Actualización ( y planeo actualizar seguido hasta acabar)!!! El Demonio que resurge de las sombras, Un nuevo problema para la casa Phantom. Capitulo 25

Kyaaaaaaaaaa! *se desmaya de la emoción por la continuacion del one-shot*

Estuvo simplemente intrigante, sobretodo por el tipo nuevo *que me da mala espina xD* y el final, pobrecita Jill *fue el tipo ese, ¡'toy segura!* ¡¿quien fue el fu*ck demonio que le hizo eso a la madre del kawaii/sexy Alexis y esposa del super-sexy Sebas?! o_ó***

Bueno, a esperar la continuación... por cierto... ¡Kyaaaaa! El adorable Dalmata se llama Jack xDDD

¡¡NOS VEMOS!!

jajajaja tipo te odian XDDDD... meww.. perdonenlo por ser sexy .w.

bueno para que puedan trasmitir su odio a un rostro... aqui les muestro una imagen de comoseria el tipo en cuestion.... con ustedes el Duque Brightmore


Capitulo 2

Jill se retorcía en la cama, sudaba mucho y su respiración era muy agitada, Sebastian limpio sus heridas y las trato, pero, tenía varios moretones muy marcados, y las heridas eran más que profundas, además Jill había vomitado otra bocanada de sangre.

Sebastian le puso un camisón de dormir a Jill, y se quedo a su lado, esperando que recobrara la conciencia, parecía que las pesadillas la atacaban mientras dormía.

- Jill- la llamo acariciando su mejilla, la shinigami abrió los ojos de golpe y sujeto la muñeca de Sebastian, lo miro con sorpresa- tranquila soy yo- susurro
- Se...Sebastian- murmuro Jill con sorpresa- como.... dónde estoy?
- En la mansión de la ciudad, llegaste hace un rato, trate tus heridas y te cambie de ropa
- Mis.. heridas- dijo Jill mirándose los vendajes del cuerpo- que paso?
- Eso quisiera que tú me respondieras- dijo Sebastian- solo llegaste terriblemente herida, y mencionaste un demonio, después te desmayaste- le dijo seriamente, Jill se llevo una mano a la cabeza- quien fue el que te ataco?
- No lo sé- susurro Jill- no.... recuerdo nada
- Nada? Estas segura?
- Solo recuerdo que había un demonio mas no lo vi, hice mi trabajo y.. me ataco.. lo demás no lo recuerdo
- Ya veo- susurro Sebastian sin perderla de vista- tampoco yo entiendo... porque no puede sentir el peligro en el que estabas
- Sentir.. el peligro? Sebastian no seas tonto, yo.. no soy tu ama
- Pero eres mi pareja Jill- la interrumpió Sebastian- en el mundo humano eres mi esposa- en tu mundo y en el mio esa marca en tu espalda demuestra que eres mía y que nadie puede tocarte sin recibir una lección de mi parte

Jill lo miro con sorpresa, recordando como Sebastian había puesto su marca en su espalda la noche de la boda de ambos.

- Hubo algo que bloqueo mi poder- gruño Sebastian- algo que bloqueo esa marca y me impidió saber que corrías peligro
- Sebastian tal vez... nunca estuve en peligro real- trato de calmarlo Jill
- Déjame verla- le dijo seriamente- la marca, déjame verla- repitió al ver la cara de confusión con la que Jill lo miraba- quiero asegurarme que aun está intacta- murmuro
- Intacta? Se puede borrar?
- Con el tiempo tal vez, es una marca que hice con mi sangre, es muy distinta a la marca del contrato que es indeleble hasta que el contrato se cumple por completo
- Eso... quiere decir qué?
- Que my lady?

Jill tomo la mano derecha del demonio y le quito el guante de esta, se percato que el dorso de la mano el contrato que llevaba oculto debajo de este, estaba comenzando a borrarse en ciertos puntos.

- Mi contrato con el joven amo se ha cumplido desde hace años, solo que yo... aun no tomo su alma como pago
- Eso quiere decir que... tienes hambre... ocupas un alma
- Puede que sea cierto y yo mismo me este debilitando y por ello... no pude sentir el peligro en que estaba my lady
- Tienes que consumir un alma pronto
- Aun no quiero tomar el pago, eso sería dejarte y dejar a Alexis
- Pero... como piensas sobrevivir...
- Por tu alma- susurro Sebastian- no la consumo de la misma manera que si fuera a devorarla claro está, pero... cuando pruebo tu sangre o tengo intimidad contigo consumo energía con pequeños fragmentos de esta sin ponerte en riesgo real.
- Hace mucho que no estamos juntos realmente... he estado saliendo a cada momento que... no hemos podido estar un tiempo solo los dos... no te has alimentado
- Está preocupada por mi? My lady
- Baka! Y que esperabas? Eres el padre de mi hijo y mi pareja en este mundo y el mío- Jill se sonrojo levemente al decir esto, le dio la espalda y se quito el camisón dejando su pálida y tersa piel a la vista de Sebastian, la marca que el demonio había colocado se volvió visible

Sebastian pasó sus dedos por cada detalle de la marca, causándole escalofríos a Jill.

- Y bien?
- Esta desvaneciéndose en ciertos puntos también- susurro el demonio, deberé remarcar esas partes- agregó mordiéndose la yema de uno de sus dedos, causando que saliera una gota de sangre

Jill se estremeció al sentir la cálida sangre de Sebastian en su espalda, aquellas partes donde el pasaba su dedo le causaban molestia y un poco de picor y ardor. Se quejo un poco de esto.

- Calma estarás bien- la tranquilizo Sebastian
- Duele- susurro Jill apretando las sabanas

Un destello carmesí brillo en los ojos de Sebastian, acaso la shinigami lo estaba provocando? La abrazo por la espalda y beso delicadamente su cuello. La shinigami se estremeció y lo miro sorprendida. Sebastian le sonrió y beso su cuello nuevamente, Jill solo se dejo llevar por las caricias de Sebastian.

Cuando despertó por la mañana sintió un terrible dolor en las heridas, se quito los vendajes, los moretones seguían ahí, incluso se notaban mas, pero, el resto de las heridas se iba cerrando poco a poco.

Cuando bajo a reunirse con el resto de los habitantes de la casa Lizzy se le lazo encima con los ojos llorosos.

- Estas bien, Sebastian nos dijo que llegaste herida
- Creo que estas a punto de matarme- se quejo Jill, Lizzy la dejo respirar- solo estoy débil, pero... estaré bien ok?
- Deberías descansar de tu trabajo- le dijo Ciel- si vas en las condiciones que estas te matarían Jill
- Planeo tomarme un pequeño receso para poder recuperarme- respondió está tomando una galleta
- Entonces iras con nosotros?!- exclamo Lizzy emocionada- verdad que si, iras a los bailes con nosotros?
- Lizzy no puedo hacerlo- dijo Jill nerviosa
- Ven esta noche, anda di que si, acompáñanos- insistió
- Yo me quedaren con Alexis Jill- le dijo Sebastian- solo hare de cochero y los llevare y recogeré a la hora que indique Bocchan, estaré cuidando a Alexis el resto de la noche
- Está bien, un baile no me hará daño- respondió la shinigami.

Por la noche Sebastian los llevo a todos al baile, pidiéndole a Jill que no se esforzara mucho, después regreso a casa, Ciel le había dicho que fuera cerca de la 1 de la madrugada por ellos.

