~Contrato a cambio de tu alma~

Hola, ¿qué tal? queridos foristas xd cómo saben algunos soy nuevo, me llamo Chris y bueno soy super fan de Kuroshitsuji. Como noté que aquí escribian historias y pues creo que soy algo bueno para hacerlo... decidí hacer una y cree este topic, espero sea de su agrado y no se molesten. Lean, disfruten y recomienden si quieren :') un gusto a todos y aver que opinan...

~Contrato a cambio de tu alma~

Al morir mis padres, me he quedado solo… si, solo.

Veo la mansión quemándose sin cesar, solo hay fuego, fuego por doquier. ¿Pero qué ha pasado?, me pregunto. Pero ya lo sé, todo está perdido.

En ese instante lo único que quería era morirme, pero una parte de mí no quería, no, o al menos no por ahora, no hasta vengarme de todas las personas que hicieron esto.

Yo sabía que descubriría la verdad…

Cuando de pronto… veo un cuervo posado en la rama de un árbol. Y escucho una voz

¿Ciel? ¿Ciel-kun?

¿Quién eres? ¿Qué quieres? Es lo único que supe preguntar agresivamente, por la sorpresa y la desdicha que sentía tan dentro de mí ser, en aquel preciso momento.
Soy, tu aliado, tu salvación, no temas… Yo te ayudaré.

¿Ayudarme a qué?, ¿a morir más rápido?, ¿quieres matarme? ¿Eso quieres?, fue lo único que pude preguntarle rápidamente. Tenía el presentimiento de que alguien quería verme muerto en este momento.

No, te ayudaré a vengar a tus padres ¿eso es lo que quieres o no?
Pues sí, pero… ¿en serio podrías?, no te creo nada, además ¿quién eres?, suenas sospechoso, quizá ¿tú los mataste?, dije estas últimas palabras derramando una lágrima.

Mi nombre es Sebastián Michaelis, soy un demonio-mayordomo. Te tengo una propuesta, mi querido Ciel Phantomhive.

Pensé *este tipo ha de saber mucho de mí, ya que sabe mi nombre* ¿sería verdad que era un demonio?
¿Qué propones?, le pregunté un poco curioso.

Tú alma, a cambio de vengar a tus padres ¿aceptas?

Dude por un instante. Todo lo que dices, ¿es cierto?, ¿lo harás?. Algo que sabía muy bien era que no debía confiar en todo lo que se me dice, pero la verdad ya nada podía ser peor.

Acepto, dije sin arrepentimientos
¿Estás seguro, Ciel-kun?

No pienso volver a repetirlo, le dije agresivamente.
Ahora tenía un mayordomo.


Ya es de día joven amo, despierte, hoy tiene una agenda muy apretada, dijo una armoniosa voz.

¿Pero qué rayos? ¿Acaso estaría soñando?

No, no es un sueño, despierte le he dicho. Lo dijo de nuevo.

Abrí los ojos.
*Shock total*

¿Qué ha pasado aquí?, pregunté de forma asustada.
La mansión de los Phantomhive, mi mansión estaba totalmente reconstruida, sin un solo rasguño e igual a como estaba antes, no tenía ninguna diferencia de la mañana de ayer.

¿Qué hiciste?, respóndeme. Le dije un poco molesto.

Apenas el contrato fue ayer y usted ya ha olvidado todo. De verás que tiene que prestar más atención a lo que se le dice joven amo.

¿Qué insinúas?, pregunte irritado.

Recuerde ahora soy su fiel demonio-mayordomo, finalizo diciendo con una sonrisa encantadora.

*Entonces era cierto*, pensé para mis adentros. Quede mudo por un instante.
Levántese, dijo otra vez el mayordomo.

Me levante de la cama y el mayordomo, rápidamente corrió hacía mí, me sentó *nuevamente* en la cama y me desvistió.

Qué curioso, cargaba un pijama el cual no recordé haberme puesto.

Me vistió otra vez, pero ahora con un traje color celeste, me colocó un gatito y un sombrero que hacía juego con el traje. *Al menos sabía cómo lucir a alguien elegante*, dije para mis adentros.

