Actualización ( y planeo actualizar seguido hasta acabar)!!! El Demonio que resurge de las sombras, Un nuevo problema para la casa Phantom. Capitulo 25

oow!!ya sabia yo que te pasaba algo malo DDD: estas ya mejor Jill?
aah, es cierto que se piensan que solo tenemos tiempo para las tareas y ya tsk, pero en fin, es lo que hay u.u

genia el cap!!!! :DDDDDD

Alioth me sigue sacando de quicio!! tsk, estúpido demonio de las narices!!


bueno que Sebas estuviese allí para rescatar a Jill :3

Ñaaa!! sabia que Alexis seria buen demonio!^^

wii!! pues nada, espero el siguiente cap ansiosa entonces! ^^/

TIEMPOOOOOOOOOOOOOO

QwQ al fin tengo tiempo... soy libre (entre comillas por que de seguro me traerán de chacha en casa)

demo demo demo.... me di mi tiempo para actualizar y no dejarlas mas con la duda de que sigue.. espero pasarme mas seguido por aquí.. y gomen por hacerlas esperar tanto QwQ

weno sin mas aquí les dejo el nuevo capi ... y una sorpresa (creo)

Capitulo 20

Alioth había seguido actuando como un aristócrata normal después de la boda de Alexis y Rachel. La sociedad simplemente pensaba que Alexis vivía en la mansión Phantom debido a que Rachel aun era muy joven y ambos habían decidido no trasladarse a una nueva residencia... sin sospechar que Alexis realmente era hijo del mayordomo y la invitada de Ciel. Lamentablemente para él, no podía revelar ese hecho ya que no solo hundiría el buen nombre de los Phantomhive sino también el suyo.

Miraba por la ventana de su despacho, su hermano y su sobrino se habían dedicado a frustrar cada uno de sus planes, su paciencia y sus energías estaban al límite, estaba cansado de tratar de obtener las cosas de una manera tan meticulosa como había estado haciendo, es por esa razón por la que planeaba dar el golpe a su manera sin importar lo que debía sacrificar, o a quienes debía sacrificar para conseguirlo.

Habían tenido semanas de paz en la mansión, incluso los asesinatos en la ciudad se habían detenido, Ciel no confiaba en que eso fuera a durar mucho, al igual que Jill y Sebastian permanecían alerta ante cualquier eventualidad, lo único que no esperaban era la visita de los marqueses Middleford así como de Edward, Asaine y Nicole.

Habían llegado a pasar tiempo con Ciel, ya que pronto seria su cumpleaños, había estado tan encerrado en el trabajo que lo había olvidado por completo, además no se sentía del todo con ánimos para una celebración ni nada por el estilo, pero aun así accedió a la petición de su esposa de hacer una cena en honor a él. Una cena con su familia tampoco sería el fin del mundo.

Sebastian preparo todo para la cena de esa noche, mientras los marqueses charlaban con Jill y Lizzy y los mellizos en una de las salitas, Alexis por su parte pasaba el mayor tiempo que podía con Rachel, gracias a los entrenamientos con su padre podía controlar su instinto demoniaco sin causarle daños a su esposa.

Charlaban de muchas cosas, sobre todo de la próxima boda de Vincent con lady Turpin, Vincent se sentía algo apenado por la charla que se desarrollaba en torno a él.

Sebastian tuvo todo listo para la cena, había decorado el salón y preparado una magnifica cena para su amo, así como había horneado un estupendo pastel para él.

Cerca del anochecer llegaron a la mansión algunos invitados que no esperaban, Saine el hermano mayor de Asaine acompañado por su mano derecha Damián, así como Grell acompañado por William.

- Oniichan?!- exclamo Jill al verlo
- Imouto!!- sonrió Grell abrazándola – me alegro de verte tan bien aun con todos los problemas que han pasado
- Tranquilo... no ha sido nada muy grave después de todo
- Como que no ha sido nada grave... un demonio? Molestando a mi hermanita...
- Grell!!- se quejo Jill apenada por la escena que su hermano armaba delante de todos
- Grell Sempai siempre tan protector con Jill Sempai- sonrió Asaine al verlos – me recuerda viejos tiempos

Jill sonrió recordando los tiempos en los que vivía con su hermano en el mundo shinigami, a veces le costaba creer que hubieran pasado ya 20 años desde que había dejado su mundo para estar en el mundo humano con su esposo y su hijo.

Después de la magnífica cena, Grell permaneció abrazando a Jill unos momentos y jalando sus mejillas, Jill manoteo tratando de librarse de aquello, a lo que Grell solo sonreía, repentinamente se quedo serio...

- Oniichan?- murmuro Jill notando el repentino cambio de este – que pasa?
- Grell Sempai? Pasa algo malo?- pregunto Asaine

Grell no respondió de inmediato, solo abrazo tiernamente a su hermanita por unos momentos

- Nee Imouto...cuando pensabas decirnos que esperabas un nuevo bebe de sebas chan?
- QUEE?!!!!- exclamo Jill, todos en la sala de estar la miraron con sorpresa, todos excepto Sebastian
- Jill Sempai está esperando un bebe?!- exclamo Asaine
- De verdad?- pregunto Lizzy emocionada- será lindo tener un nuevo bebe en casa
- E..esperen- dijo Jill mareada de la impresión- yo... no...
- Aun no te percatas de ello verdad Imouto?- le dijo Grell- pero puedo sentir un ligero cambio en ti ... una energía que no es tuya ... como cuando esperabas a Alexis
- Pero.. ni siquiera me siento diferente, ni con mareos, ni debilidad... ni...
- Eso es porque no todos los embarazos son iguales- le dijo la marquesa mirándola con ternura- lo mismo paso con Asaine, no se dio cuenta de su embarazo hasta pasadas unas semanas
- Pe..pero- dijo Jill sujetándose la cabeza, miro a Sebastian levemente sonrojada, el mayordomo solo la miraba con una sonrisa tranquila
- A mí me gustaría que se tratara de una niña- sonrió Rachel- no lo crees así Alexis? No sería lindo que tuvieras una hermanita?
- Ah... yo... aun no lo asimilo tampoco- dijo Alexis mirando a sus padres
- Pero por qué? Yo pienso que sería lindo- dijo Rachel – así como sería lindo que el bebe de tía Asaine fuera un niño
- Un niño?- pregunto Edward- pero.. porque un niño
- Por que las familias con un hijo y una hija son lindas, así la pequeña Nicole tendría con quien practicar sus duelos y pienso que sería una hermana muy cuidadosa y linda con su hermanito, verdad Nicole
- Yo quiero a papa- dijo Nicole abrazada de la pierna de su padre- y a mama... y.. a mi hermanito, yo cuidare de el por qué soy una niña fuerte
- Sé que lo harás- dijo la marquesa, Sebastian se dispuso a servir el té a los invitados
- Te encuentras bien?- le pregunto a Jill cuando le sirvió su taza
- Tu como crees que estoy- dijo Jill apenada aun- esto es.. confuso
- Mi lady debería relajarse un poco- le dijo el mayordomo sonriéndole burlonamente mientras le entregaba la taza de té- esto te ayudara a calmarte un poco y a pensar la cosas más claras... ya después tendremos tiempo de charlar un poco
- Bien- dijo Jill tomando la taza de té bebiéndola poco a poco

Comenzaba a calmarse un poco, al menos la impresión estaba pasando poco a poco, al menos hasta que Grell y Lizzy comenzaron a hablar de cosas que ocuparía el nuevo bebe de la casa. Además la marquesa y Asaine se habían unido a la plática de ellos, sin mencionar que la vieja enemistad de la marquesa con Sebastian aun estaba presente, y a eso le debían aumentar los celos de madre que la marquesa sentía con Jill desde hacía unos años atrás.

- Espero seas un padre ejemplar para este nuevo hijo tuyo mayordomo- le dijo de manera seria
- Tenga por seguro que lo seré madame Middleford
- Confiare en ti entonces- dijo en un tono demasiado retador
- No decepcionare su confianza – respondió Sebastian de igual manera
- No de nuevo- murmuro Jill levantándose para salir al balcón a tomar un poco de aire

Aspiro profundamente el aroma del tranquilo bosque por la noche, mientras miraba fijamente al horizonte pensando en cosas, asimilando otras, ni siquiera se percato de cundo Alexis se acerco a ella.