Nuevamente a aquel baile asistió aquel extraño duque, el cual llego casi al mismo tiempo que los condes Phantom.

- Un placer verlo de nuevo conde Phantom- lo saludo haciendo una reverencia
- Lo mismo digo duque Brightmore- respondió este sonando amable
- Condesa, un placer verla de nuevo- agrego besando la mano de Lizzy- veo que hoy son acompañados por una bella dama mas a la cual no tengo el placer de conocer aun
- Duque Brightmore, ella es Jill Michaelis- la presento Ciel
- Un placer conocerla Lady Michaelis, espero me conceda el honor de bailar una pieza con usted esta noche
- Etto.... sí, creo que estaría bien- respondió Jill nerviosa
- Vaya los jóvenes vizcondes- saludo a los hijos de Ciel- espero podamos conocernos mejor durante lo que queda de la temporada
- también lo espero mi lord- respondió Rachel haciendo una reverencia
- ya que estamos aquí, porque no me aparta una pieza esta noche lady Phantom? Sería un honor bailar con una de las damas más bellas de Inglaterra, podría permitirme anotar mi nombre en su carné de baile?
- Si- respondió Rachel alegre tendiéndole el carné en el cual lord Brightmore anoto su nombre con una caligrafía impecable y elegante.

Se despidió de los condes y entro al salón, Rachel parecía alegre, y se apresuro a entrar sujetando el brazo de su hermano.

En ese lugar no había tanta gente como en el baile anterior, los gemelos fueron rápidamente asechados, Ciel juraría que Rachel había llenado todo su carné en el momento en que termino de bajar la escalinata.

- No me agrada ese sujeto- dijo Ciel al ver bailar al duque Brightmore con su hija
- Lo espiare por ti cuando quiera bailar ok?- se rio Jill

En el momento que la pieza termino, el duque se dirigió hacia ella tendiéndole su mano, muchas de las solteras de avanzada edad que ahí había comenzaron a murmurar, tal vez por envidia, ni siquiera conocían a Jill, para esa bola de momias como Ciel y Edward les decían ella solo era una amiga de la familia Phantom, hasta ahí, no sabía si estaban enteradas de su matrimonio con Sebastian, aunque estaba claro que algunas arpías si lo sabían, pero la verdad a ella le importaba muy poco.

Durante el baile el duque intento entablar conversación, preguntándole cosas de ella, de la familia Phantom, como los conocía.

- He escuchado que está casada my lady- murmuro con galantería
- Así es- respondió Jill sin inmutarse
- Vaya el hombre que tiene su corazón debe ser muy dichoso
- Querrá decir los hombres- dijo Jill, lord Brightmore levanto una ceja- mi hijo también ocupa una gran parte de mis sentimientos
- No sabía que tenía un hijo my lady
- Así es, tengo un hermoso hijo que amo más que a nada en este mundo

El baile termino, Jill agradeció con una reverencia y regreso al lado de Ciel, el duque permaneció de pie observándola a ella y a Rachel con atención por un momento, esbozo una sonrisa y salió de ahí.

Durante los siguientes días, el duque se había acercado más a los mellizos y con ello a Ciel, Rachel estaba encantada con él, tanto que convenció a su padre de invitarlo a un día de campo familiar

Alexis permaneció un poco distante durante esa mañana, vestía sus habituales ropas, y aunque estaba sentado al lado de su madre y de Rachel, esta parecía no hacerle el menor caso por hablar con el dichoso duque del que no dejaba de hablarle en casa.

Por más que Ciel intentaba mantener al margen a aquel duque, le resultaba imposible, incluso mando a Sebastian a investigar todo lo que se supiera de él, que no fue realmente mucho, solo que el ya poseía ese título al haber llegado a Inglaterra hacia un par de años, no era casado ni se conocían indicios de que lo hubiera estado antes.

Ciel decidió investigar más por sí mismo, invitando al duque a su casa cuando Lizzy y los mellizos habían ido de compras con Jill y Edward y Asaine, Sebastian se había quedado en casa mientras que Alexis los había acompañado, no quería estar en casa mientras aquel hombre estuviera ahí.

Entablaron una conversación que realmente no le indicaba nada a Ciel, todo con aquel hombre parecía estar limpio pero había algo en las expresiones de Sebastian que no lo dejaban estar tranquilo.

Cuando aquel hombre se excuso para ir al baño, Ciel le ordeno a Sebastian que lo acompañara, y que no se alejara mucho de él.

- Tu amo desconfía de mi no es verdad?- le pregunto el duque a Sebastian
- Por favor no piense mal de Bocchan- dijo Sebastian amablemente
- No lo juzgare aun- respondió el duque, causando que un destello carmesí brillara en los ojos de Sebastian- cual dijiste que era tu nombre esta vez? – le pregunto tranquilo- Kalipso- susurro moviendo los labios

Sebastian lo miro con sorpresa, sus sospechas se acababan de confirmar, aquel sujeto que tenía delante de el era un demonio, y sabía de antemano que no era cualquier demonio, era su hermano mayor Alioth Michaelis.

Los ojos de Sebastian brillaron en un tono casi purpura, mientras que los ojos plateados de el duque se tornaron ligeramente carmesís mientras sonreía con malicia y satisfacción.

Jill Sawako Sutcliff escribió:

jajajaja tipo te odian XDDDD... meww.. perdonenlo por ser sexy .w.

¡No es nuestra culpa! ¡Es que el tipo ese es sospechoso! xDDD

"-No me agrada ese sujeto- dijo Ciel al ver bailar al duque Brightmore con su hija"

¿¡VES!? ¡Ni a Ciel le agrada el sexy tipo ese! xDDDD Y fuuuuu, ya sabía yo que tenía algo raro el "sexy" wey, ¿¡HERMANO DE SEBAS-SAMA!? *Desmayo* Eso explica de dónde sacó lo hermoso xDDD Y daaale otra vez con el bendito "Kalipso", que ahora se llama S-E-B-A-S-T-I-Á-N!! XDDD

En fin, el tipo ese (sip, así le diré hasta que me aprenda su nombre xD) ya se ganó a la pequeña Rachel, malvado, Alexis, defiende a tu futura novia (?) -.-* Y a saber si el tipo ese fue el causante de las heridas de Jill-sama, le agarré cariño a esta ultima ;w;

¡¡NOS VEMOS!!

WOAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! MARAVILLOSOO!!! DIOOOS!! me quede alucinando!!! nunca imagine que Sebas tuviese hermano mayor XDD woeee, ya demas, se quiere ligar a Rachel! ...SHINE SHINE!!! >< woeeeeee, siguelo pronto por favor!!! *-* no puedo esperar mucho ams sin leer!! quiero saber que les pasara a todos!! ..Alexis se tiene que cargar a ese malt¡dito demonio infernal...grrrrrrr, esque me cabrea!!! >< encima, seguro fue quien ataco a Jill GRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR!!!!!!!!!!! ...woe, espero pronto el siguiente cap! ^^

wowowowowowowo! fantastico!!! me encanto el nuevo cap!! *-* woe woe, creo que Alexis se paso al decirle eso a su padre, pobre Sebas, que solo lo quiere proteger pero bueno, ya se dara cuenta ^^ maldito Demonio, como odio a Alioth >< pero wea ya veremos que hace ^^ ESPERO YA EL PROXIMO CAP!! ^^

Yaaaaay! Actualización!