Me coloco en mis pies, unas medias (calcetines) largas y unos zapatos negros de tacón bajo. Me miré en el espejo y era yo. El mismo Ciel Phantomhive de siempre. Lucía elegantísimo, no había perdido nada de mi personalidad. Pero sentía que había algo extraño en mí… cuando vi mi rostro, noté que tenía un parche en mi ojo derecho.

¿Qué es?, le dije a mi* mayordomo

Es la marca de nuestro contrato.

El mayordomo se quitó su guante blanco de la mano izquierda y me mostro una marca, era un círculo y tenía una forma muy curiosa, parecía una especie de estrella. En realidad por un instante pensé que era muy hermosa.

Sin darme cuenta, Sebastián estaba detrás de mí. Y sin pensarlo más, me quito el parche. Mírese, ahora este es usted.

*lo sabía* ya no era el mismo, no era el mismo Ciel de siempre, de toda la vida, ya no tenía padres, ya no tenía una vida a la cual aprovechar al máximo, ya no era limpio, estaba marcado por un demonio-mayordomo y tenía un contrato con él.
Ya no podía ser feliz.

Sin pensarlo más, me voltee del frente del espejo, ya no quería verme más. Le arrebaté a Sebastián el parche de sus manos y me lo coloqué nuevamente, ahora estaría siempre con él.

Ponte otra vez el guante, es una orden. Dije bastante molesto.
Me obedeció rápidamente.

Estaba impresionado.

Ahora, esto es un secreto entre tú y yo. Le deje en claro a mi nuevo mayordomo.
Sí, mi señor. Me dijo este, haciendo una reverencia.

*suspenso* *pesadez* *miedo* *duda*

Yo soy Ciel Phantomhive, mucha gente quería verme muerto, lo sé. Pero ya no tengo miedo, ahora te tengo a ti, juntos vengaremos a mis padres. Cumplirás nuestro contrato y luego podrás quedarte con mi alma. Ya no quiero hacer nada con ella. Sebastián, sonrío levemente.

Cuídate Inglaterra, si te metes con la familia Phantomhive… morirás. Dije seguro de mí.

~continuará~

*o* estuvo genial me encantooo mas lo ultimo ''Cuídate Inglaterra, si te metes con la familia Phantomhive… morirás. Dije seguro de mí.'' te doy mis felicitaciones >w<

Un nuevo Kuroshitsuji me imagino XD

me gusto este primer capi, espero el siguiente con ansias

te cuidas

me gustó el capi *-*

me gustó el hecho de que la historia sea narrada por ciel, y la última frase está genial x3
espero con ansias el siguiente capi chris =3

Salí de la habitación con la mente en blanco, no tenía nada que decir, ni nada que pensar… ahora tenía un mayordomo, hurra (¿?). Al menos ya no tendría que preocuparme por hacer nada, ya sabía que el haría todo.

Joven amo, tiene una cita con la señorita Elizabeth a las 4 en punto en la mansión, ella vendrá acompañada de su institutriz.

Ah sí, Elizabeth era o bueno es *tengo que* mi novia por así decir, es hija de un duque muy importante en Inglaterra y yo hijo de los dueños de la Fábrica Fantom muy importante en Inglaterra también y ambos estamos destinados a casarnos. Es cosa del destino. Pero igual debo admitir que Elizabeth, bueno Lizzy, como le gusta que le digan *puse mala cara, al recordarlo* es muy kawaii y al estar con ella siento el deseo de protegerla.

Sin saberlo me sonroje.

Disculpe, joven amo, me diría ¿por qué esta tan sonrojado?, pregunto Sebastián.

No te incumbe, supe contestar rápidamente con tono de autoridad.

*ves Lizzy, todo lo que provocas* pensé para mis adentros.

Para esta mañana tenemos té negro acompañado por biscochos, una de sus meriendas favoritas. Espero y sea de su agrado.

*y este ¿acaso lo sabe todo?*, supuse que tendría una cara de sorprendido, pues estaba boquiabierto.

Cierre la boca joven amo.

No tienes por qué corregirme, es desagradable. Dije molesto. *es humillante* pensé.

Mientras comía, mi mayordomo Sebastián me observaba detenidamente.

¿Es tan divertido mirarme de esa manera?, pregunté desconcertado.

Si, lo es y mucho. Usted es muy interesante joven amo. Dijo todo aquello con una impresionante voz.

