EN LA MANSION

si, madamme- grell salio a toda velocidad de la mansion aun sonrojado por la ''amabilidad'' de sebastian para el- pero donde se ha metido la señorita Danna? - bajo la cabeza y siguio su camino...

Tenía que admitirlo, y es que le había sorprendido el hecho de que alguien notara su prescencia antes de escabullirse al piso superior, cuando había tomado la precausión de ser tan silencioso. Ya qué más daba... sonrió amablemente y se dispuso a contestar... y no sabía realmente qué contestar.

-Oh... veo que eres rápida~... He venido desde Londres porque he oído rumores de que "ese asunto" ha estado causando problemas en el bajo mundo. Por supuesto... incluso el perro de La Reina necesita algo de ayuda. -Dijo con una sonrisa algo burlona... a juzgar por la duda en el rostro de Madam Red, ella tampoco estaba enterada...

-¿Y usted...? Supongo que no ha venido por lo mismo -Preguntó. De inmediato dirigió su mirada hacia los estantes para buscar el té, como era su costumbre. Al parecer, tendría que esperar para encontrarse con Ciel...

- Jo Jo Jo... supongo que estas equivocado Lau - dijo con un toque de misterio.

En el momento en que el asiatico habia entrado por la puerta y dijo que su sobrino tambien le habia pedido ayuda para "ese caso" se quedo un tanto asombrada ya que no pensaba que se volveria a encontrar con aquel personaje

-Veo que volvemos a coincidir en un "trabajo" - le decia mientras bebia un poco de te

-Así es... -Contestó. No era una de esas personas que nunca olvidaban un rostro, pero sí pudo recordar a aquella interesante dama roja. Y cómo no hacerlo, si era un personaje tan llamativo...

Aquel jovencito rubio le había estado distrayendo un poco desde que había llegado, y es que no paraba de dar vueltas con cara de haber roto todos los platos...

¿Podría ser que "ese asunto" hubiese llegado hasta la casa del perro guardián?... se rió internamente. Vaya pensamiento más incoherente.

Spoiler:

-Entonces, Lau... como ya sabras de que trata "ese trabajo", podrias explicarme tu propia opinion den asunto antes de que nos reciba el conde?- le respondio mientras le miraba por el rabillo del ojo.

Spoiler:

Definitivamente aquella mujer lo estaba poniendo en un apuro. Él sabía que se estaban produciendo eventos extraños en el país, que afectaban al bajo mundo y parte de la población, y que La Reina quería acabar con ello. Pero a fin de cuentas... nadie tenía por seguro de qué se trataba "ese asunto", y dudaba mucho que el propio Conde tuviese más que esa información....

-Bueno, bueno~ no hay que apresurarse... -Contestó despreocupadamente mientras sentía una mirada amarga sobre sí -Hasta ahora son pocos los muertos por toda Inglaterra y muy escasos en la punta Este. De cualquier forma, mi interés en esto es investigar a fondo y al parecer ese mayordomo es bastante habilidoso. Si resolvemos esto por completo, mi "empresa" optendrá mejores beneficios... -Terminó su discurso con su común sonrisa calmada y le dio un sorbo a su taza de té...

Cuando escucho aquellas palabras, casi se cayo del asiento (y eso que estaba bien sentada) por suerte pudo evitar que lo que le quedaba de te se le derramara

-Entonces, resumiendolo en pocas palabras... tu tampoco tienes ni idea de lo que realmente esta pasando no? - pregunto mientras recuperaba la compostura con una gota en la frente -
Eh estado escuchando muchos rumores en algunas reuniones de la alta sociedad, pero tampoco es que se pueda sacar mucho en claro... Y tambien es cierto que, ultimamente nos estan llegando algunos heridos al hospital con unas heridas como decirlo... muy poco comunes- dijo poniendose muy seria - yo tampoco se que es lo que esta pasando realmente... pero espero que por lo menos podamos avanzar con lo que nos diga el Ciel...

En una populosa zona comercial se encontraba una delicada señorita observando el brillo de unas hermosas joyas en un escaparate- ¡Ohh que bello y delicado colgante!-Pensó observando el lilaceo resplandor de la piedra.

Su amiga Madamme había olvidado por completo que ese día quedaron en una salida de compras.

-Pero algo me dice que si me dejo plantada fue por algo realmente importante, lo se-Dijo divagando en sus pensamientos.

Entro a la joyería y sin dudarlo se compro el hermoso colgante de Amatista que le había encantado.

Era una chica de gustos costosos.

Estaba saliendo de la habitación de su joven amo, cuando escuchó la campanilla de la puerta principal y apresurosamente se dirigió allí, luego de dejar la carretilla en la cocina.