Bueno, bueno, sé que dijiste que reservaramos odio, pero... ¡¡No soporto a Alioth!! o_ó**** Cada vez le voy agarrando más rabia, pero eso no le quita lo sexy, y encima es el hermano mayor, fu*ck! *sonrojo* o////////ó

Dios!! Alexis, cómo pudiste decirle eso a tu padre!!? Qué no entiendes que él si te quiere!!? *rabiosa mode: on* (?)

¡¡NOS VEMOS!!

hay que jalarle las orejas a ese niño XDD

que bueno que les agrade *esconde a Steven/ Alioth en una vitrina* es que aun lo ocupo con vida ^^U

bueno como mañana entro a clases me paso para dejarles este nuevo capi espero lo disfruten ^^

Capitulo 4

Alexis no volvió durante todo el día, Jill estaba preocupada por la discusión que habían tenido el y Sebastian, pero este se había negado a dar detalles del asunto.

Durante la noche acudieron como era costumbre a un nuevo baile, se notaba en la cara de Ciel que ya estaba harto de tener que salir cada noche a lo mismo con la misma gente que solo hablaban de lo mismo.

Rachel buscaba entre los asistentes al duque Brightmore, pero este aun no había llegado, y su carné de baile estaba a punto de llenarse entre tantos admiradores que querían pretenderla.

Finalmente el mayordomo de la casa lo anuncio, el duque Steven Brightmore, Rachel volteo a la entrada para verlo, pero, esta vez no venia solo como acostumbraba hacerlo, vio al chico que lo acompañaba esta vez, el cual fue presentado como Lord Alexis Brightmore.

Jill miro hacia la escalera con sorpresa, su hijo estaba ahí, acompañado de aquel extraño duque, además, lo habían presentado como lord? Rachel pasó al lado de Jill a toda prisa, muchas damas habían rodeado al duque así como a su joven y apuesto acompañante.

Ciel se aproximo también, quería estar seguro que de verdad ese joven fuera Alexis, pero, cuantos chicos así había en Londres? Era obvio que ninguno más que el joven demonio hijo de su mayordomo, pero... que hacia entonces con el duque?

- Conde Phantom- lo llamo Brightmore- Condesa, lady Michaelis- dijo al verlas e inclino la cabeza como saludo, Jill bufo por lo bajo ante aquel saludo, los ingleses y su ridícula tradición de llamarse por los títulos nobiliarios
- Duque Brightmore- correspondió Ciel de la misma manera, Lizzy y Jill inclinaron las cabezas en señal de saludo
- Mis jóvenes vizcondes- dijo el duque Brightmore al ver a Rachel y Vincent
- Señor- respondieron estos haciendo el mismo saludo que su padre había hecho
- Me temo que me he demorado un poco- se disculpo- supongo que el carné de baile de lady Rachel estará lleno ahora- dijo lamentándose
- Oh no es así mi lord- respondió Rachel- yo... aun tengo espacio en un par de piezas aun- respondió sonrojada
- De verdad? No las habrá guardado para mí o sí?- dijo mirando a los ojos a Rachel, causando que se sonrojara- de verdad me disculpo por la demora y agradezco su amable gesto al reservarme lugar my lady- dijo besando la mano de Rachel- pero me gustaría que... reservara una de esas piezas para este amable joven que esta noche me acompaña- dijo colocando su mano en el hombro de Alexis
- Alexis- susurro Rachel al verlo, el joven demonio tenía el cabello recogido en una media coleta , parte de su flequillo caía en su rostro elegantemente, resaltando aquella extraña y enigmática mirada que siempre había tenido, además vestía un elegante traje de color negro como el del duque, y un elegante pañuelo de seda en lugar de corbata adornaba su cuello.
- Jóvenes vizcondes- los saludo este inclinando la cabeza
- Alexis!- exclamo Ciel
- Conde Phantom – respondió este inclinando de nuevo la cabeza- my ladies- saludo a Lizzy a Jill
- Alexis... es... es verdad? Bailaras conmigo esta noche?- le pregunto Rachel
- Esta noche y las que me conceda my lady- respondió este galantemente, tomo la plumilla del carné de baile de Rachel y anoto su nombre en el carné de baile, después lo hizo el duque.
- Si nos disculpan, debemos saludar a los anfitriones- dijo el duque- además, hay muchas miradas curiosas que ansían conocerte sobrino mío- le dijo a Alexis- andando

Alexis camino al lado del duque, miraba de reojo a Rachel, y le dirigió una sonrisa, el duque llego con otro grupo de damas que había ahí, todas los rodearon de inmediato, se sentían atraídas por la curiosidad hacia el joven Alexis.

- Su... sobrio dijo- murmuro Ciel mirando a Jill que no había despegado sus ojos de su hijo.
- Sebastian que....?- le pregunto Jill, pero lograron percibir un matiz carmesí brillando en los ojos del mayordomo. Jill alcanzo a percibir que el duque volteaba a verlo de reojo y sonreía de medio lado con satisfacción.
- Sebastian!- lo llamo Ciel con autoridad- exijo una explicación- le ordeno
- Bocchan no sería adecuado explicárselo en este lugar- respondió este tranquilamente- cuando estemos en su despacho donde nadie pueda oírnos se lo explicare
- No es justo, también yo quiero saberlo- dijo Lizzy – además, Jill mas que nadie merece esa explicación

Sebastian miro a Jill tranquilamente, suspiro y asintió ligeramente, Jill se dio la vuelta para vigilar a Alexis, hacerse pasar por un lord no era cosa de juego, fingir que se tenía un titulo no era bien visto, podía incluso dañar la reputación de Ciel, o del mismo duque, pero por que este le seguía el juego? Por qué lo había presentado como su sobrino?

Alexis se portaba con naturalidad, era obvio que tantas clases con madame Frances sobre cómo comportarse en sociedad habían servido de algo, muchas chicas jóvenes y otras no tanto lo rodeaban , estaba claro que además de Rachel muchas habían reservado un par de bailes para el duque Brightmore con la esperanza de que el bailara con ellas, algunas no tuvieron esa suerte, pero Alexis ocupo el lugar que el duque no pudo ocupar.

Cuando pasaron al lado de Jill muchas cotilleaban de lo apuesto que era, y que era increíble que el duque no presentara a su sobrino antes.

El baile paso tranquilo, Alexis bailaba de maravilla, la marquesa lo había enseñado bien, al igual que había hecho su padre y su madre para enseñarlo un poco mas y sacar provecho de sus habilidades sobrehumanas. Las chicas lo miraban embelesadas cuando sonreía mientras bailaba. Incluso Rachel no lo perdía de vista cuando llego su turno, Vincent estaba a su lado bailando también, no acostumbraba alejarse demasiado de su hermana, y la vigilaba de reojo.