Dude por un momento.

Le di de golpetazos a la mesa y enojado dije:
Deja de decir cosas desagradables. Eres mi mayordomo, actúa como tal… no fui capaz de mirarle directamente a los ojos.

Discúlpeme, mi señor. *otra reverencia*

*Creo que exageras un poco sabes, aunque la verdad, no me molesta… Un Phantomhive siempre será digno de aceptar una reverencia* pensé, para luego soltar una apenas notable sonrisita.

Mientras terminaba de comer lo que mi mayordomo preparó, pensé en algo…
Sebastián, tú y yo no podemos permanecer por siempre solos en esta mansión… deberías conseguir algunos empleados. Solo tenemos a…
Mire retenidamente al señor Tanaka
Ho, ho, ho… dijo, solo eso. Tenía una taza de té negro y parecía que formaba parte de otro mundo.

*olvídalo es inútil*.. es una orden Sebastián, consigue más empleados para esta mansión.
Sí, mi señor… pero disculpe, ¿por qué tanto interés en ello?

No te parece un poco extraño que un mayordomo y un… *sentía que estaba sonrojado*
Un niño, dijo Sebastián… dibujando una odiosa sonrisa en su rostro.

Como digas, no pienso darte explicaciones… Solo hazlo. Crucé los brazos y puse mi cara de enojado *siempre funciona*

Sí, mi señor… otra reverencia, y cuando estaba a punto de salir del comedor… para cumplir mi orden.

¡¡¡¡¡¡¡Ciel!!!!!!!

Pero ¿qué? Elizabeth… puse cara de sorprendido.

Mi “querida” novia había cruzado ruidosamente la puerta del comedor y lo peor entro a la mansión sin ningún tipo de problema.

*Debo pedir que haya más seguridad aquí*, pensé irritado.

Ciel, ciel, ciel, ciel, ciel… ¿te sorprendí?

Si, lo hiciste… dije, casi sin aliento
Lizzy, casi no me dejaba respirar… me abrazo creo yo con la mayor de sus fuerzas.

Cuando al fin me deshice de su abrazo… le pregunte indignado:
Elizabeth… dijiste que vendrías a las cuatro ¿qué ha sucedido?, haz cometido una gran falta... jamás debes llegar a una mansión a la hora incorrecta, aun no te esperaba, además haz entrado sin permiso… no me hagas sentir decepcionado… dije un poco molesto.

Es Lizzy, recuerda Ciel… Lizzy, Lizzy, Lizzy… soy tu novia, no debo pedir permiso para entrar a tu mansión o para darte un abrazo. Juntos somos uno.

Dijo esto último de una forma tan kawaii que…

Joven amo, otra vez se sonrojo…

*¿Y a ti quién te metió Sebastián?*, ya estaba hasta el tope.

No te enojes conmigo Ciel, solo quería sorprenderte… quería ver otra vez tu linda sonrisa. Desde que tus padres murieron, no has vuelto a sonreír. Lizzy parecía triste aunque… yo... solo pude pensar.

*la gota que derramo el vaso*…

No me hables de ello… no quiero saber de eso… Déjame… le grité sin remordimiento a Elizabeth, *no quería acordarme de lo que ocurrió ese día, no quería*…

~Recordando el pasado~

~el día en que Ciel hizo el contrato con Sebastián~

Bien, ya tu alma es mía. Haz aceptado… tus padres han muerto. Supongo que mañana será su funeral. Pero no pienses que estas solo en el mundo, ahora me tienes a mí. Dijo Sebastián con una sonrisa maliciosa.

Padre, Madre… ya no están… los vengaré, no se preocupen. Dije todo esto cuando estaba acostado en el sucio y quemado suelo, con las ropas desgarradas, y aunque Sebastián ahora estaba conmigo, me seguía sintiendo solo. En ese momento llore desesperadamente.