- Estas bien?- le pregunto preocupado
- Estoy... un poco confusa.. sorprendida- respondió sonriendo para tranquilizarlo
- Todo esto fue... repentino- murmuro Alexis- jamás me vi a mi mismo como hermano ... a veces envidiaba a Rachel y a Vincent por el hecho de tenerse el uno al otro...
- Compartiendo un vinculo entre ellos?- pregunto Jill
- Si.. como es...
- Te recuerdo que yo también tengo un hermano mayor- sonrió Jill- es extraño pero... entre hermanos tan unidos se comparten vínculos... a veces Grell puede percibir mejor que yo el cómo me encuentro ya que soy muy descuidada... ya ves ahora... al igual que contigo.. Grell fue el primero en notarlo
- Y tú.... querías esto? Tener un nuevo hijo?
- Así es- asintió Jill- sentía deseos de ser madre de nuevo; pero... a la vez tenía miedo
- Miedo a que?
- A no ser una buena madre.. a no entender a mis hijos y que me odiaran... ese miedo creció más cuando... te marchaste de la mansión para ir con Alioth
- Lo siento- se disculpo Alexis- fui.. un tonto por haber hecho eso... haberte lastimado a ti y a papa... lo lamento
- Dime una cosa Alexis... te arrepientes de estar casado con Rachel?
- No- murmuro el joven demonio- no me arrepiento porque.. yo la amo... sentí una terrible opresión cuando supe que ellos debían de casarse... me molestaba la idea de ver a Rachel casada con otro hombre... y eso.. me llevo a hacer la tontería que hice
- Alexis... si eres feliz al lado de la mujer que amas y tu esposa también es feliz a tu lado... creo que cualquier tontería vale la pena – le dijo Jill acariciando su mejilla- no puedo odiarte por lo que hiciste por el hecho de que soy la madre mas orgullosa de verte tan felizmente casado con quien amas
- Prometo tratar de ser un buen hermano- dijo Alexis apenado
- Porque estas apenado?
- Porque no me hago aun a la idea de que seré hermano mayor- dijo Alexis rascando su mejilla- pero.. hare lo que pueda ...
- Sé que lo harás
- Volvamos adentro- dijo Alexis tomando la mano de su madre

Por un momento Jill dejo de ver a su hijo adolecente frente a ella, solamente visualizo a su pequeño Alexis, aquel pequeño de 6 años alegre al que no le preocupaba nada y el cual se sentía orgulloso de haber protegido a sus amigos aun cuando el mismo ahora tenía una marca permanente hecha con un hierro caliente en su piel, una marca similar a la que Ciel tenía. Jill se adelanto uno paso y estrecho a Alexis contra ella. Había querido decirle algo desde hacia mucho y sin embargo no se había atrevido a hacerlo

- Te extrañe tanto durante este tiempo – murmuro Jill, Alexis se sorprendió
- Estoy en casa- respondió Alexis abrazando a su madre- ya estoy de nuevo en casa.

kakskskskakakask que bello el nuevo capítulo!!! ;v; ¡OMG! La sorpresa-no-tan-sorpresa pero que igual adoré, ¡¡UN NUEVO BABY!! Y ojalá que sea niña, si no: ¡Que Sebby vuelva a violarse a Jill, pero con amor! (????) x333 jakaksks Alexis como hermano mayor, ¡moooooooooooooooeeeeeeeeee! *3* Y también la hijita de Edward como hermanita mayor, que ternura jeje x3

El Bakalioth no salió mucho, menos mal, aunque no me da buena espina que ataque, ahora que Jill espera otro baby x'I

PD: Feliz Navidad atrasada LOLOLOL

PD2: Y hablando de babys, ne, tengo algo que preguntarte por MP ewe

Wii actualizando ... lo malo es que esta muy corto el capi *la abuchean*

la verdad por mas que trato de actualizar esto rapido simplemente no se me ocurre nada... o peor se me ocurre y no tengo tiempo de hacerlo y despues se me olvida QwQ

queria actualizar ya hace rato peor pues se me empezaron a presentar cosillas con algunos animalillos por ahi.. y apenas puedo.. carajo son las 3:23 de la maañana .. yo deberia de estar dormida pero aqui ando escuchando soundtracks verdad (escucha el de titanic)... lo siento amo esa peli.. y ese arco del manga de kuro XDDD.. casi alabo a yana con eso XD

volviendo a lo nuestro, espero disfruten este nuevo cap.. pequeñito pequeñito pero muy importantito

Capitulo 21

Jill se sentía intranquila, habían estado tan tranquilos y en santa paz, había recibido noticias alegres e inesperadas y sin embargo aun tenía ese mal presentimiento de que eso no duraría mucho tiempo. Asaine y Edward estaban hospedados en la mansión de Ciel, ya que un viaje en esos momentos no era seguro ni para Asaine ni para el bebe. Incluso Saine aparecía seguido en la mansión para asegurarse que su hermana estuviera bien.

Jill se sentiría más tranquila si al menos Saine permaneciera en la mansión más que unos instantes, pero él debía regresar casi de inmediato al mundo shinigami para mantener el orden, además el reciente embarazo de Jill significaba un ligero aumento en el trabajo de los recolectores, ya que sería riesgoso para ella el involucrarse en las recolecciones.

Jill se paseaba de lado a lado de su habitación por largos periodos de tiempo, a veces tantas vueltas le causaban más mareos que el mismo embarazo.

- Creí que estarías más feliz de ser madre de nuevo- le dijo Sebastian
- No digo que no lo estoy- respondió Jill sentándose en el borde de su cama- pero ... tengo miedo Sebastian... de verdad tengo mucho miedo
- Miedo a que Jill? estás conmigo... estarán bien
- Y que pasara cuando Alioth se entere? O si atacan la mansión... yo no podre hacer mucho
- Jill ahora tu única preocupación debe ser estar tranquila de acuerdo
- Si... de acuerdo- murmuro Jill- lo prometo tratare de calmarme

Sebastian la miro no muy convencido, sabía que la shinigami no se calmaría en absoluto, pero tampoco insistió en presionarla, después de todo lo que estaba sucediendo era suficiente para mantenerla alerta.

Pasaron un par de semanas Jill tomaba algo de té con Lizzy , Rachel y Asaine, estaban charlando tranquilamente al menos hasta que Asaine palideció de repente, parecía no sentirse muy bien. Jill recostó a Asaine en el sofá para que descansara.

Lizzy estaba por llamar a Edward pero Asaine se lo impidió, argumentando que Edward debería de estar muy ocupado en esos momentos y era mejor no molestarle.

- Bien pero al menos debes descansar- le dijo Jill- tal vez deba llevarte a tu habitación
- Jill Sempai no debe de hacer esfuerzos- dijo Asaine tranquila
- Pero tú debes descansar
- Aun así no le pediría a Sempai que me cargara, después de todo... debo de pesar mucho
- No creo que sea imposible para una shinigami
- Pero... también Jill está embarazada- dijo Rachel- deberíamos de llamar a Alexis o a Sebastian
- Rachel... ellos deben de estar ocupados en estos momentos
- Aun así.. creo que sería lo mejor- murmuro Lizzy
- Bien iré a buscar a Sebastian está bien?- dijo Jill suspirando

Salió de la pequeña sala de estar para buscar a Sebastian en la mansión, le resultaba complicado ubicarlo completamente ya que su energía estaba comenzando a desestabilizarse.

Salió al jardín para tomar algo de aire y concentrarse mejor, con suerte ambos estarían entrenando fuera de la mansión. Camino unos momentos por el jardín trasero de la mansión buscando a Sebastian o a Alexis.