- Parece que le ha aparecido una digna competencia mi lord- dijo la chica con la que Vincent bailaba
- Competencia my lady?
- El joven Brightmore- señalo ella con la mirada- es obvio que así como su tío, el también goza de talento al momento de bailar, carisma al hablar, y, sin ofenderlo mi lord, el joven Brightmore y su tío son bastante atractivos, al igual que usted
- A si?- pregunto Vincent mirando con sorpresa a su acompañante, una dulce jovencita de cabello castaño y ojos azules llamada Danielle Turpin
- Por favor no juzgue mal mi atrevimiento- dijo algo nerviosa- yo.. solo dije lo que las damas cotillean en voz baja mi lord, pero no piense mal de mi
- De verdad eso es lo que cotillean?- murmuro Vincent mirando a los lados del salón
- Así es mi lord, no han dejado de hablar de usted desde que empezó la temporada, y después con la aparición del duque, se agrego un nuevo tema, pero solamente hablaban de ustedes dos.... hasta esta noche
- Que es lo que dicen de mí?
- De verdad no pensara mal de mi si se lo dijo mi lord?- pregunto la chica nerviosa y sonrojada
- Será nuestro secreto my lady- dijo Vincent sonriendo
- Han.. dicho que este año... usted era el mejor partido de la temporada, al igual que su joven hermana claro... hay muchas que tienen sus ojos en usted mi lord, tanto las debutantes como las veteranas si me permite decirlo.
- Y creo que... ahora piensan lo mismo del duque Brightmore y su sobrino no es así?- le pregunto Vincent
- Al menos por lo que he escuchado, el joven Brightmore ha causado una gran impresión – respondió la joven, justo en ese momento el vals llegaba a su fin
- Fue un honor compartir esta pieza con usted lady Turpin- dijo Vincent haciendo una reverencia y besando la mano de la joven- Espero poder bailar de nuevo con usted.

Vincent volvió al lado de su padre y de su madre, Rachel llego enseguida tomada del brazo de Alexis, cuando este la dejo con sus padres beso su mano y con una reverencia se retiro, no les había dirigido la palabra en toda la noche, ni los había volteado a ver como si temiera algo, o simplemente se negara a dar explicaciones.

Jill sintió una gran presión en su pecho al ver aquella actitud de su hijo, negando conocerlos, no hablarle, no decir nada en absoluto, solo hacer una reverencia y marcharse, no pudo mas, salió de aquella mansión conteniendo el gran vacío que había en su pecho en ese momento. Sebastian al notar eso miro a Ciel, el cual solo asintió, Sebastian inclino la cabeza como agradecimiento y salió detrás de Jill.

- Que le está pasando?- murmuro Jill al sentir la presencia de Sebastian detrás de ella
- Jill no puedo decírtelo aquí, tienes que esperar un poco
- Sabias de esto verdad?
- Saber qué?
- Lo que Alexis tramaba, por qué eres el único que no se ha sorprendido Sebastian, por qué solo te limitaste a mirar con odio al duque
- Me temía que algo así fuera a pasar, pero solo habían sido suposiciones mías después de todo
- Dímelo.. dime que es lo que ocultas...- le suplico Jill
- No aquí... no puedo... solo.. espera un poco
- Como me pides que espere? Sebastian me duele ver la indiferencia de nuestro hijo- sollozo ocultando su rostro en el pecho de Sebastian
- Jill cariño, no puedes hacer esto en público, si te descubren con un mayordomo, sería un escándalo para Bocchan
- Un mayordomo que es mi esposo en este mundo si me permites recordártelo
- Aun así... debemos guardar apariencias- murmuro Sebastian limpiando la mejilla de Jill- afortunadamente nadie nos ha visto, pero... debemos volver antes de que a alguien se le ocurra salir
- Sebastian- susurro Jill quedándose de pie
- Si my lady?
- Júrame que me lo contaras todo... no ocultaras nada
- My lady, no puedo decir mentiras recuerda?- dijo Sebastian llevando su dedo índice a sus labios

Jill suspiro, y se armo de valor para regresar al salón, lo que quedaba de la noche, Ciel bailo un par de piezas con Lizzy, y algunas con Jill, Ciel trato averiguar algo de lo que Jill había hablado con Sebastian, pero no logro mucho, el mayordomo no había dicho nada, y ambos tenían que esperar a volver a la mansión Phantom de la ciudad si querían saber algo.

wooooooooooooooo!!! fantastico fantastico FANTASTICO!!! *-* increible cap! *Q* woe woe, Alexis por fin pudo bailar con Rachel *emocio por todas partes* pero aun asi, Sebas sigue sin confiar en su hermano, no me imagino que puede tramar ese maldito demonio, porque si Sebas dice que es malo, lo es >< tsk, woe woe, y parece que al joven Vicent le salieron pretendientas XDDD wii espero ya la conti!!! ^^

Diooooooos!! Alexis al final aceptó, maldito duque Brigh... como-se-escriba (?) xD

Aunque a quién engaño!? Me alegró de sobremanera que por fin Alexis pudiera bailar con Rachel *o* Jajajaja cierto, el pequeño Vincent ya está obteniendo acosado... ¡digo! Fan-girls... ¡¡DIGO!! Pretendientas -////-U (???) Y más le vale a Sebastián que les explique todo el rollo a todos o yo misma lo corto con la Death scythe de Grell!! (?) *por cierto, espero ansiosa a que el pelirrojito re-aparezca aquí*

¡¡NOS VEMOS!!

PD: ¡Ey, ya te vi! ¡Saca al duque como-se-llame de allí! Tranquiiiiiiila, no le haré nada *escondiendo un armamento de death scythes, agua bendita, crucifijos, etc a sus espaldas* (????) n.n**

nyaa que paso?? aun no vi la conti TT-TTT me voy a deprimir u.u woe woe, si paso algo espero que se arregle, ya estoy impaciente!!! ^^

me canse de hacer tarea *bota todo* nyan.. como abandone mi tarea un rato me puse a escribir... y.. logre acabar este pequeño capitulo que espero sea de su agrado .w.

cuando le dicen duque como-se-llame... me recuerda a el-que-no-debe-ser-nombrado o quien-ustedes-saben XDDD que por cierto me acorde de un chiste que no puedoaguantarme las ganas de contar

"el 14 de febrero recibi una postal que decia lo siguiente >>con todo mi amor de quien tu sabes<< entonces deje la postal a un lado y me pregunte QUE CARAJOS HACE VOLDEMORT ENVIANDOME POSTALES DE SAN VALENTIN?! o.ó"

ok ya.. momento simple... espero les guste mi chiste... QwQ

Capitulo 5

Cuando el baile hubo terminado Sebastian los llevo de regreso, Ciel subió de inmediato a su despacho, mientras Sebastian preparaba la habitación de Rachel y Vincent, Jill y Lizzy esperaban con Ciel. Jill no había dejado de dar vueltas por la habitación.

Cuando Sebastian llego Jill lo miro suplicantemente, Ciel espero para que el mayordomo pensara en por donde debía de comenzar antes de preguntarle algo.