~El día del funeral de los padres de Ciel~

Asistieron Madame Red acompañada de Lao & Ranmao, Elizabeth & sus padres y mi nuevo mayordomo Sebastián “el mejor amigo de mi padre”, ese día debimos fingir ser grandes conocidos, aunque la verdad no tenía ni la más mínima ganas de hacerlo.
Ni tan si quiera, quería asistir al funeral… pero estaba comprometido, ligado a ello, eran mis padres, debía hacerlo…

No lloré. No quería que nadie viera mi debilidad. El dolor debía ser guardado en mi alma…

Desde entonces ahora vivo solo con Sebastián, no he vuelto a sonreír… no lo había notado, hasta hoy que me miré al espejo. Ahora soy otro. No me interesa saber de nadie, ni de nada.

Solo quiero venganza...

~continuará~

me encantoooooooooo :3 sigue otro capiii

haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!! conti conti

otro otro

me gusto mucho wow wow *¬* aqui hay por leer mucho XXDD

owww me gusto el nuevo capi ;o;
tan lindo ciel, sonrojado por lizzy <3 ame esa parte ;w;
y sebastian remarcandoselo xD

espero el siguiente capi con ansias n.n

Hola :3
aquí otro capi


Estábamos aún en el comedor… sabía que Lizzy estaría sufriendo en este momento, le grité… si lo hice, y aunque no lo crean esto me hizo sentir mejor. Aunque sabía que a ella no, estaba derramando sus preciosas lágrimas.

Lo único que supe hacer fue mirar a todos con cara de odio, ahora mismo aunque no me crean quería matarlos a todos. Salí de ahí corriendo rápidamente, no quería hacer algo de lo que luego tal vez me arrepentiría.

Me dirigí a mi habitación y cerré la puerta enseguida de un golpetazo en este preciso momento no quería que nadie me molestase.

De repente, alguien me hablo.

Conde, usted siempre se ha comportado como un niño malcriado, pero creo que hoy se sobrepaso ha superado mis expectativas.

Algo me dice que puse cara de asombro.

¿Qué, quién es?, pregunté muy consternado *en verdad la seguridad aquí es muy mala*
Salía alguien de las sombras… parecía que fumaba algo, por un instante me pregunté que sería pero luego preferí no darle importancia.

¡Lao!… exclamé tratando de comprender porque este tipo estaba en mi habitación.

No debe hacer llorar a una chica, ¿acaso no lo sabe, conde?.

No necesito recomendaciones de nadie. Crucé mis brazos rápidamente y apuntando a la puerta con mi dedo índice, le indique que saliera inmediatamente de mi habitación.
¿Acaso no había dicho que quería estar solo?

Cada vez su humor es peor, conde. Respondió este entre risas.

*es un fastidio* pensé.

El salió de la habitación y detrás de él iba una chica, supuse que era Ranmao.

*estos dos nunca se separan* puse una cara de resignación…

Cuando él y su acompañante ya iban a una distancia lejos de mi habitación, cerré fuertemente con un portazo, para dejarles en claro que no volvieran a molestar. Ellos ni nadie más.

Joven amo, la señorita Elizabeth la está esperando.

Era él, sabía que de una u otra forma entraría para decirme algo. Para él no había nada imposible. Era un demonio.

No molestes Sebastián, ordénales irse… no tengo humor para visitas. Le dije amargamente.
La familia Phantomhive siempre se ha caracterizado de tratar a sus visitantes con la mejor atención y hospitalidad que existe. ¿No querrá perder su reputación o sí?

Cuando me dijo aquellas palabras, quede en shock.

Era cierto… aquello no estaba permitido en mi mansión, en la mansión Phantomhive, donde se ofrecía la mayor atención a cada uno de sus invitados… aunque esperen Lizzy no era en cierta forma una invitada, llego antes de tiempo.

Ahora que lo recuerdo… ¿por qué habrá llegado antes?

¿Saldrá o debo llevarlo yo?, pregunto “amablemente” Sebastián

Iré por mi cuenta, dije resignado.

Cuando llegamos a la sala de estar allí estaba Lizzy, tenía cara triste… al parecer sufría con lo que yo le había dicho. Cuando la vi, mi expresión cambio radicalmente de enojado a menos enojado.

No sé por qué… pero por una extraña razón, quería darle un abrazo. Pero no, no lo iba a hacer, no lo haría. Yo ya no era así.

Ciel, dijo tiernamente Elizabeth.

Lizzy… le dije de una forma avergonzada.

Discúlpame Ciel… yo…

La interrumpí.