- Es sorprendente como tus sentidos pueden llegar a cegarse de tal manera con algo tan insignificante no crees?- escucho una voz a sus espaldas
- Alioth!- gruño Jill- como demonios ...
- Mi hermano no puede proteger toda la casa o sí? Dime donde está ahora?
- Eso no te importa
- Realmente no- respondió Alioth con burla- pero... si me importa el hecho de que en esa mansión próximamente vaya a haber un recién nacido... eso... sería un buen aperitivo sabes
- No te atrevas!- gruño Jill interponiéndose entre él y la mansión
- No me hagas reír shinigami- se burlo Alioth- tu que puedes hacer estando tan débil como ahora
- Lo que sea necesario pero no dejare que te acerques mas
- Enserio? Y como lo harás estando desarmada?
- No importa como ...
- Interesante- sonrió Alioth mostrando sus colmillos

Jill espero al primer movimiento del demonio, un primer movimiento que fue demasiado veloz para ella , recibió un fuerte golpe en el pecho, alcanzo a cubrirse con sus brazos pero la fuerza fue tal que salió desplazada por los aires, atravesando justo la ventana de la pequeña salita de estar donde estaban las demás.

- Jill!- exclamo Lizzy
- Lizzy.. váyanse- balbuceo Jill- deben irse... Alioth ...
- Alioth?- exclamo Rachel pálida- no podemos dejarte aquí..
- Váyanse!- ordeno Jill- tratare de entretenerlo pero... por favor.. ayuden a Asaine... y váyanse
- Que pasara con tu bebe?- pregunto Lizzy

Jill no respondió, se puso de pie sin mirarlas... estaba por suplicarles que se marcharan cuando sintió una fuerte presencia detrás de ella.

- Se van tan pronto?- pregunto Alioth
- No pasaras... ya te lo dije- murmuro Jill interponiéndose
- Sabes... para ser una pequeña shinigami tan llorona e inútil como sueles ser... estas teniendo una actitud demasiado molesta – dijo Alioth acercándose a grandes zancadas, Rachel abrazo a Asaine y Lizzy se coloco delate de ellas, justo detrás de Jill- de verdad piensan que harán algo? Ustedes solas
- No están ellas solas- dijo Ciel el cual estaba de pie en la entrada de la salita de estar, traía un sable con él y la katana de Jill. le arrojo esta última a la shinigami.
- De verdad creen ustedes humanos que son capaces de hacer algo?
- No deberías de subestimarnos Alioth... no dejare que lastimes a mi familia, no mientras yo viva
- Eso se puede arreglar- dijo Alioth atacando a Ciel pero Jill lo detuvo apuntándolo con la katana
- Márchate... es tu última oportunidad
- Y piensas detenerme shinigami?
- No lo hará ella- dijo Sebastian de pie en la ventana rota- aléjate de mi esposa Alioth
- Vaya... creí que tardarías mas en percatarte que estaba aquí realmente te divertiste con mis señuelos
- A decir verdad fueron un poco tediosos- respondió Sebastian – pero no puedo esperar más de alguien como tú o sí?

Alioth se molesto, sus ojos se tornaron rojos completamente comenzó a atacar a Sebastian, Ciel aprovecho esa distracción para sacar a Lizzy Rachel y Asaine de ahí. Alioth se percato de ello, de ninguna matera pensaba en dejar escapar a su presa nuevamente, ataco a Sebastian de una manera más brutal lanzándolo a un rincón de la sala de estar.

- Sabes nunca antes me había hartado tanto de ti – le dijo acercándose mientras las garras de sus manos crecían – debí matarte cuando tuve oportunidad Kalipso... – murmuro, Sebastian estaba algo aturdido y apenas estaba comenzando a incorporarse- no cometeré ese error de nuevo... – gruño Alioth atacando
- SEBASTIAN!!!!- exclamo Jill interponiéndose

El tiempo pareció ir más lento apropósito, fuera de la sala de estar Lizzy llamaba a Jill, Sebastian había reaccionado justo cuando Alioth había lanzado su ataque, pero sin embargo no pudo responder de la misma manera, ya que Jill había usado su propio cuerpo como escudo para proteger a Sebastian.

- Vaya si eres estúpida- chasqueo Alioth sacando sus garras del pecho sangrante de Jill, la shinigami solo sonrió de una manera que molesto a Alioth

Jill cayó de rodillas al piso, sostenía su pecho sangrante con una mano, la sangre corría por la comisura de sus labios y por entre sus dedos ... su vista comenzaba a nublarse poco a poco y percibía todo a su alrededor como si fuera un eco.

espero con ansias leerlo pandora .w. y como ya voy a entrar a clases.. espero poder hacer el dibujo de piero que aun te debo y sus criaturitas mordelonas

mientras hago eso... taraaan... un nuevo cap.. que yo pense que era mas largo pero que ahora resulta que no fue tan asi como yo pensaba QwQ

espero les agrade y espero sus comentarios ^^

Capitulo 22

El cuerpo de Jill termino por caer completamente al piso, justo en ese momento el poder de Sebastian se libero, estaba furioso con su hermano por lo que había hecho, furioso con el mismo por no haber reaccionado de una manera más rápida.

Alioth miro con sorpresa a su hermano, no había esperado tal reacción de el, salió de la mansión por la misma ventana por la que había entrado, Sebastian lo siguió, no tenía intenciones de dejarlo escapar.

Ciel se acerco a Jill, sus prendas estaban completamente llenas de sangre le pidió a Edward que se llevara a Rachel y Lizzy de ahí junto con Asaine, Alexis llego aprisa al lugar, había estado atendiendo a los distractores causados por su tío, cuando había sentido peligro en la mansión, vio aquella desagradable escena delante de él.

Llamo a su madre incesantemente pero no recibía respuesta alguna de Jill, miro a Ciel con algo de desesperación.

- No sé qué podamos hacer- murmuro Ciel
- Donde esta papa?
- Persiguió a Alioth... estaba furioso por lo que paso

Alexis salió de la mansión pidiéndole a Ciel que cuidara bien de su madre, avanzo por el bosque siguiendo los rastros de las energías de ambos demonios, cuando al fin los encontró, se dio cuenta de que Alioth estaba mal herido, Sebastian lo sostenía contra un árbol apretando su cuello.

- No mataras a tu propio hermano o sí?- dijo Alioth viendo a su hermano de esa manera
- Quieres ver que soy capaz?- lo reto Sebastian
- Tanto estas molesto por esa shinigami?
- Quieres ver que tanto puedo estar molesto acaso- dijo Sebastian, su voz era ligeramente distinta, mas grutal
- Padre!!- lo llamo Alexis... Alioth aprovecho esta distracción para escapar de las garras de Sebastian
- No te dejare escapar tan fácil- gruño este atravesando sus garras en el abdomen de su hermano, pero no fue lo suficientemente rápido ... Alioth había escapado de nuevo- por que interviniste?- le pregunto a Alexis, esta furico
- No lo hice por el.. mamá está muy mal... su sangre no deja de brotar

Sebastian trato de calmarse, había liberado casi completamente su energía demoniaca, sus ropas habían cambiado, sus ojos tenían aquella apariencia felina y sus colmillos y garras estaban visiblemente crecidos.

Una ráfaga de viento soplo, Alexis cerró los ojos por reflejo, cuando los abrió aquella apariencia de su padre había desaparecido, lucia como siempre con su obscuro traje de mayordomo.

- Volvamos.. no vale la pena seguir aquí-dijo fríamente mientras se encaminaba de regreso a la mansión

Alexis dudo un poco pero siguió a su padre, cuando llegaron a la mansión encontraron a Jill aun recostada en el suelo, su respiración se volvía muy dificultosa, y Ciel trataba de parar la hemorragia.

- Es imposible- murmuro Ciel el cual tenia las manos manchadas de sangre- no puedo .. simplemente no deja de brotar

Sebastian se acerco a Jill y la tomo en brazos para llevarla a un lugar más cómodo

- Bocchan debería de lavarse – dijo de manera seria- le preparare un baño en cuanto me asegure que Jill esté fuera de peligro... por favor espere
- Como puedes estar tan calmado? Sebastian Jill está muriendo desangrada
- Estoy consciente de ello Bocchan, Jill y mi hijo corren peligro debido a un grave descuido mío- respondió de una manera fría, salió de ahí para llevar a la shinigami a su habitación

Limpio las heridas de Jill sin embargo realmente era inútil, aquella herida era mucho más grave de lo que se veía a simple vista, estaba claro que si no hacia algo cuanto antes Jill terminaría por perder la vida.