- Y bien?- le pregunto al fin- nos dirás por que Alexis se presento esta noche fingiendo ser el sobrino de ese duque?
- Alexis no fingió en ningún momento Bocchan- respondió Sebastian
- Pero que...
- Sebastian que quieres decir con eso?
- Quiero decir que... Alexis de verdad es el sobrino del Duque Brightmore
- Pero.. ese quiere decir que....
- Steven Brightmore es mi hermano mayor- dijo Sebastian al fin- su nombre real es Alioth Michaelis
- Eso quiere decir que el duque también es un demonio?!- exclamo Lizzy
- Así es- respondió Sebastian
- Pero... por qué entonces tiene el titulo de duque? Creí que un demonio debía de hacer contratos para.. conseguir un alma de alimento
- Ese es un método sencillo y convencional Bocchan, pero... hay mas modos de conseguir un alma para alimentarse, mi hermano abandonó el inframundo hace mucho, al parecer aprovecha su titulo para atraer a los humanos hacia él y consumir su alma
- Entonces el pretende...
- No lo sé Bocchan, Alioth lleva mucho tiempo en el mundo humano y por ello el ha consumido almas más recientemente o eso creo, pero...no se cuales sean sus intenciones en este momento
- Debemos...debemos evitar que se acerque a Rachel- dijo Ciel palideciendo
- Le dirás a tu hija que ese sujeto es un demonio?- le pregunto Jill
- Ciel no puedes hacerlo... si.. si la alejas de repente... no crees que el... intente atacarla?
- Pero si le permito acercarse más a la familia...
- Bocchan... yo estaré aquí para cuidar de su familia- dijo Sebastian
- Que harás si debes luchar contra tu propio hijo?- le pregunto Ciel, Sebastian y Jill lo miraron con sorpresa- que harán si ustedes dos deben combatir con él? lo harán? Tienen el valor para hacerlo?
- Ciel no creo que...- intento calmarlo Lizzy
- Debo estar seguro que ante cualquier circunstancia estaremos bien.. respondan ... podrán hacerlo? Lucharían contra su propio hijo?
- Lo hare Bocchan, incluso si es contra mi hijo- respondió Sebastian agachando la mirada
- Y tu Jill?
- No lo se... Ciel... no sé qué haría si.. si algo así pasara pero... jamás dejaría que la familia Phantom saliera dañada en todo esto

Ciel quedo pensativo un momento, era una situación extraña pero, no podía actuar sin levantar sospechas o sin arriesgarse. Suspiro y se puso de pie recorriendo la habitación.

- Seguiremos actuando como si nada- dijo al fin- pero si ese duque o lo que sea intenta algo...quiero que lo detengas sin importar que pase Sebastian
- Yes my lord

En el siguiente baile, el duque y Alexis llegaron temprano, Alexis estaba ansioso por ver llegar a Rachel, estaba tratando de guardar compostura al ser asechado por tantas chicas finalmente fueron anunciados, el conde Phantom y sus hijos, Jill los acompañaba con una actitud seria. Alexis paso saliva al ver que su madre lo miraba de reojo, esperaba un regaño o algo, pero Jill se limito a mirar hacia otro lado.

Alexis suspiro, había sentido un frio interior cuando vio a su madre hacer eso, sintió como si lo ignorar, como si se negara a reconocerlo.

- Supongo que es mi castigo por... lo que hice- se dijo a sí mismo.

El baile trascurría en paz, Alexis miraba en dirección a su madre mientras bailaba, pero esta seguía sin mirarlo siquiera, cuando llego su turno de bailar con Rachel, se aproximo a ellos para llevarla a la pista, pero, cuando estaba a un par de pasos de distancia, Jill solo se disculpo y se alejo del pequeño grupo saliendo del salón.

Se alejo un poco de aquella mansión, adentrándose en los jardines, el sonido de la música apenas se alcanzaba a percibir, sentía un inmenso vacío en su pecho, era doloroso lo que hacía, pero... si su hijo se empeñaba en desconocer a su familia, entonces ella también debía fingir que no lo conocía aunque parte de su alma se viniera abajo por eso.

- Parece que lady Michaelis no está disfrutando la velada- dijo de repente una voz a sus espaldas
- Lord Brightmore!- exclamo Jill dándose la vuelta
- Le sorprende verme my lady?
- No.. no lo oí venir eso es todo- respondió
- Debió estar muy distraída entonces no lo cree?
- Tal vez... si.. si me disculpa.. debo volver adentro- dijo caminando para regresar al salón, pero el duque la tomo de la muñeca y la retuvo
- Se va tan pronto
- Me temo que deberé pedirle que me suelte – dijo Jill con firmeza
- Y que si no quiero? Llamaras a tu esposo el mayordomo?- dijo burlón, Jill lo fulmino con la mirada- de verdad no sé cómo alguien como tú.. pudo terminar con alguien así
- A mí no me importa si es o no un mayordomo- dijo Jill con seriedad
- No es a eso a lo que me refiero realmente... aclárame... como fue que una shinigami termino casada con un demonio?
- Eso es algo que no le incumbe
- Kalipso no es alguien tan fácil de atar, sin embargo tu... lo lograste de una manera tan sencilla- dijo el duque con un claro tono burlón en su voz- dime que piensan ganar con eso los shinigamis?... a menos que... Kalipso haya tenido otros planes...
- Otros planes?
- De verdad crees que te ama? No seas tan ingenua shinigami, es obvio que Kalipso solo te tiene como un trofeo
- Eso no es verdad!
- Claro que lo es... eres un muy bello trofeo- dijo el duque pasando su mano por la cintura de Jill y acercándolo a ella- después de todo... que demonio puede someter a un shinigami y hacer que lo obedezca
- Sebastian no lo ve de esa manera!
- Estas segura? Dime.. acaso no te marco como de su propiedad? Acaso no puso su marca en ti dándole a entender a los demás demonios que eres suya y que nadie puede tocarte? Eso solo lo hace con aquello que considera un gran premio... tu eres un premio, un trofeo que demuestra que tan convincente puede ser su usa sus métodos de seducción
- Eso es mentira!!
- Ingenuamente creías que te amaba? Eres aun muy inocente pequeña shinigami... de verdad esperabas retenerlo con un hijo? Un hijo que no le importa en absoluto
- Sebastian es un buen padre!
- A si? Dime... fue tan buen padre como para explicarle porque quiere que se quede contigo cuando él se tenga que ir al inframundo?
- Alexis correría peligro si se acerca a los demonios... el es mitad shinigami.. eso lo pone en peligro con tipos como tú?
- Le he hecho daño cumpliendo el deseo que su padre no puede?

Jill lo miro con sorpresa, dejo de tratar de soltarse por un breve instante, el duque acaricio la barbilla de Jill mirándola con sus penetrantes ojos plateados ocultos ligeramente detrás de mechones de cabello blanco.

- No es tu hijo quien corre peligro- susurro en su oído – es el mismo Kalipso el que se arriesga si Alexis entra al mundo de los demonios... después de todo... a mi hermano le avergüenza tener como hijo a un hibrido como Alexis
- No! eso es mentira.. Sebastian jamás se avergonzaría de...

Dejo de hablar repentinamente, el duque la había silenciado depositando un agresivo beso en sus labios, Jill sintió lo fríos que eran, intento alejarlo, pero... no podía moverse

- Deja a mi hermano- susurro mirando fijamente a la sorprendida Jill- yo puedo darte a ti y a mi sobrino lo que él no puede, el no ha sido honesto contigo, y solo te ha tratado como un premio durante este tiempo... piénsalo shinigami... quieres que Kalipso te siga tratando como a un objeto cualquiera que será desechado en cuanto pierda su valor?