No sigas por favor, no recordemos ese momento, déjalo en el pasado, es más haz como si aquello jamás hubiese pasado. ¿Es un acuerdo? Pregunté de manera desinteresada.

Ahora…
Le tendí la mano… ¿quieres bailar conmigo una pieza?

No tenía remedio ¿debía arreglar mi falta con Lizzy, de una manera o no? Me sentía terrible al haberle gritado… y más por qué a veces siento que en verdad la quiero.

Me sonroje al instante.

Ciel, ciel, ciel, ciel… claro que quiero. Exclamó emocionada mi “novia”.

Sebastián toco una canción bastante bailable al estilo clásico con un violín ¿de dónde diablos saco el violín?... ahh sí, olvidaba que podía hacer todo *me acostumbraré* pensé.

Lizzy y yo bailamos toda una pieza completa, juntos. Creo que aunque poseía dos pies izquierdos, tenía la habilidad de hacer que esto no se notará o al menos eso pensé, hasta que Lao exclamó luego de mi brillante presentación:
Conde, debería prepararse más, tomando clases de baile de sala.

¿Pero qué?... últimamente ya nadie me respetaba.

Lo que haga o no, no debería importante… le dije agresivamente. Además no lo he hecho tan mal, ¿cierto Sebastián?

Joven amo, aunque usted iba a un ritmo diferente de la música que salía de este violín, yo hice todos los arreglos posibles para que su presentación no luciera tan mal. ¿Qué haría usted sin mí?, dijo Sebastián, orgulloso de sí.

Después de todo ese es tu deber, conteste indignado.

Lizzy parecía muy contenta, porque dijo:

Aunque ciel-kun lo haga mal, no quiero bailar con nadie más que sea él.
*oh por favor, ¿podrías parar un poco?... me estas poniendo nervioso* mi rostro estaba inexpresivo.

Cuando de pronto, paso algo que no me esperaba…
Al voltearme rápidamente para dirigirme a otra parte de la mansión, escuché un grito. Era Lizzy. Detrás de mí se encontraba, ella ahora de rehén.

Sí, rehén.

Mi novia estaba siendo apuntada con un arma en su cabeza, tenía sus manos atadas y tenía sus labios sellados. *En verdad que el que hizo aquello, es bastante rápido* pensé al instante.
Pero para sorpresa de muchos, el cometedor del crimen vestido todo de negro, estaba enmascarado.

No podía verle el rostro, pero sospechaba de mucha gente. Sabía que aquel era un enemigo de los Phantomhive. Era mi enemigo.

Iba a matarlo.

~continuará~

Hola amigos foritas, aquí les dejo otra capi, disculpen la tardanza y espero sea de su agrado, saludos para ustedes de ~ Chris ~ ^^


¿Quién diablos eres?, le solté al instante.

No permitiría a quien quiera que fuera matar a mi novia, si alguien llegaría a hacerlo alguna vez, sería yo. Ya que siempre he creído, en que si es necesario eliminar un obstáculo no ha de importarme si son miembros de mi familia, amigos o personas especiales.

Para mí…
No hay privilegios para nadie. Si debe morir, morirá.

Solo, venga conmigo conde… si acepta venir, soltare a la chica… y no le haré daño. Entréguese de una vez, o tendré que soltar el gatillo de mi arma. Dijo el enmascarado.

¿Pero qué?

La voz… esa voz… era conocida para mí, pero ¿de dónde?... lo que más me sorprendió es que era la voz de una mujer. El asesino era una chica. Mi rostro mostraba impresión.

En ese instante… me encontraba igual o peor que Tanaka-san en… otro mundo. Pero reaccioné.



Muéstrate, no seas cobarde… supe gritarle al pasar un minuto.

El… o bueno ella *me acostumbraré a la idea* solo me miraba fijamente, ya que aunque estaba enmascarada… sus ojos podían verse sin problemas.

Eran rojos… rojos… rojos…

Quede en estado de shock.

Esa voz, esos ojos… la forma en como entro a la mansión sin problemas *está bien, sé que la seguridad no es muy buena que digamos, pero esto no tenía nada que ver con ello*

Madame red, solté sin ningún tipo de duda. Estaba seguro que era ella. Mi tía, mí querida tía. Ella quería matarme.