Grell entro a la habitación de pronto, Sebastian no se tomo la molestia de voltearlo a ver siquiera, Grell observo la situación, notando el terrible estado en que estaba su hermana.

- Como dejaste que pasara esto?- le pregunto a Sebastian molesto, el demonio no respondió pero claramente estaba comenzando a liberar energía visiblemente hostil, Grell suspiro acercándose a su hermana – ella y el bebe están en un punto delicado – dijo acariciando la frente de Jill
- Y que sugieres? El sangrado no para con nada
- Nada de este mundo- dijo Grell sacando un pequeño frasco con un liquido purpura en su interior, Sebastian lo miro con sorpresa- no me preguntes de donde lo obtuve... lo importante es detener esa horrible hemorragia- dijo vertiendo la mitad de aquel liquido en el pecho de Jill, el cual se absorbió de inmediato en ella mientras dejaba de sangrar.
- No será suficiente para cerrar sus heridas
- Al menos su vida peligra menos ahora que no está sangrando

Sebastian no dijo nada, simplemente fue por algo de agua tibia y comenzó a limpiar la sangre de la piel de Jill, y cambio sus ropas por unas más limpias.

- Puedo preguntar ahora que haces aquí?
- Supe que mi hermana estaba en peligro
- Instinto de hermano?- pregunto Sebastian tranquilo
- En realidad me entere por medio de Saine
- Y fue él el que te dio ese frasco
- No revelare eso...
- Entonces si fue el- dijo Sebastian – la pregunta realmente debe ser... de donde consiguió el ese frasco
- Si lo supiera tampoco lo diría- respondió Grell- ahora que estamos en eso de las preguntas... dime .. como fue que dejaste que le pasara esto a mi hermana
- Uso su cuerpo de escudo para protegerme
- Vaya sebas chan esta tan débil que no puede protegerse solo?- Sebastian solo soltó un pequeño bufido- cuanto tiempo más lo vas a pasar por alto?
- No estoy pasando nada por alto
- No? y que hay del hecho de tu debilidad? Estas tan debilitado que hasta un shinigami novato puede trapear el piso contigo...
- Como mayordomo de la casa Phantomhive seria una deshonre que eso sucediera Grell-san
- Por que sigues atado a ella? Que es lo que te ata a mi hermana que no puedes consumir el alma de tu amo e ir a buscar otra
- Que un shinigami mencione eso es extraño, no se supone que es una molestia para los de tu tipo el que nosotros devoremos las almas, aun así me pides devorar el alma de Bocchan
- Este caso es distinto sebas-chan... no me importaría si mi hermana no estuviera en peligro o negaras que casi muere debido a que no fuiste capaz de reaccionar con rapidez? Ella está embarazada debería preocuparse por ella y su bebe ...
- No se repetirá de nuevo Grell –san- eso téngalo por seguro
- Y que es lo que...- Grell se vio interrumpido debido a que Jill comenzaba a reaccionar
- Se...Sebastian...- gimió adolorida, parecía que estaba en medio de una pesadilla, o que aun no superaba el shock de lo ocurrido- Sebastian... Alioth...cuidado...
- Jill... Imouto, tranquila.. despierta- la llamo Grell- sebas-chan está bien tranquila
- Sebas...tian- se quejo Jill apretando los dientes
- Tranquila Imouto.. despierta ... todo estará bien

Jill abrió los ojos poco a poco pero su vista estaba borrosa, solo percibía la sombra roja de Grell y la sombra negra de Sebastian, al menos el estaba bien y eso era un alivio para ella.

- Sebas...- murmuro Jill estirando su mano hacia el
- Imouto... no debes hacer tonterías así de nuevo...mira que ponerte en peligro y a mi sobrino... eso es inaceptable jovencita...
- Grell san... debería dejar los reclamos para más tarde- le dijo Sebastian- por ahora me gustaría revisar la herida de Jill si no le importa
- Si como no.. la herida- bufo Grell poniéndose de pie- trátala con amor se-bas-chan

No me puedo creer que esto se haya muerto. Yo sin poder pasarme por aqui a penas y ya no hay mas capitulos.. Jill!! DDDDD: regresa del infierno!

Oooh, demasiadas cosas a la vez no es bueno ><

bueno, espero entonces que puedas escribir pronto *Q* y que genia que ya salio book of circus *u*

fdsjhfs todas querriamos a Sebas.. pero el ya tiene una, jop

Te leere en cuento pueda entonces!~

DIOOOOOS POR FIN ME METO Y VEO QUE ESTO VUELVE A TENER VIDA QuQ FBDSJBFVSDKJGBFVEWJSDKGBFVNWEKSDGNFVESD

sentia que llevaba siglos muerto esto T-T


Meno, no pacha nada el retraso, es comprensible asique no te mataremos ni nada lalalalalallalala

Pues esperare con aaaaansias (mas aun *-*) un nuevo capitulo!! NOS VEMOS~

por gloooooob jill ere increible con los fanfic te admiro muchoamo tus fanfic dese que leei el de alexis me quede obsecionada con conoser completamente todoas las historias

Muchas gracias por leer y comentar Sibella

Y a l@s que sigan aun este fic, y a las que me han tenido paciencia de verdad que no tengo manera de agradecerles lo que han esperado

Un Año... casi un año sin siquiera pasar por aquí, fui absorbida, mis practicas, mi graduación, el trabajo, muchas cosas ...

pero... supongo que dentro de lo malo lo bueno, el fic estaba estancado completamente ... de verdad que escribía tan lento por que no sabia como seguir... pero gracias a Yana-sama que me dio la clave de la inspiración para seguir...

ni todas las gracias y disculpas del mundo bastaran .. de verdad lamento mucho la demora, pero sin mas... les dejo aquí el capitulo 23

Capitulo 23

Jill permaneció recostada mirando al techo, se sentía terriblemente mareada y débil, la cantidad de sangre que había perdido habría dejado inconsciente o muerto a cualquier humano.

No dijo nada mientras Sebastian revisaba y limpiaba su herida, que podría decir? Tenía que disculparse? Suspiro sin moverse de su posición.

- Fuiste imprudente – le reclamo Sebastian terminando de colocarle una gasa en la herida- Alioth pudo haberte matado, casi atraviesa tu corazón Jill... en que estabas pensando?
- Te iba a matar – murmuro- no podía permitírselo... jamás me lo perdonaría
- Entiende que tienes un bebé que depende de ti en estos momentos... tu recuperaste la conciencia ahora pero eso no nos garantiza que el bebé este fuera de peligro...
- Yo...
- Júrame que no volverás a arriesgarte.... ni arriesgaras de nuevo así a nuestro hijo...- le dijo Sebastian mirándola severamente, Jill solo asintió agachando la mirada – bien, deberías descansar un poco, te traeré el almuerzo en unos momentos mas...
- Lo siento...- susurro Jill recostándose para dormir un poco.

Sebastian salió de la habitación de Jill dirigiéndose inmediatamente a la habitación de Edward y Asaine, el ambiente estaba tenso completamente, esperaban noticias de Jill y por lo que podía notar, Asaine no se sentía muy bien en esos momentos.

- Como esta Jill?- pregunto Asaine
- Acaba de recuperar la conciencia- respondió Sebastian – la hemorragia se ha detenido por completo, en estos momentos solo debe descansar un poco.
- Menos mal.. teníamos miedo... por ella... por su bebe- murmuro Rachel con alivio.
- Siéntase tranquila mi lady- respondió Sebastian haciendo una reverencia.

Asaine comenzó a respirar más agitada que antes, había palidecido en de un momento a otro mientras sujetaba con fuerza la mano de su esposo. Edward la ayudo a recostarse tratando de calmarla.

- Deberíamos de llamar al médico- murmuro Lizzy cargando a Nicole – este susto tampoco es bueno para Asaine ni su bebé, además... se siente mal desde hace un rato...

Edward asintió quedándose al lado de su esposa, Ciel le ordeno a Sebastian que llamara a un medico de inmediato, así como a su tía, Lizzy se trato de llevarse a Nicole, la cual insistía en quedarse con sus padres. Asaine trataba de calmarla con palabras tranquilizadoras, pero la pequeña era muy insistente en no separarse de ella.