El duque libero a Jill la cual cayó de rodillas al piso, se sentía débil como si... como si hubieran succionado su energía de repente. El duque se alejo por al desierto camino que conducía de regreso al salón mientras se relamía los labios y esbozaba una sonrisa satisfecha y maliciosa, aquella shinigami de la cual su hermano estaba encaprichado tenía un alma exquisita, casi tanto como la del conde Phantomhive y sus hijos.

woooooo!!!! maravillosooooo!!! *Q* me encanta me encanta me encanta!!!!! ^U^

fantastico estubo el fic! ^^ woe woe...quiero matar a ese demonio de las narices!!!!! maldito sea grrrrrrrrrr!!!!! lo cortare en pedacitos!!!!! y se que dijiste de guerdarnos la ire...pero esque se lo merece!!! ><

tu chiste molo XDD espero la contii! ^^

jajaja que bueno que les gusto mi chiste jeje... no soy muy buena en esas cosas pero.. pss el intento se hace

mew.. despues de unas pesadas semanas de clases (me muero aunque mi profe de radiologia me mata de risa) pues al fin puedo traerles la actualizacion.... preparen sus armas y... todo lo que quieran.. por que va a correr sangre *se esconde en una trinchera* lo siento Alioth tu te lo buscas ^^

Capitulo 6

El duque regreso al baile con una visible sonrisa de satisfacción en el rostro, aun se relamía los labios debido al sabor del alma de Jill. Estaba más que dispuesto a arrebatársela también a su hermano, ya le había quitado en cierto modo a su hijo, por qué no quietarle también a su amante con tan exquisita alma, y tan deseable cuerpo?

Sonrió con burla al pasar al lado de Sebastian, el cual simplemente lo miro con molestia y un ligero destello carmesí en sus ojos, pero no podía hacer nada, aunque quisiera golpear a su hermano, no podía hacerlo.

Jill no regreso al salón, se sentía confundida y debilitada, hizo lo que pudo para regresar a casa de Ciel, ya no tenia ánimos de fiestas, quería volver a su trabajo, alejarse de todo lo que estaba pasando en ese momento.

Subió a su habitación quitándose como pudo el vestido y se tumbo en la cama, las palabras de aquel demonio rondaban su cabeza, acaso era verdad que ella no era más que un trofeo para Sebastian? Era verdad que ella y el eran los primeros en mantener una relación de pareja, e incluso tener un hijo, los shinigamis y demonios no podían convivir juntos, intentarían matarse, incluso ella lo había intentado una vez, intento atacar a Sebastian la primera vez que se conocieron, en qué momento cambio eso?

Se suponía que Jill odiaba a Sebastian, por que había cambiado entonces? Sebastian siempre había sido amable con ella, aunque era una shinigami, el jamás intento atacarla, pero... eso era por que Jill era invitada de Ciel? De haber sido distinto... Sebastian la hubiera atacado?

Sintió un enorme vacío en su pecho pensando que así pudo haber sido, que ella y Sebastian siguieran intentado matarse el uno al otro, ella estaba segura de amarlo a él, aunque fuera un demonio ella lo amaba, y lo había dejado muy claro en ocasiones anteriores, pero... él? La amaba como ella lo amaba a él? O solo seguía con ella por cuidar de Alexis? O por respetar la orden que Ciel hizo años atrás, de tomarla por esposa y brindarle su apellido a ella y a Alexis?

Pero, estaba la marca en su espalda, Sebastian la había colocado para dejar por sentado que Jill era su pareja, no solo en el mundo humano, sino también en el inframundo y en el mundo shinigami, “Acaso no te marco como de su propiedad? Acaso no puso su marca en ti dándole a entender a los demás demonios que eres suya y que nadie puede tocarte?” esas palabras llegaron de inmediato, lo había hecho realmente por ello? Sebastian le había dicho que con esa marca se aseguraría que ella no estuviera en peligro, y que además iría a rescatarla si eso sucedía, pero... acaso esa marca no era una advertencia para los demás demonios de que no se acercaran de lo contrario tendrían problemas con él?
No era una manera de anunciarles a todos los demonios y shinigamis que ella tenía un dueño? No era acaso una manera de exhibirla como únicamente su pareja, suya y de nadie más?

Contuvo sus lágrimas, si le preguntaba eso a Sebastian que respondería? Evitaría responder? Lo negaría todo? Sinceramente ansiaba escuchar una negativa de parte de Sebastian, quería que lo negara así se sentiría tranquila, pero... y si no era así? Si Sebastian afirmaba lo que ella estaba sospechando? Como reaccionaria? Se sentiría usada por el seguramente, sería un duro golpe que no estaba dispuesta a aceptar de ningún modo.

Cerró los ojos tratando de dormir, su corazón golpeaba su pecho con furia, quería una respuesta, quería no haber escuchado jamás a ese dichoso duque, y quería a su hijo de regreso, a su siempre amable y servicial Alexis.

Despertó un par de horas más tarde, la habitación estaba a obscuras, pero sintió como si algo se recostara a su lado, vio unos ojos carmesís, así que de inmediato se puso en guardia, lista para atacar, pero... aquel demonio sostuvo sus manos

- Shhh- le dijo tranquilo- acaso tenias pesadillas?- le pregunto, por un momento ella había creído que se trataba del duque Brightmore, pero era Sebastian el que estaba a su lado- por qué estas tan asustada?- le pregunto besando su frente y bajando a sus labios, y después a su cuello
- Tenía pesadillas
- Por eso es algo problemático que los shinigamis duerman, ya que son muy susceptibles a las pesadillas
- Parece como si eso te molestara- bufo Jill
- Yo creo que alguien te puso de malas- insinuó Sebastian recostándola y apoyando ligeramente su peso sobre ella- o me equivoco?- pregunto lamiendo su cuello
- Sebastian basta- dijo Jill alejándolo un poco de ella- de verdad, no estoy de humor para esto

Sebastian la miro fijamente, era la primera vez en 19 años que Jill se negaba a él, algo de verdad no estaba bien con la shinigami, y ella trataba de ocultarlo.

- Que sucede Jill?- insistió
- Por que debería de pasar algo?
- Jill, sé que me ocultas algo, además... jamás te habías negado a mí de esa manera
- Acaso te molesta que me haya negado a estar contigo?
- Y que harás si digo que si
- Darme la vuelta e ignorarte- dijo Jill dándole la espalda, Sebastian la tomo de los hombros y la giro en la cama de nuevo, haciendo que quedara frente a él, beso sus labios de una manera exigente- Sebastian basta, te dije que no quería hacerlo esta noche
- Por qué te estás negando a mí?
- Porque no estoy de humor está bien?
- Jill que es lo que te pasa?
- Solo.. estoy algo mal, estoy.. deprimida, no sé qué pasa eso es todo
- Es por Alexis no es así?
- Y por el hecho de que hayas ocultado que tenias un hermano
- No considere necesario decirlo en ningún momento, excepto por que el apareció, tenia siglos de no verlo, y la verdad jamás me importo
- Pero, aun así, no pudiste siquiera mencionar algo de tu familia?
- Por que debería de mencionarle eso a un shinigami
- Por qué? Pues porque soy tu pareja o no?
- Intentaras usar eso de excusa para chantajearme
- No intento chantajearte, solo pienso que hubiera sido considerado de tu parte mencionar siquiera algo de tu familia
- Entre menos sepas de ellos mejor – respondió Sebastian levantándose de su lado y dándole la espalda- entre menos sepas de los demonios más segura estarás de ellos
- Sebastian, soy una shinigami... nada me mantiene a salvo de los demonios
- La marca en tu espalda los aleja, con ella ellos se dan cuenta de que tu... eres mía... y que nadie puede ponerte un dedo encima a menos que quiera enfrentarse a mi
- Realmente por qué pusiste esa marca en mi espalda?
- Porque eres la madre de mi hijo, mi esposa en este mundo... eres mi shinigami y no quiero que nadie ponga un solo dedo sobre ti, sobre todo los de mi especie
- Sebastian, sabes que los demonios y los shinigamis somos enemigos a muerte, que mas podría hacer un demonio que tratar de matarme
- Tratar de poseerte- respondió este – tanto en tu mundo como en el mío es un suceso extraño que haya nacido un hibrido mitad shinigami mitad demonio, producto de la unión de ambas especies
- Hablas de Alexis como si fuera un bicho raro
- En mi mundo lo seria, así como tú, Jill nunca jamás había existido un shinigami que se someta a los deseos de un demonio, es obvio que mas de alguno deseara poseerte
- Sebastian no soy una cualquiera!- se defendió Jill indignada, de verdad los demonios la veían de esa manera? Y él? La veía igual que los demás?
- Yo sé que no lo eres, pero... Jill no puedo cambiar el pensamiento de mi raza, ellos te ven de esa manera, intentaran tenerte como una mascota que se someta a sus ordenes
- Pues tendrán que matarme si me quieren, no pienso ser la mascota de nadie Sebastian, ni siquiera la tuya me oyes?!- respondió Jill con firmeza abrió la ventana y salió por ella, necesitaba un tiempo a solas, aquella charla la había alterado, así que los demonios creían que era una cualquiera que se dejaba someter con facilidad? Creían acaso que podían tenerla de mascota? Pues estaban equivocados, ella seguía siendo una shinigami, y de ningún modo toleraría que un demonio intentara pasarse de listo con ella sin que antes le partiera la cara con un par de golpes, o lo medio matara con la katana