- Mis disculpas por la demora - dijo con una reverencia, mientras la encontraba en el recibidor - Señora Condessa... - y le hizo un gesto para que ingresara totalmente sin quitar la vista de su mayordomo y su.... .... gatito.

Un extraño brillo cruzó por su mirada, pero la disimuló. Estaba ahí para atender a la visita y, posteriormente comprobar si todo seguía en orden con el resto de los visitantes.

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Cada vez más personas de la alta sociedad sumándose al caso. Interesante... ojalá la pequeña Ranmao estuviese allí, así tal vez podría pasar un buen rato.

Al fín, desde que se había colado en la mansión, aparecía el misterioso mayordomo. No se sorprendió de que Sebastian no le prestara atención, ya debía estar acostumbrado a sus "casuales" visitas.

-"Ahora sólo falta el plato principal" -Pensó irónicamente Lau, refiriéndose a Ciel, mientras veía a todos reunidos, incluyendo la nueva visitante.

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Cuando ingresó al salón no se sorprendió de ver a Lau sentado tan comodamente cerca de Madam Red... pero el hecho de tener tantos visitantes en la casa le seguía incomodando. Jamás se reunía tanta gente en esa mansión y mucho menos por coincidencia.

Y mucho menos por coincidencia, Lau estaba ahí.

Sonrió, dándole espacio a la Condessa para que ingresara, mientras miraba a Lau detenidamente.

- Veo que hoy habrá una grata velada - comentó, a modo general, con una suave sonrisa - Creo que debo aumentar la porción de la cena - bromeó.

Fue entonces que se percató de que ni Grell ni la nueva empleada se encontraban allí.

"Sólo espero que no hagan nada que me atrase de mis obligaciones", pensó seriamente.

Al fondo, la risa del señor Tanaka anunciaba la pronta del mediodía.

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recorrio toda la mansion donde se ''supondria'' estaria esperando la señorita Danna, tenia que apresurarse o madamm lo reñiria de nuevo ...

busco por los alrededores y enseguida fue a la ciudad a tropezones... donde se meteria la señorita Danna?

diviso de lejos a la joven Danna-chan, y chocando con las personas a su paso, corrio hasta ella, no sin antes caer una o dos veces....

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- ¿Acaso mucha gente le incomoda, señor Lau? - se escuchó detrás de él, mientras lentamente subía los peldaños de la escalera.

Le miró detenidamente, sin esfumar su sonrisa. No le gustaba que ese chino tan escurridizo se moviera a tanta libertad por la mansión.

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Sonrió. Al parecer sus sospechas eran ciertas.

Lau no estaba ahi por mera coincidencia.

- Lo lamento, pero mi señor no se encuentra en condiciones de recibir visitas de ninguna indóle, por el día de hoy. Tengo ordenes precisas de atenderlos y despacharlos como se debe, además de tomar todos los recados que esten a su nombre - respondió suavemente, sin quitarle la vista de encima - Así que si deseas transmitirle algun recado importante... - sonrió - Me temo que deberás hablar conmigo primero.

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-Ya veo... -Al parecer estaban en un intercambio peremne de falsa comprensión y amabilidad. Después de todo, eso era lo interesante en esa casa, era como un teatro donde todos representaban su papel con complacencia. -Entonces supongo que tendré que esperar un rato más. -Dijo, por fin dando la cara a Sebastian.

En algún momento, ya cedería...

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- Aunque espere un rato más, el joven amo no podrá atenderle - respondió, haciéndole un amable gesto para que se fuera de allí, mientras le bloqueaba el paso de las escaleras - Así que me temo que tendrá que venir otro día. Mis disculpas.

Y con una suave e indisd¡creta reverencia, le daba a entender que no podía seguir de ese punto.

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-¡Ohh!- Exclamo Danna.

A lo lejos vio como el mayordomo de su querida amiga se acercaba peligrosamente a ella, no sin antes dejar a mas de un transeunte en el piso.

Sin dudarlo un segundo tomo con mas fuerzas sus paquetes y bolsas...

-Espero que no se ofrezca a llevarlos-Penso asustada-Tiene buena voluntad pero poca habilidad y realmente quiero conservarlas intactas- Se dijo en un pensamiento, observando al mayordomo y a sus preciadas compras.

- señorita Danna!- se para frente a la susodicha- he estado buscandola por todas partes..-
paro un momento para controlar su respiracion y volvio a habla- Madamm Red la espera en la mansion del conde Phantomhive, es mejor que nos apuremos , la ayudo con sus compras? -