Finalmente Alexis termino por convencerla de salir, diciéndole que su mami necesitaba estar tranquila en esos momentos porque estaba asustada, y no quería asustarla a ella también, además de que su hermanito estaba por llegar.

Poco tiempo después el médico era conducido a la habitación de Asaine así como la marquesa, Sebastian se había ocupado de preparar todo lo necesario, pero los hombres debían esperar en el pasillo. Edward daba vueltas como loco quitándose el flequillo de la cara de manera continua mientras el marqués trataba de calmarlo. Saine apareció delante de ellos junto a Damián, observo fijamente a los ahí presentes.

- Como esta mi hermana?- pregunto de manera seria
- Aun no lo sabemos, el médico, mi tía, Lizzy, Rachel y Meirin están con ella.- respondió Ciel

Saine suspiro recargándose en la pared, Sebastian pudo notar que debajo de las mangas largas de la camisa de Saine ocultaba un vendaje en su muñeca. El shinigami pareció percatarse de esto y guardo las manos en los bolsillos al tiempo que desviaba la mirada.

El demonio no dijo nada acerca de aquello, se retiro para preparar el almuerzo principalmente el de Jill y el de Asaine.

Saine estaba por volverse loco, su agudo oído le permitía escuchar claramente los gemidos de dolor de su hermana, todo lo que el médico decía y todo lo que sucedía dentro de aquella habitación, podía verlo en su mente.

- Saine – lo llamo Damián mirándolo con preocupación, Saine se sobresalto mirando a su compañero- Saine... tus ojos- susurro notando que la mirada del joven se había tornado de color verde y amarillo
- Lo lamento... estoy preocupado por mi hermana.- se disculpo
- Sabes lo que sucedería si no controlas tu poder verdad?
- Soy el ángel de la muerte... puedo suponerlo – suspiro, lo sabía de sobra, su poder significaba la muerte si no lograba tener dominio sobre él, le había costado siglos enteros dominarse, y agradecía que su hermana no hubiera llevado esa carga en ella.

Damián estaba por decir algo más pero un débil llanto saco a todos del estado de trance en que se encontraban. Edward se aproximo a la puerta a grandes zancadas esperando a recibir noticias. Cuando el médico salió casi se echaba sobre él.

- Como esta ella...? como esta mi esposa? Y mi bebé?

Saine permaneció recargado en la pared observando al médico, esperando a que este hablara.

- Lord Middleford su esposa se encuentra algo débil, pero fuera de peligro
- Podemos pasar a verla? – pregunto el marques
- Adelante- les respondió el médico dejándolos pasar

Sebastian se acerco por el pasillo con el carrito de servicio que traía el almuerzo de Asaine y Jill. Ciel le ordeno que acompañara al médico hasta su carruaje, Sebastian asintió obedeciendo la orden de Ciel.

Edward se apresuro a estar al lado de Asaine, la ex shinigami se veía demasiado débil, y con marcadas ojeras alrededor de los ojos. Su piel estaba completamente pálida y su frente estaba húmeda por el sudor.

- Como te sientes?- le pregunto
- Débil solamente- susurro Asaine – pero... estoy bien... estamos bien – agrego mirando al bebé que la marquesa Middleford sostenía en sus brazos – es un niño Edward – murmuro sonriendo- por fin pude... darte un heredero varón.
- Lo importante es que te encuentres bien Asa- sonrió Edward besando la frente de su esposa

La marquesa se aproximo a el mostrándole a su hijo, un pequeño de blanca tez con abundante cabello negro como el de su madre. El pequeño dormía tranquilamente en brazos de su abuela.

- Sus ojos se parecen a los tuyos Edward- murmuro Asaine – sus ojos son verdes
- Aun se parece mas a ti Asa- sonrió tomando al niño en brazos – es hermoso – agrego meciéndolo un poco.

Nicole se aproximo a la cama de su madre, curiosa de conocer su hermano menor, sentía un poco de celos, todos hablaban del bebé en ese momento, ni sus abuelos le hacían el menor caso. Asaine la miro y sonrió extendiéndole los brazos. La pequeña sonrió subiendo al lado de su madre abrazándose de ella.

- Como estas mami? Te ves enferma – le pregunto la pequeña
- Solo estoy cansada- sonrió Asaine besando su frente- hay alguien que quiero que conozcas – le dijo mirando a Edward el cual se sentó en el borde de la cama dejando al bebé a la vista de Nicole.
- El es tu hermanito Nicole... – le dijo Edward
- Nos ayudaras a cuidar de él no es así? Serás una buena hermana con él?- le pregunto Asaine

Nicole asintió mirando curiosa al pequeño bebé que tenía delante de ella, sus mechones de cabello eran muy distintos a sus rizos dorados que se parecían a los de su padre y su abuela, el cabello de su hermano se parecía más al de su madre y su tío Saine, de un profundo color negro.

El pequeño tallo sus ojos abriéndolos poco a poco, observo con atención a su padre y su hermana con aquellos brillantes ojos verdes.

- Sus ojos se parecen a los de papá – sonrió Nicole viendo a su hermano, a diferencia de él los suyos eran de color azul como los de Asaine.

El mayordomo entro a la habitación llevando consigo la bandeja del almuerzo de Asaine, la cual deposito al lado de la cama, en la mesita de noche.

- Gracias Sebastian- sonrió
- Lady Asaine debe comer bien para reponer fuerzas – respondió el demonio de manera tranquila
- Como sigue Jill Sempai?
- En estos momentos sigue descansando en su habitación, le llevare el almuerzo también a ella antes de preparar la mesa para que todos puedan almorzar también.
- Qué hay de su....
- Su herida ha dejado de ser un problema mi lady, debería descansar un poco más, después podrá visitar a Jill si así lo desea. Con su permiso, me retiro.

Saine siguió al demonio con la mirada, a pesar de su impecable comportamiento lo noto tenso, y además de ello podía percibir la inestable energía que emanaba del mayordomo, estaba en su límite y a pesar de ser el líder de los shinigamis de todas las ramas en el mundo sabía que el demonio necesitaba consumir un alma cuanto antes, de lo contrario lo sucedido con Jill momentos antes no sería nada comparado con los desastres que podrían ocurrir, pero que podría hacer él? Su trabajo y el de los suyos era evitar que seres como aquel consumieran almas inocentes.

- Saine – lo llamo su hermana sacándolo de su trance, el la miro con sorpresa unos momentos pero después le sonrió con ternura – por qué no cargas a tu sobrino, has estado un poco alejado desde que entraste
- Solo quería que su padre y su hermana lo conocieran primero – se excuso Saine acercándose tranquilamente para ver al pequeño, el cual lo miro con atención.- quieres que te cargue pequeño- le sonrió el shinigami tendiéndole los brazos, Edward se lo paso son sumo cuidado, las mangas de la camisa de Saine se recorrieron dejando a la vista el vendaje de su muñeca.
- Que sucedió?- le pregunto Asaine extrañada, en toda su vida con el lo había visto con vendajes una o dos veces solamente. No era habitual que su hermano se hiciera daño, o que alguien le hiciera daño considerando quien era. Saine no respondió de inmediato- Saine... que le sucedió a tu muñeca?
- Es solo un vendaje Asaine, no es nada grave...
- En ti...?
- Me lastime entrenando con Damián – respondió el shinigami – estábamos en unas sesión de entrenamiento cuando sentí que estabas en peligro, me distraje en el momento menos indicado y esto paso... no es nada... sanare en un par de horas lo sabes
- Es eso... cierto?- pregunto Asaine mirando a Damián y a su hermano alternadamente
- Lamento haber sido tan descuidado lady Asaine, le prometo que no sucederá de nuevo... no merezco perdón por haber cometido un error de esta magnitud.
- Debemos volver – murmuro Saine dejando al pequeño en brazos de su abuela – vendré a visitarte más tarde, lo prometo- le dijo a su hermana acariciando su cabello – Nicole... cuida bien de tu hermanito y de tu mami está bien?
- Lo hare tío Saine – sonrió la pequeña

Saine sonrió de manera cálida y salió de la habitación seguido por Damián, ambos shinigamis desaparecieron de la mansión Phantom en un abrir y cerrar de ojos.