Camino por las vacías callejuelas adoquinadas de Londres, las farolas iluminaban débilmente las calles, cualquiera consideraría imprudente el hecho de estar a tan altas horas de la noche fuera de casa, las grandes mansiones que horas antes habían ofrecido bailes ahora estaban tan obscuras como el resto de la ciudad. Una delgada capa de niebla cubría el piso, recordándole la primera vez que había llegado a Londres años atrás.

Escucho pasos detrás de ella, pero no tuvo tiempo de darse la vuelta, la habían sujetado por la espalda cubriéndole la boca.

- Que hace una bella dama tan noche en la calle- le pregunto la voz del duque Brightmore
- Quítame tus manos de encima maldito demonio- gruño Jill liberándose
- Vaya, ahora resulta que eres una pequeña fiera- se rio el duque
- Acaso pensabas que sería fácil?
- Si mi hermano puede, esperaba que me resultara sencillo
- Te equivocaste de persona demonio, que sea la esposa de tu hermano no quiere decir que haya dejado de lado mi naturaleza de shinigami
- Al menos eso es lo que crees ahora- se rio Alioth- dime acaso discutiste con mi hermano y por eso estas aquí?
- No te incumbe
- Claro que me incumbe, dime, acaso te mentí en el baile? O mi hermano ya te comprobó que tu eres solamente su trofeo

Jill no respondió, solo apretó los puños molesta dispuesta a soltarle un fuerte golpe a Alioth si era necesario, Alioth la acorralo entre él y la pared, relamiéndose los labios, no podía resistirse más a probar de nuevo al alma de aquella rebelde shinigami.

Beso ligeramente sus labios saboreando el alma de Jill, volvió aquel beso un tanto exigente, saboreando cada vez más el alma de Jill, seguía sin saber cómo su hermano tenía a su alrededor almas tan exquisitas y que no supiera aprovecharlas.

Fue alejado de golpe, además de la shinigami que lo había empujado, Sebastian ahora estaba a su lado, un claro destello purpura brillaba en sus ojos, tomo a Alioth de la camisa y lo azoto contra la pared del callejón.

- Aléjate de ella Alioth
- O si no?
- No responderé de lo que pasa
- Le harías algo a tu hermano mayor?
- No tienes idea- gruño Sebastian- ponle tus manos encima de nuevo, y me asegurare de que te quedes sin ellas
- Querido hermano, crees que me asustas?
- Estas advertido Alioth
- Espero que esta vez seas más eficiente que para retener a tu hijo- se burlo, Sebastian se enfureció y le soltó un puñetazo que fue recibido por la pared de ladrillos, Alioth ya no estaba.

Jill respiraba agitada, se sentí mareada, y débil, además aquel semblante que Sebastian tenía le causaba un ligero miedo, solo había visto a Sebastian así de molesto una vez, y no había sido agradable, tan solo había esperado que no se repitiera, pero... al parecer Alioth lo había provocado

- Volvamos a la casa de Bocchan – dijo Sebastian seriamente tomándola del brazo
- Puedo caminar sola si no te molesta
- No me importa si puedes o no, camina, Alioth aun puede estar cerca- gruño Sebastian
- Que estés molesto con el no quiere decir que me trataras así Sebastian
- Tampoco dejare que cualquier demonio ande besuqueándote por las calles de Londres, recuerda que eres mi esposa, y nadie puede tocarte además de mí... si fui claro?

Jill lo miro molesta y la obligo a soltarla, camino delante de él, durante el trayecto no se dirigieron la palabra, Jill estaba molesta por ese comportamiento de Sebastian, como si lo que el maldito de Alioth hizo hubiera sido su culpa.

ÑAAAA!!! LO MATO LO MATO LO MATO!!!!!! ÑAAAAAAAAAAA!!!! *coge espadas, pistolas y de todo* LO VOY A DESCUARTIZAR!!! MALDITO DEMONIO DE LAS NARICES!! LO QUE HAY QUE AGUANTAR!! espero que Sebas lo patee bien fuerte grrrrrrrrrrrr ...pobre Jil DDDDD: esta muy confundida..y con lo que Sebas la quiere...jpo TT-TT....maldito duque del demonio!! grrrrrrrrrrrrr ...BUEN CAP!! ^^ espero el proximo con ansiaaas!!! ^^

Uff... veo que no soy la unica sometida por las tareas ;w; al fin me puse al dia con el fic!

Primero: Tu chiste xDDDD De verdad me sacó carcajadas jajaja

Segundo: AAAAAAGH!! MATARE A ALIOTH SI SEBAS NO LO HACEEEE!! *Saca la guadaña de la muerte de Grell* (?) Pobre Jill, lo que tiene que soportar por el maldito hermano de su esposo ToT Todas esas dudas que le provoca, ñaaaaaah! Sebas te ama, no lo dudeeees!

¡¡NOS VEMOS!!

pobre alioyh me lo van a matar antes del final XDDD bueno el selo busca ni como ayudarlo

despues de un poco de arduo trabajo, por fin pude terminar este nuevo cap... chicas preparen sus bolsitas de sangre para las hemorragias... que esta faceta de sebas chan le dara ternura a mas de alguna o me aviento de un puente

Capitulo 7

Jill entro a su habitación y le dio la espalda a Sebastian, el mayordomo simplemente apago las velas de la habitación y salió de ahí, Jill se hizo ovillo debajo de sus colchas, estaba confundida, quería a Sebastian con ella pero a la vez quería que le diera espacio para pensar, su comportamiento había sido extrañamente posesivo, tal como Alioth había dicho.

Un par de lágrimas asomaron por sus ojos, sería posible que después de 19 años Sebastian solo la viera como su posesión, es que jamás había habido algo entre ellos? Jamás la había amado como ella a el?

