociarlo por toda la habitación.
-¿Alguna novedad más? *cof* *cof*
-Sí, también estamos trabajando en armas mejoradas, sobre todo a ver si podemos usar de fuego.
-Pon también ahí que los novatos se abstendrán de gritar “Medic!” en el campo de batalla.
-Otra cosa, necesitaremos gente de prueba.
-¿Algún voluntario?
-Los alumnos más negados –propuso Mike.
-Mi pelotón entero –añadió Levi.
-Lo veo y subo a la peña rara que tenemos en la patrulla –dijo Nile.
-Entonces nos cargamos a medio ejército –dijo Erwin-. Pon que pondremos una lista de voluntarios y que se anote el que quiera.
-¿Y si alguien pone el nombre de otro por hacer la gracia? –preguntó Riko.
-Que se joda. Siguiente punto: Limpieza.
Todos se volvieron para mirar a Levi, que estaba de brazos cruzados con las piernas apoyadas sobre la mesa y se balanceaba adelanta y atrás.
-¿Qué? –preguntó encogiéndose de hombros.
-Tu maldita obsesión por la limpieza nos está matando a todos –respondió Smith.
-Sí, solo falta que entres en las duchas y te pongas a bañar a los soldados uno a uno –apuntó Auruo.
-Yo lo veo –saltó Smith; todos se volvieron hacia él, flipando por lo que acababa de decir-. Esto… Sería lo que diría Eren.
Los allí reunidos volvieron al tema de discusión y se centraron el Levi.
-Sí, no paran de venirme soldados con problemas respiratorios –comentó Zoe sin dejar de escribir-. Levi, cambia de marca y usa una que no tenga plomo.
-O por lo menos que no sea marca blanca.
-Me ofendes, Auruo.
-¿Ah, sí? Y qué me dices del ambientador –Auruo lo cogió del suelo-. Mira, marca blanca.
Levi se lo arrebató y lo tiró por la ventana, golpeándole a Eren.
-Sabemos que te gusta limpiar, pero modérate un poco, Levi –ordenó Smith.
-¿Y si no? –lo retó el comandante.
-Si no, tendrás que ir a terapia con Zoe.
Zoe le saludó con la mano. Levi prometió moderarse antes que estar con esa loca.
-Vale, siguiente punto: Tomar medidas.
-Supongo que te referirás a que habrá que tomar medidas con los Titanes y los soldados –comentó Riko.
-Qué coño, hay que tomar medidas, literalmente –Smith sacó un par de metros-. Ale, todos a medirse.
-Te van a dar por culo, Smith –masculló Levi, que era el más bajito de todos.
-No ese tipo de medida. Las chicas los pechotes y los chicos…
-Mídele también a Nile los pechotes –dijo Riko.
-Dejad mis putos pechos en paz –Nile se tapó el pecho con las manos.
-¿Y tú por qué me los tocas a mí? –preguntó Levi a Zoe, que se había levantado para tocarle los pechos.
-Estás cachas, Levi. Seguro que entrabas en la categoría para medírtelos.
Levi parpadeó.
-Cómeme los huevos.
-Tío, ¿estás menopáusico o qué? –se quejó Mike.
-Bueno, vamos a ver quién la tiene más grande –comentó Smith estirando el metro.
-No hace falta ni preguntarlo –se jactó Auruo.
-Sí, todos sabemos que o Smith o Levi.
Los demás chicos se fueron a llorar a un rincón.
-Levi tiene pinta de tenerla de veinte o veinticinco –comentó Zoe, admirándolo.
-Smith, eres el que nos sacas de dudas –dijo Riko.
-Aquí lo que nos saca de dudas es el metro –Erwin le tendió a Levi el metro-. Bájate los pantalones y mídetela.
Levi ni se inmutó, ni siquiera parpadeó.
-Chúpame un pezón –fue su respuesta.
-Tengo a medio ejército deseándolo… -ante la mirada de Levi, que parecía la misma pero en realidad denotaba peligro, Erwin dio por concluida la reunión-. Vale, pues podemos dar por concluida la reunión.
Todos se levantaron enseguida.
-Pero, si no hemos visto el tema principal –lo cortó Riko, que era la única que seguía sentada.
-En realidad sí: el equipo de investigación está trabajando en nuevas armas que nos permitan acercarnos al punto débil de los Titanes y así poder cargárnoslos más fácilmente para limpiar la zona y descubrir nuevos horizontes en los que encontraremos nuevas especies animales que domesticar, comida y agua y terreno donde seguir ampliándonos.
Riko asintió y se levantó de su asiento.
-Ale, a mamarla, chavales –gritó Erwin, dando por concluida la reunión.
-¿Nos vamos de cañas? –propuso Mike.
-Por mí bien -dijo Riko.
-Vale -añadió Auruo
-No tengo dinero -dijo Nile.
Y así suelen ser las reuniones de la Legión de Reconocimiento.