Asaine suspiro viendo las sabanas que la cubrían, levanto la mirada viendo a la marquesa con su nieto en brazos mientras el marqués y Lizzy le hacían mimos y le hablaban, trato de sonreír sin mucho éxito.

- Sucede algo Asaine?- le pregunto la marquesa dejando al pequeño en brazos de su esposo
- Esta mintiendo – susurro Asaine mirando a Edward y a la marquesa
- Te refieres a tu hermano?- insistió
- Así es... Saine estaba mintiendo acerca de esa lesión en su muñeca
- De verdad? Yo lo vi muy convincente... además Damián lo corroboro- respondió Edward.
- No es verdad... lo conozco... mi hermano no es tan descuidado para haberse distraído de esa manera
- Aun cuando su hermana está en peligro?- pregunto la marquesa tratando de justificar al shinigami
- Sé que no se distraería de ese modo- insistió Asaine mirándola – lo conozco, además el... el no es cualquier shinigami para bajar la guardia de ese modo, sus reflejos son rápidos demasiado, además... Damián tampoco es tan tonto como para cometer un error así, el jamás lastimaría a mi hermano
- Asaine, cariño no se que tanto puedan hacer los shinigamis realmente – respondió la marquesa de manera seria – realmente solo conozco muy superficialmente a los que han visitado esta casa, además de Jill, pero sé que a diferencia de esta última, tú y tu hermano y ese joven, Damián, son muy diferentes a los demás. Tengo entendido y puedo notar que tu hermano merece gran respeto entre los suyos, el no es solo un shinigami mas no es así?
- Así es- murmuro Asaine – mi hermano no es como los demás, el... el es el líder de los shinigamis por ello pudo hacer lo que hizo con Edward hace años, ningún shinigami hubiera podido evitar su muerte.
- Ahora entiendo – suspiro la marquesa- tal vez tengas razón entonces al pensar que no te está diciendo toda la verdad... pero piensa pequeña, que si lo hizo de esta manera, es porque no quiere preocuparte ahora que acabas de concebir a tu pequeño.

Asaine no protesto mas, permaneció recargada en las almohadas pensando en lo que pudo haber sucedido. Termino el almuerzo mientras el marqués cuidaba del pequeño el cual dormía en esos momentos.

Sebastian le llevo el almuerzo a Jill, encontrando a la shinigami sentada en la cama respirando agitada. El mayordomo se aproximo a ella de inmediato mirándola preocupado.

- Estoy bien... solo... me falto el aire
- Estas segura de ello? Jill cualquier cosa que pase, que te sientas mal necesito que me lo digas, tú o el bebé pueden estar en peligro...
- Estoy bien Sebastian... y el bebé también... solo fue falta de aire no importa

El mayordomo suspiro dejando la bandeja con el almuerzo al lado de la cama de la shinigami.

- No tengo apetito en estos momentos- murmuro Jill agachando la mirada
- Es extraño que el bebé no tenga hambre tampoco- respondió el mayordomo mirando a Jill- Alexis tenía hambre más seguido que este pequeño – agrego aproximándose al rostro de Jill – tienes que comer algo, no pasaras todo el día en ayunas o sí?
- De verdad... estoy...
- Jill si no lo haces por ti al menos hazlo por nuestro hijo está bien? No quiero que enfermes a causa de ello, demasiados problemas hay ya con Alioth.
- Está bien- murmuro Jill viendo el almuerzo con desagrado, de verdad no tenía hambre en absoluto, y la boca le sabia a sangre después del ataque, termino el almuerzo mas a la fuerza que nada, simplemente pensando que era por el bien de su bebé.

Sebastian bajo a la cocina para terminar de preparar el almuerzo de los demás residentes de la mansión, observo su reloj, notando que estaba algo retrasado en sus deberes. Entro a la cocina encontrando a Alexis ahí.

- Vas un poco tarde no crees? – le dijo Alexis mientras movía una olla con estofado.
- No esperaba encontrarte en la cocina, no es lugar para un duque- respondió Sebastian colocándose un delantal blanco
- Y para el hijo del mayordomo de la casa?- pregunto Alexis sin mirar a su padre, se sentía culpable por lo que había sucedido
- Eres parte de la nobleza ahora Alexis no deberías estar aquí, como mayordomo de la casa Phantomhive no puedo permitirlo
- Aun soy tu hijo... y... quiero ayudar en la cocina, es lo único que se hacer bien para que te sientas orgulloso de mí...
- Alexis...
- De verdad lo siento – murmuró el joven demonio

Sebastian no respondió nada en ese momento, observo a su hijo de reojo mientras amasaba la mezcla para hacer algo de pan.

- No hay nada que hacer Alexis- murmuro- después de todo, eres mi hijo, al igual que yo, desafiaste las reglas de dos mundos... jamás entenderemos, simplemente desafiaremos las reglas por el placer de hacerlo
- Supongo que es la naturaleza de un demonio... hacer lo que nos esta prohibido
- Como cocinar el almuerzo siendo de la nobleza- le recalco Sebastian
- Digamos que quiero cocinar para mi esposa- sonrió el joven demonio apagando la estufa – como... como esta mamá?
- No muy bien supongo- respondió el demonio- intenta aparentar que se encuentra bien, pero su piel es mas pálida que de costumbre, y hace unos momentos le costaba trabajo respirar, además de que tuve que convencerla de tomar el desayuno
- Acaba de ser herida de muerte ... no sería algo normal no tener apetito?- pregunto Alexis preparando la carne
- Temo que no solo se trate de eso Alexis, no tengo perdón por haber dejado que tu madre saliera herida en esta batalla, y me temo que las pesadillas que invaden a tu madre están comenzando a atacar más seguido
- Ella y el bebé... mi hermano, están bien?
- No lo sé Alexis – respondió Sebastian – la energía de Jill es muy inestable en estos momentos, y la energía del bebe aun es demasiado pequeña, solo queda esperar que no pase nada con el mientras se recupera.

Alexis permaneció en silencio mientras acomodaba las bolas de masa en una charola. Temía por su madre, el había sanado rápidamente de sus heridas, pero que había de su madre? Que tan rápido sanaba un shinigami? A decir verdad, no sabía absolutamente nada de los shinigamis además del hecho de que se trataba de los recolectores de almas humanas. Eran los dioses de la muerte, pero por que lo eran?

- En qué piensas?- le pregunto Sebastian después de encender el horno
- Nada en especial... solo en que no sé nada realmente de mamá ni de los de su especie, a pesar de ser medio shinigami, no sé nada de ellos.
- Que es lo que quieres saber de ellos? Además de que la mayoría se la vive atrapado por su trabajo de recolector.
- Eso es algo de lo que quisiera saber... por que recolectan almas con tanto recelo?

Sebastian suspiro al tiempo que colocaba la masa en el horno y tomaba tiempo. Permaneció unos momentos en silencio antes de mirar a su hijo de reojo.

- Es un castigo Alexis... los shinigamis recolectan almas humanas por castigo
- Por castigo? No termino de entender...
- Hubo un tiempo en el que cada shinigami fue humano... – murmuro Sebastian observando con tranquilidad la expresión de sorpresa de su hijo- Los shinigamis nacen a raíz de que un humano decide terminar con su vida por medio del suicidio. Eso es ir en contra de todos los planes divinos que se tengan sobre él, en castigo por su crimen son condenados a lidiar con la muerte todos los días hasta que su alma consiga ser expiada de su pecado.
- Pe...pero eso quiere decir que... que Will, tío Grell... e incluso....incluso mamá...
- Ya no estoy tan seguro de eso Alexis... no con tu madre...
- Desde un principio sabias que ella era diferente no es así?- pregunto Saine apareciendo en la cocina junto con Damián y Grell
- Jill siempre ha sido distinta en su manera de comportarse comparada con la mayoría de ustedes- respondió Sebastian de manera seria
- No es solo su comportamiento – respondió Saine
- Toda ella, Jill no es como los demás shinigamis – murmuro Grell desviando la mirada
- Por qué? Por que mamá es tan distinta a los demás shinigamis?
- Jill no fue humana en su vida anterior – respondió Damián- Jill nació siendo una shinigami completamente

Sebastian miro con sorpresa al shinigami, que Jill había nacido siendo shinigami? En todos sus siglos de vida jamás había escuchado algo así. Un shinigami que no hubiera sido humano previamente era algo casi imposible, a menos claro que se tratara de el ángel de la muerte original los cuales en ese caso eran Saine y Asaine.