Sebastian por su parte estaba molesto, molesto con Jill por negarse a estar con él, por creer las ridículas palabras de Alioth, por culpa de su hermano su hijo se había alejado de ellos, y ahora su esposa dudaba de él. Se recostó en la cama que había en la habitación del mayordomo, ósea la suya, jamás había dormido ahí, no dormía realmente, pero simplemente meditaba las cosas, a veces olvidaba que Jill era una shinigami, era normal que Jill llegase a dudar el por qué él estaba con ella, pero le enfurecía que ella dudara por causa de Alioth.

Jamás le había dicho por que estaba con ella, para él la llegada de la shinigami la primera vez había significado una enemiga mas, incluso estaba dispuesto a matarla de ser necesario, pero Ciel la había invitado a su mansión, Sebastian no podía atacarla aunque quisiera, aunque la shinigami tampoco lo veía con tan buenos ojos.

Cuando había cambiado eso para él? Que era lo que veía en aquella shinigami, naturalmente ella era su enemiga, por qué entonces ahora era su esposa? Porque había bajado la guardia con ella y se había entregado a su deseo de poseerla, no solo como un juego, si no poseerla solo para él.

Que había cambiado en su manera de ver a Jill? aquella joven shinigami no era como los demás, la mayoría eran demasiado fríos y de alguna manera mecánicos y aburridos, pero Jill era demasiado rebelde, incluso para los mismos shinigamis, eso le había costado un castigo, cuya sentencia era estar en el mundo humano hasta que sus superiores lo consideraran conveniente. Había sido entonces que ambos se habían conocido, justo antes de que el atacara a su hermano tratando de deshacerse de Jack el destripador. Había sido en ese momento en el que la shinigami había protegido a su hermano de ser atacado, aquella había sido la primera vez que se habían visto. El desprecio entre ambos había sido inmediato.

Jill había sido expulsada temporalmente del mundo shinigami por una falta tan sencilla como no usar sus anteojos, Sebastian había pensado que aquel castigo era exagerado y ridículo, pero para su sorpresa Ciel había llevado a Jill con ellos.

La joven shinigami había intentado atacarlo varias veces sin éxito alguno, hasta que por fin desistió de hacerlo, fue cuando empezó a apoyar a Ciel en sus trabajos, los poderes de shinigami a veces hacían más fácil el trabajo de Sebastian, al menos en un par de ocasiones sirvieron para darse una idea de la situación.

Aun así, durante el caso de los niños secuestrados por un circo ambulante, Jill había insistido en luchar de nuevo contra Sebastian, aquella noche Sebastian pudo hacer uso de sus poderes contra ella, pero por qué no la había matado cuando pudo? Simplemente se había limitado en clavar varios cuchillos de plata en las extremidades de la shinigami. Después de la batalla la había cargado en su espalda, y había tomado a Ciel en sus brazos y se había alejado para mantenerlos a salvo. Había cuidado de las heridas de Jill para que estas sanaran adecuadamente, sabía que no tardaría en sanar, sin embargo había cuidado mucho de ella para que no tuviera complicaciones.

La shinigami también lo había apoyado cuando el mismo fingió su muerte, y el había cooperado con ella para qué pudiera realizar su labor sin ningún problema. Pero no fue hasta aquel viaje en el Campania, aquel lujoso barco que había naufragado después de estrellarse de costado con un iceberg, cuando él se entero de los verdaderos sentimientos de la joven, cuando no solo la vio como una shinigami, sino como la joven mujer que era.

Sebastian estaba ebrio cuando se dio cuenta de ello, la joven shinigami había cuidado de él, pero además había buscado refugio a su lado en mitad de la noche a causa de una pesadilla. Fue esa noche en la que el se había percatado de lo increíblemente vulnerable que era, no era como todas las mujeres que el había conocido, las cuales solo sucumbían ante su apariencia física, Jill era distinta, ella jamás había sucumbido ante los encantos de Sebastian, y vaya que se había esforzado en un par de ocasiones para lograr cautivar a la shinigami solo por diversión, ambos intentos terminaron en un rotundo fracaso, ella jamás se había dejado cautivar por sus lascivas miradas ni sus indiscretas palabras.

La había observado más de cerca, la shinigami lucia aterrada por aquella pesadilla, Sebastian había acariciado la piel de la mejilla de Jill, la tersa piel de un shinigami era aun más suave que la piel de una dama de la corte humana, era completamente diferente a lo que el había visto en toda su existencia, la shinigami era rebelde, ágil, poderosa, era una shinigami de menos de un siglo de edad, una niña entre los de su tipo, sin embargo su fuerza sobrepasaba por mucho a varios shinigamis que el mismo había enfrentado, pero a pesar de todo eso, Jill también era dulce, inocente, amable... e incluso podía llegar a lucir linda, y causar una especie de ternura estando de aquel modo tan vulnerable.

Había sido aquello lo que lo había atrapado de ella? Su comportamiento tan... especial que tenia, era chica difícil, de eso estaba seguro, había temido dejarla en el barco mientras este se hundía, pero ella se había negado a ir con él y Ciel y ponerse a salvo, se había arrojado de nuevo al agua para sacar de ahí a su hermano y al ridículo shinigami rubio prometiendo alcanzarlos después.

No había sido hasta que llegaron a tierra cuando por fin ella había aceptado sus sentimientos, se notaba que estaba asustada y confundida, pero él le hubiera correspondido en ese momento de no ser por las terribles heridas causadas por Undertaker el cual había estado a punto de matarlo.

Años después se había entregado a ella, y ella se había entregado a él, habían tenido un hijo y habían superado dificultades manteniendo a salvo a su pequeño, porque ahora en cambio tenía tantas dificultades?

No podía hacer entrar a Alexis en razón el cual se había marchado para vivir con su tío, Alioth no conforme con esto estaba intentado seducir a Rachel, pero no era lo único, además intentaba arrebatarle a Jill, a SU shinigami a la fuerza, intentaba confundir el corazón de Jill haciéndolo quedar a él como un villano, y lo estaba logrando, Jill estaba asustada y confundida, Sebastian sabía que estaba vulnerable, pero no sabía cómo acercarse a ella.

Paso toda la noche pensativo, recordando de vez en cuando viejas memorias de los primeros días de Jill en el mundo humano, a veces una traviesa sonrisa se dibujaba en la comisura de sus labios, se levanto y salió de aquella habitación, subiendo a la de Jill, la shinigami estaba hecha ovillo debajo de las colchas, se acerco sigiloso a ella, y acaricio su mejilla, sus ojos se veían hinchados, aparentemente Jill había estado llorando hasta hacia poco, sus mejillas aun estaban húmedas.

Sebastian paso sus dedos por el cabello de Jill, la shinigami solo suspiro llamando a Sebastian, el se acerco a su oído

- Aquí estoy aun- susurro dulcemente, la shinigami sonrió y siguió dormida.

El verla así le dio la determinación a Sebastian de no dejarse vencer por su hermano, recuperaría a su hijo, y protegería a su esposa sin importar que pasara, sin importarle si tenía que enfrentarse con su hermano cara a cara para demostrarle su verdadero poder, haría cualquier cosa para poner a Alioth en su lugar.

SUGOI!!!! SUGOI SUGOI!!! que tierno es Sebas por dios!!! *Q* nyaa nyaa que linda historia de amor!! ^^ y si, es verdad, Jill esta super tierna cuando duerme xP

Sebas!!! tienes que pegarle fuerte en el rostro al demonio ese!!! grrrrrr demuestrales a Jill y a Alexis que los quieres!!!:'DDDD

ESPERO YA EL PROXIMO CAP CON ANSIASSS!!! ^^