Ya nada podría sorprenderme…


El “secuestrador, asesino” se quitó la máscara…

Así es, Ciel. Soy tu querida tía… ¿te impresiona? y dime… ¿qué prefieres que te mate a ti o que la mate a ella?… dijo todo esto sin pensarlo, parecía una asesina en serie. Paso el arma por el rostro de Elizabeth, intentando asustarnos.

Al menos conmigo, no lo logró. En cambio Lizzy estaba muerta de miedo, y aunque no podía hablar, se notaba el miedo en sus ojos.

Ella estaba asustada… por un instante me quede observando fijamente su mirada. Sus ojos verdes, eran hermosos… me sonroje y al instante supe que quería protegerla, debía protegerla. Lo haría.

Sin pensarlo dos veces, tome impulso e hice algo atrevido que jamás pensé que llegaría a hacer… me abalancé sobre Madame red y le di un fuerte golpetazo en el estómago. Por el fuerte impacto ella cayó y Lizzy pudo liberarse.

En mi rostro se dibujó una leve sonrisa. Pero de pronto…

Madame red estaba detrás de mí… y el rehén ahora era yo… me iba a matar, estaba a punto de hacerlo, sabía que lo haría… pero una parte de mí me hacía sentir que no perdiera las esperanzas, que aún no era mi momento de morir y recordé…


Tú alma a cambio de vengar a tus padres… eso dijo él.

No podría morir, hasta vengarme de todos ellos. Estaba seguro que no moriría aun, aunque todo lo que estaba ocurriendo en este momento indicaba que sí.

Madame red ya había disparado, yo solo pude quedarme con los ojos totalmente abiertos. Estaba atónito.

Paso un segundo…

Pasaron diez segundos…

Aún no había muerto… ¿Acaso esto es cosa del destino?... no, tenía a Sebastián, a mi mayordomo.

Él había impedido que la bala impactara contra mí.

¿Estabas buscando esto Madame red?, le dijo mi mayordomo a mi “querida, asesina tía” mientras sostenía la bala que debía haberme matado entre dos de sus dedos.

Madame red estaba boquiabierta y cuando menos me lo espero…

*golpetazo*

Sebastián golpeó a Madame red con su puño, al parecer fue un impacto bastante fuerte… aunque se vea como un ser humano común y corriente, es un demonio. Debe tener fuerza sobrenatural.

Madame red, ahora estaba atónita. Ah y cierto, también lastimada.

Estaba tirada en el suelo… y derramo lágrimas por su rostro.

Sebastián por su parte, ahora tenía una espada ultra filosa entre sus manos… sino estaba pensando erróneamente iba a matarla…

¿De dónde saco la espada?, *en fin ya nada puede sorprenderme*

Vi esos ojos, esos ojos carmesí nuevamente… expresaban tristeza, melancolía, soledad, arrepentimiento.

Mi querida tía, no hizo ni el más mínimo esfuerzo por levantarse y luchar por su vida. Sabía que moriría, sabía que yo la iba a matar o que al menos por orden mía, iba a ser asesinada.
Sebastián estaba a punto de introducir el arma blanca exactamente en su corazón para darle fin a su vida… cuando… por culpa de mis malditos sentimientos grité:

¡NO!, Sebastián… es una orden, No la mates… no la puedes matar… es mi tía, la única persona que lleva mi sangre ahora… sin ella estaré solo en el mundo.

Perdónala… dije esto con un nudo en la garganta.


Y aunque sabía que estaba haciendo lo correcto para muchos, una voz en mi cabeza decía: “ya a ti eso no debe importarte, tienes que vengar a tus padres, mátala, no querrás arrepentirte luego”.

Ya tome mi decisión, déjala vivir… es una orden Sebastián.

Llévala a una habitación y que descansé… trátala como a una invitada, no quiero que nada le suceda, te la dejo a cargo ¿me escuchas?

Al decir todo esto… sentía que estaba cometiendo un grave error.

Sebastián… solo podía verme con cara de odio. Yo lo ignore. Él era mi sirviente, no debía, ni tenía por qué cuestionarme.

Pero… joven amo…

Solo hazlo. Le dije fríamente.