- Es muy distinto a mí y a mi hermana – respondió Saine de manera tranquila – mi hermana y yo tenemos este poder desde que aparecimos, durante siglos ambos nos encargamos de las almas de los seres que habían nacido en este mundo, y así fue hasta que ocurrió el primer suicidio. Alguien que creía que podía burlarse de los planes que le estaban destinados, alguien que pensó que podía jugar con la muerte en su propio campo.
- Fue así como nació el primero de los shinigamis?- pregunto Alexis
- En un principio había pensado en eliminar esa alma completamente del mundo, un alma así solo sería una molestia de nuevo en el mundo, y no podía permitirle tener el mismo destino que aquellos que cumplían su misión en la vida, pero mi hermana me suplico por su perdón. Argumento que se trataba solo de un alma asustada de la vida a la cual la muerte le pareció más placentera. Suplico que fuera perdonada a lo que me negué de inmediato. Después de discutir, finalmente llegamos a un acuerdo, aquella alma compartiría la carga de la muerte, enfrentándola a diario hasta que fuera perdonada. Después de ese incidente, surgieron más y más, y todos y cada uno de ellos enfrentaron la misma sentencia que incluso hoy continúan pagando todos aquellos humanos que terminan con sus vidas.

Alexis escucho atento tratando de ocultar su sorpresa, sabía que Saine era poderoso pero no hasta que punto, además estaba él como nacían los nuevos shinigamis, miro a su padre buscando alguna expresión en el pero estaba serio como siempre, después no pudo evitar mirar a su tío, el era parte de esos humanos que se volvieron shinigamis?

- Lo soy Alexis- respondió Grell de manera tranquila- quise escapar de mi vida humana poniéndole fin, y ahora pago las consecuencias de mi acto, Ronald y William también lo hacen...
- Pero... mamá...
- Ella es distinta ... – murmuro Grell, Sebastian frunció ligeramente el ceño – sebas –chan alguna vez te has preguntado por qué mi hermana es la única entre los recolectores que no necesita anteojos para ver bien?
- No le di mucha importancia- mintió Sebastian con naturalidad
- Demonios- bufo Grell haciendo muecas- te lo diré de igual manera porque ustedes necesitan saberlo, mi hermana nació de dos shinigamis, ella jamás fue humana ni tiene ningún pecado que pagar como los demás.
- Y acaso Jill es la única en esa condición? – pregunto Sebastian
- No se había dado el hecho que una shinigami concibiera, además de nuestra madre, Jill es la única que ha podido concebir, aunque claro está que Alexis no es un shinigami puro como mi hermana.- murmuro Grell- nuestros padres se suicidaron al no poder estar juntos siendo humanos, y aun con la condena que se les impuso, ellos estaban felices por poder estar juntos sin que nadie los separara. Con el paso de los siglos parecía evidente que a pesar de todo, nuestra madre no podía concebir un hijo debido a la naturaleza shinigami, fue ahí donde se topo conmigo...
- Entonces...
- Ellos me acogieron como a un hijo, yo estaba molesto por el hecho de estar condenado cuando solo quería escapar, pero nuestra madre me enseño que no todo era tan malo como parecía. Ambos me enseñaron a recolectar almas, cuando hice el examen que estaba obligado a presentar sus enseñanzas me ayudaron. Y a pesar del paso de los siguientes años, parecíamos una familia sin importar si había o no lazos de sangre. – suspiro- fue entonces que sucedió, Jill fue concebida sin saber exactamente como, nadie tenía la idea siquiera de si eso era posible, pero lo fue. Aquello era demasiada carga para nuestra madre, pero a ella parecía no importarle. Por un tiempo me sentí desplazado, pero cuando vi a la pequeña bebé, y a nuestra madre confiando en mí para cuidar de ella también, supe que no quería dejar a esa familia.
- Pero- murmuro Alexis viendo a su tío – eso... eso no quiere decir que...
- Así es- respondió Grell de manera seria- no soy realmente el hermano de Jill.

DIOS DE MI SANTA VIDA!!! llevaba como milenos sin entrar y de de de de pronto veo una actualizacion y... lloro QuQ pero... se me ha olvidado una parte asi queme da que me toca releer para saber que cojones estaba pasando xDD

lo que si se es que QUIERO PUTO ROMANCE Y ACCION Y DE TODO JILL JODER GRACIAS POR SEGUIRLO!! *hemorragia nasal*

Ok si, no tengo perdón por esto... estaba releyendo lo que tenia inconcluso... dios esos dias de escuela como los extraño pese a todo lo que sufría... la vida adulta apesta... quiero volver a la escuela enserio

de verdad mas de un año que no tocaba esto... pfff

pero estos días me estado preguntando a mi misma sí de verdad esta bien dejar las cosas a medias ... o peor cuando estaba por acabarlas... fui muy mala con aquellas que aun leían esto al dejarlas así.. lo siento... yo se que no tengo justificacion, pero se han juntado tantas cosas ... e incluso no puedo dejarme de lado la depresion que llevo casi un año cargando... lo he intentado con todas mis fuerzas... pero parcen ser pocas

de verdad si aun queda alguien aquí que pudiera dar señales de vida ... seria feliz Q.Q

dejare una pequeña actualización... la verdad el cap que tenia escrito lo dividí en dos... estaba largo y ahora este quedo corto... creo que solo ocupaba algo de motivación de nuevo.

Capitulo 24

Sebastian no pudo contener la sorpresa ante aquello que le estaba siendo revelado, durante años había tenido muchas preguntas acerca de Jill, para él, la joven shinigami era completamente diferente a los demás. Y ahora todas esas preguntas le estaban siendo contestadas por quienes menos esperaba que le respondieran.

- Estas mintiendo no es así?- respondió Alexis- tu de verdad.... de verdad eres hermano de mamá
- Lo lamento Alexis, pero realmente no lo soy...
- Pe...pero...
- No hay lazos de sangre que unan a Grell con tu madre pequeño demonio- respondió Damián de manera seria- su relación familiar es mas... simbólica que consanguínea
- Pero ... entonces...
- Todo lo que has creído hasta el momento acerca de nosotros, acerca de tu madre está por cambiar mi pequeño sobrino, aunque tu madre y yo no compartamos lazos de sangre siempre cuide de ella y siempre la estime como una hermana y a ti como un sobrino, pero Alexis, es algo que ustedes deben saber, que tu y Sebas-chan deben saber acerca de Jill
- Saber que Grell
- Saber por qué Alioth no ha dejado de seguir a Jill desde que tiene 6 años- respondió Saine- tu demonio tenias muchas preguntas acerca de Jill, ahora esas preguntas están por ser respondidas
- Creo que mi mayor pregunta en este momento es por qué decides revelar esto ahora?- le pregunto Sebastian a Saine de manera seria – pudiste revelarlo antes pero no lo has hecho hasta ahora, que te hizo cambiar de opinión
- Eres un maldito demonio insolente- gruño Damián listo para atacar, pero Saine lo detuvo
- Tienes razón demonio, hay un motivo ... de lo contrario este secreto seguiría guardado ... simplemente he considerado que debes saberlo ahora
- Saber qué?
- El por qué, a pesar de que Jill sea una shinigami, casi la pierdes hace unas horas...- respondió Saine de manera tranquila mirando el semblante molesto del mayordomo.

Alexis miro a su padre y a Saine alternadamente, también el deseaba saberlo, jamás había visto a su madre tan delicada como horas después del ataque de Alioth, su padre había podido controlar aquellas situaciones sin que hubiera consecuencias tan graves como en este ultimo ataque.

- Sabes perfectamente que no puedes matar a un shinigami- murmuro Saine
- A menos que se use una Death Scythe contra ellos... o devoren sus almas- agrego Damián
- Pero el alma de un shinigami, al ser un alma humana condenada a cumplir un castigo no resulta atractiva para los demonios – respondió Saine completando la afirmación de Damián – difícilmente eso ocurrirá entre los tuyos, aunque no es imposible.- suspiro- en el caso de Jill es diferente todo eso. Ella nació shinigami, su alma no está condenada a nada, no tiene ninguna deuda. Ni ningún pecado como los demás...
- En cierto modo, el alma de Jill es un alma pura- bufo Grell – obviamente su esencia es distinta a los demás, aunque no pueda igualarse al alma pura de un humano, tampoco se queda muy abajo.
- Un alma de un shinigami poderoso es codiciada entre los tuyos – agrego Saine mirando a Sebastian- sin importar el sabor que estas tengan... ahora imagina el alma pura de un shinigami de elite.

Sebastian permaneció serio, recordaba aquel día en el que Luna y su hermano habían asesinado a aquellos shinigamis que hicieron hasta lo imposible por proteger a Jill de pequeña. El no había participado de aquella masacre, pero había percibido la esencia del alma de la pequeña shinigami, era tan diferente a la de los dos adultos, pero simplemente lo había considerado cuestión de edad.

Ahora, casi después de un siglo se percataba de que no era así, el alma de Jill, sin importar su edad siempre había tenido aquella esencia, misma que lo volvía loco y lo llevaba al límite para poder controlarse y no tomar el alma de Jill en cualquier oportunidad.

- Jill no tiene una deuda conmigo como todos los demás – murmuro Saine observando al demonio con atención- Jill estuvo a punto de morir por un descuido tuyo demonio
- Pero... mamá no fue atacada con una Death Scythe... y, aun así- murmuró Alexis
- Jill puede morir con facilidad debido a que esta es la única vida que ha tenido – respondió Sebastian – ella no termino con su vida para estar en esta situación ... y sin embargo es una recolectora como los demás
- Eso es por decisión propia – respondió Saine- sabia que de ese modo se encontraría con aquellos que habían matado a sus padres frente a sus ojos... una de ellos ya está muerta...
- El otro intenta poseerla- murmuro Damián -  y el último de ellos...
- Duerme con ella- finalizo Grell mirando de manera seria

Alexis miro con sorpresa a su padre, aquellos demonios que habían asesinado a sus abuelos cuando su madre era una niña, de verdad se trataban de su tío Alioth y su padre?

- No te preguntare por qué sebas-chan – murmuro Grell- pero si quisiera saber que te llevo a no hacerlo en ese momento... por qué no tomaste también la vida de Jill cuando la tenias justo frente a ti ... por qué convenciste a luna y a tu hermano de dejarla vivir.
- Porque quería enfrentarme a ella cuando fuera el tiempo justo—murmuro Sebastian justo cuando sus ojos resplandecían en color carmesí- esa pequeña me parecía un justo rival, aunque claro estaba que, por la edad, teníamos ventaja, no le permití a Luna ni a mi hermano matarla ... jamás espere este resultado ... y jamás me imagine que por esta razón Jill tenía una esencia diferente...
- ¿Y qué piensas hacer ahora que sabes que ella puede morir tan fácil como un humano?  - pregunto Damián de manera seria

Sebastian lo miro frunciendo el ceño, aquel shinigami trataba de provocarle, sin embargo, no se rebajaría a responderle algo tan obvio, no dejaría que Jill estuviera en una situación tan peligrosa de nuevo.

- Sebas chan, tus expresiones son tan fáciles de leer cuando estas molesto- sonrió Grell- ¿acaso piensas mantener a mi hermana alejada de todo peligro? ¿Cómo paneas hacerlo? Sebastian lo miro con molestia- recuerda que es de mi hermanita de quien hablamos, ni siquiera tu con todos tus poderes serias capaz de retenerla por mucho tiempo.
- Al menos la mantendré alejada de todo hasta que tenga al bebe que espera- respondió Sebastian con fingida tranquilidad – la mantendré lejos de los problemas de la mansión, y lejos de su vida como recolectora – agrego mirando a Saine – espero no le moleste que ella no acuda a su trabajo en unos meses joven Saine
- No es como si estuviera en condiciones de seguir con su trabajo- suspiro el shinigami- además.... ella no está obligada a ser recolectora como los demás, bien por ahora debemos retirarnos – murmuro Saine a punto de salir de la cocina
- Espera – lo llamo Sebastian – ¿fuiste tú quien le entrego aquel líquido a Grell no es así? ¿Dónde lo obtuviste?
- ¿De verdad me preguntas eso a mi demonio?  - pregunto Saine arqueando una ceja – no es de extrañar que posea cosas así después de todo, me subestimas...- agrego saliendo de la cocina acompañado por Damián - oh una cosa más...- dijo Saine mirando de reojo a Sebastian y Grell- no permitas que Jill se entere de que el alma de sus padres está en posesión de tu hermano- agrego levantando la mano para despedirse
- ¡¿Espera… que?!!- exclamo Grell mirando a Sebastian- Sebas – chan que quiso decir con eso??
- Supongo que ni tú lo sabias – suspiro Sebastian regresando a la cocina para sacar el pan del horno – si un alma no es recolectada o destruida... esta se pierde, Alioth aprisiono el alma de esos dos shinigamis después de que le impedí matar a Jill, de este modo estaría seguro de que ella volvería cuando fuera más fuerte, y fuera un alma que valiera mas la pena devorar.
- ¡Y te guardaste eso todo este tiempo!!?- protesto Grell molesto
- No vi la necesidad de revelarlo, ustedes no podrían hacer nada en el inframundo
- Y que vas a hacer si tu hermano se lo revela a Jill
- Pienso matarlo antes de que se atreva a hacerlo, estoy cansado de sus juegos
- No entiendo como los demonios pueden matar como si fueran bestias- murmuro Grell con una mueca de asco – Saine debe estar cansando de tener que hacerse cargo de sus almas, si es que se les puede llamar así
- Generalmente destruimos la esencia del demonio que matamos, con esto evitamos que tome posesión de otro cuerpo
- Mas asco todavía – respondió Grell, después suspiro – iré a ver a Jill, me preocupa su situación en estos momentos
- Grell... creo que esta de mas repetírselo, pero de todos modos lo hare- murmuro Sebastian mirando al shinigami con un resplandor rojo en sus ojos- no puede revelarle nada a Jill de lo que hablamos aquí, sobre todo de el alma de sus padres
- Lo le diré nada Sebas-chan, crees que no sé qué eso perjudicaría más su salud- respondió el shinigami- solo déjame advertirte que ella se enterara, de uno y otro modo, es mejor que se lo digas tu cuando ella y el bebé estén fuera de peligro.

Grell subió a la habitación de su hermana, encontrándola recostada y respirando con algo de dificultad, si bien la hemorragia había parado, y la herida había comenzado a sanar, eso no quitaría completamente el dolor que Jill sentía en esos momentos.

- Grell? – susurro Jill con dificultad
- Estoy aquí Imouto-  respondió Grell acercándose a ella – si que fuiste imprudente señorita, mira que arriesgarte de esta manera
- Creía que me habías reprendido por eso ya
- Y lo volveré a hacer hasta que entiendas – insistió Grell - me alegro que estés consiente la verdad... oh Jill, no vuelvas a hacer una tontería así... ¿qué voy a hacer si te pierdo también a ti?
- Tranquilo Grell... estoy... mejor ahora – murmuro Jill, pero no pudo evitar una mueca de dolor – Grell... tengo... tengo miedo – susurro apretando las sabanas- tengo miedo hermano
- ¿Que sucede? Jill?
- Mi bebé... duele ...
- Tranquila, estarás bien lo prometo... no le pasara nada a tu bebé, pero tienes que ser fuerte me escuchas- la tranquilizó- cuando te recuperes, te llevare conmigo al mundo shinigami, necesitas un tiempo para descansar, y sebas chan también.
- Lo hare- murmuro Jill cerrando los ojos, estaba agotada, solo quería dormir días enteros si era necesario.