Sí, mi señor. Él solo pudo salir de la habitación… para atender mis órdenes. Se llevó a Madame red cargada en sus brazos. Yo no pude ser capaz de mirarle a los ojos. Sabía que no había hecho lo correcto, o al menos eso pensaba… (¿?)

*sentía duda*

Miré a Elizabeth casi al instante…

Lizzy, será mejor que se vayan… esto que ha ocurrido, ha sido un incidente no deseado, no podremos atenderlas hoy, vuelvan pronto ¿de acuerdo?, dije todo esto por decir, para al final dibujar una falsa leve sonrisa en mi rostro.

Aunque suene extraño, ya me sentía… parecido a él, a Sebastián. Yo sabía que el también fingía sus sonrisas.

Ciel, ciel-kun… estaba muy emocionada por verte de nuevo… supongo que tendremos que marcharnos, llegué temprano, porque quería darte esto…

Lizzy, me entregó una cajita, parecía un obsequio *más bien, lo era*

Estoy segura de que te gustará, me dijo mi novia… para al final darme un beso en la mejilla *me sonroje*… ella se marchó junto a su institutriz.

Ahora en estos momentos… me encontraba solo. Aquí.

Lizzy se había ido, Sebastián estaba con Madame red cumpliendo mi orden, Lao y Ranmao ¿qué diablos se habían hecho? *al menos aquí no estaban*

Me sentía desolado, sentía que mi vida era una tragedia tras otra. Y aunque no era el momento adecuado para pensar en regalos y presentes. Me quede observando detenidamente el obsequio que me dio Elizabeth.

En ese instante no tenía ni la más mínima idea de saber que era. Solo me limite a observarla *a la cajita*

Te quiero, Lizzy… susurré para mí, para luego derramar una lágrima.

~continuará~

Estan muy buenos los capis, me gustab, esperare el siguiente capitulo XD

Hola, hola, lamento mi tardanza: gomen, gomen, gomen *pone cara triste* he estado un poquito ocupadito, pero aquí les subí otro capi de mi historia, espero les guste y dejen sus coments ^^
pd. Arigato, por leerla y comentar, tomaré en cuenta sus recomendaciones. Muy agradecido :')


Decidí que trataría de olvidar todo lo que había pasado en este día.

Elizabeth se había marchado. Lao y Ranmao desaparecieron misteriosamente *cosa que investigaría luego* (se me hacía muy sospechoso de su parte). Sebastián había hecho todo al pie de la letra como se lo había pedido, Madame red, disfruto de una pequeña estancia en la mansión. Fue muy bien atendida por mi mayordomo, el cual aunque no quisiera admitirlo se encontraba molesto conmigo por la decisión que había tomado aquella tarde.

PERDONARLE LA VIDA.

La verdad, yo también me sentía inseguro.

Lo curioso de todo esto, es que mi querida tía… no dijo palabra alguna, luego de aquel* incidente. ¿Debía sentirme contento o frustrado?, no tenía idea, ni quería tener. Mi cabeza daba vueltas.

En fin, ya no debía importarme. Ella era sangre de mi sangre. Mi único familiar, el único recuerdo que aún tenía de mis padres.

Al cabo de un rato. A las seis de la tarde, para ser exactos. Mi tía decidió irse.
Parecía avergonzada. Lo noté.

Una parte de ella quería pedir disculpas, pero también sabía que otra parte de ella quería verme muerto. ¿Pero por qué?

¿Qué le había hecho?

Se vino a mi mente un terrible presentimiento

“Quizá, Madame red quería una venganza contra mis padres”, y si mi aclaración era correcta, lo primero que querría hacer sería… matarme. Ella se convertiría en la dueña de la mansión y de todas las riquezas y bienes de la familia Phantomhive.

Miles de pensamientos me invadieron.

Recuerdo que de niño, fue todo un ángel. Me quería como a nadie, sobretodo porque ella no había, ni tiene, ni tendrá hijos* debido a que es estéril. Decía que su único hijo iba a ser yo.
Aun así… quería matarme.

Pero mi incertidumbre ¿Por Qué?

Me pregunté, si algún día me llegaría a enterar.



Me encontraba en la biblioteca “leyendo” un libro, aunque en realidad en aquel instante estaba sumergido en mis pensamientos.

De pronto.

Joven amo, la cena está preparada, lo acompañaré hasta el comedor.

Era Sebastián, amable como siempre. Ahora era yo el que se sentía avergonzado.
Aunque sinceramente, era muy bueno fingiendo, ya que jamás hizo notar su enojo.
Disfrute mi comida, mientras mi mayordomo me observaba nuevamente

¿Pero qué tanto miras?, le quise preguntar.


Al terminar de comer, me limpie los labios con una servilleta… y me levanté de la silla, para dirigirme a mi habitación.

Joven amo, ha llegado una carta de la reina.

*shock*

Una carta… de… ¿la reina?

Lo olvidaba, la familia Phantomhive ha servido por miles de años a la realeza en Inglaterra. Somos llamados: El perro guardián de la reina.

Aunque, mi padre era el que siempre se ocupaba de tales asuntos. Había olvidado que ahora yo era la cabeza en la familia. Yo tenía el mando.

¿Qué dice?, pregunté sin ningún tipo de emoción

Sebastián leyó:
Querida familia Phantomhive, la Reina de Inglaterra os invita a una reunión muy importante que se llevará a cabo en el Palacio real por la tarde.
Es importante que lleven al niño, a su hijo Ciel, el Conde Phantomhive.
Necesitamos un favor. Los esperamos.

La reina.


Era bastante obvio, la muerte de mis padres aún no había sido anunciada públicamente. Inglaterra en general, los odiaba.

Aquella fue una de las razones por la cual quería vengarlos. No se les hizo un entierro digno, ni tan siquiera habían querido informar a la reina sobre la pérdida.

Me tocaría ir al Palacio real, mañana por la tarde. Solo, o bueno solo con mi mayordomo.
¿Qué querrá la reina?, murmuré para mí, aunque de todas formas Sebastián pudo escucharme.
Ahora usted es el perro guardián de la reina, joven amo. Tal vez lo necesite para deshacerse de la basura. Mi mayordomo sonrío maliciosamente.

¿Matar? ¿Ella quería que yo matará?

O bueno… ¿qué mi padre matará?... ya que supuse que ella no sabría que estos estaban muertos y que ahora yo era el encargado de aquellos asuntos importantes.

Sin pensar más en ello, fui rumbo a mi habitación…


Cuando abrí la puerta, mire el interior y me percaté de algo… allí, cerca del espejo principal, sobre uno de los estantes estaba la cajita, el obsequio que me había dado Elizabeth.
En fin, debía abrirlo.

Era…
Un anillo. Pero no cualquier anillo. Tenía una piedra preciosa de color azul/violeta incrustada en él. También había una nota.


Ciel, si estás leyendo esta nota… es porque estamos muertos.
Somos tus padres, ya sabes que nuestra familia ha sido durante muchísimos años muy amiga de los padres de tu novia Elizabeth.
Le encargamos entregarte este anillo si por alguna u otra razón llegábamos a morir, que era lo que nos temíamos.
Escúchanos con atención, nuestra muerte fue planeada. No te podemos decir más. Cuida este anillo, es un obsequio, el último obsequio de nuestra parte.
Ha pertenecido a la cabeza de la familia Phantomhive durante siglos.
Ahora tú eres el mayor de los Phantomhive. Haznos sentir orgullosos.
Tu padre & Tu madre.


Solo pude quedarme mudo por la sorpresa. *boquiabierto*

Mis padres, el obsequio me… lo habían dado ellos.

Sin pensarlo dos veces, me puse el anillo. Era mío, el último obsequio de mis padres, un recuerdo que guardaría por siempre a donde fuese que estuviera.

Al ponérmelo, sentí su presencia.

Ellos estaban conmigo. *los extraño papás*, pensé.

Pronto los vengaré, dije orgulloso de ser Ciel Phantomhive, el nuevo perro guardián de la Reina.

~continuará~

awwwww <3
que lindo ciel, enamorado de lizzy ;w; estoy de acuerdo con mi inmouto, es extraño que los pongan juntos )3(
a mi me suena entre shoujo y shounen *-* tiene romance, pero no exagerado, y tiene accion :3
y que lindo lo del anillo :c
pobre de ciel D:

espero conti nii-chan x3 -lo abraza-