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| Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) | |
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Autor | Mensaje |
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Mokona Diseñadora estrella
Cantidad de envíos : 63917 Edad : 36 Localización : Macondo Fecha de inscripción : 13/01/2012
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Sáb Mar 02, 2013 8:47 pm | |
| me quito el sombrero ante usted señorita Bard es un personaje digno de una pelicula de Tarantino Lo adore, tan loquillo el y aventurero-hasta yo caeria en sus brazos ok no Espero la continuacion y muchas gracias por publicar | |
| | | Evangeline Reina de las letras
Cantidad de envíos : 70865 Localización : Anywhere Fecha de inscripción : 03/08/2011
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Sáb Mar 02, 2013 9:24 pm | |
| LOOOL Gracias Monse, espero no defraudarte con lo que sigue y gracias por leer y comentar | |
| | | sailor Demonio
Cantidad de envíos : 15364 Edad : 30 Fecha de inscripción : 24/09/2010
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Vie Mar 08, 2013 10:46 am | |
| Soy de lo peor,yo aquí leyendo como una viciada y nunca comento u/////u La historia de Tanaka es tan tan tan tan realista!! Que te voy a decir,si el otro día estaba leyendo un tomo de kuro toda feliz y cada vez que veía a Tanaka no podía evitar recordar tu historia?! De hecho,creo que la asimilé de una forma un poco rara,me la tomé como si fuera oficial xD El último capítulo me dio penita ;;_;; El pobre Tanaka,verlos morir a todos! Y pensar que estuvo a punto de perder a Ciel!! Me gustó que contases como se convirtió en el chibi hohoho (?) aunque la verdad es que da penita D: Pobrecito! Y Bard es genial ~ Esa personalidad pega mucho con el.Tan aventurero y tan loco mundo alante Amo los personajes así porque en el fondo ese es el tipo de vida que me gustaría vivir xD Adoré la forma que tiene de tomarse las cosas,y como se recorre medio mundo,y se hace un amiguito,y se van a Inglaterra (para más a Kent,que es el lugar más hermoso del mundo mundial <3) y tienen planes para patearse el resto del mundo!! Bueno,más bien tenían... Espero que todo le vaya bien D: Me encanta lo mucho que (supongo) te informas para escribir cada capítulo <3 pd: Sarah es una bitch! adsfasdfasdf pd 2:Parece que Momo sigue cogiendo a patitos inocentes de rehenes xD Si no continuas por nosotros,al menos continúa para salvar a pato-semapi (?) | |
| | | Evangeline Reina de las letras
Cantidad de envíos : 70865 Localización : Anywhere Fecha de inscripción : 03/08/2011
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Vie Mar 08, 2013 12:21 pm | |
| Gracias por tus comentarios Sailor, me alegraron el día después de.... ah olvídalo, lo importante es que me alegraron el día XDDD
gracias por seguir leyendo la historia y espero que te siga gustando XDD
y si, Sarah es una bitch, definitivamente y escribo para salvar patitos (?) | |
| | | Evangeline Reina de las letras
Cantidad de envíos : 70865 Localización : Anywhere Fecha de inscripción : 03/08/2011
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Lun Abr 22, 2013 5:31 pm | |
| Despues de mucho de no actualizar aqui vengo con el capitulo 2 de bard Yo pensaba hacer esta historia basándome tanto en el manga como en el anime, porque para quienes han visto uno y leído el otro notaran las diferencias existentes entre ambos en la forma en cómo llegaron los sirvientes a la mansión, pero… basándome en el tipo de uniforme que tenía Bard en el anime lo puse como soldado inglés en el periodo de colonización de África, y hoy cuando buscaba en el manga un par de datos para complementar la historia me di cuenta que el uniforme de Bard en el manga es norteamericano, tiene las estrellitas en los hombros y el sombrero las espadas cruzadas, entonces comencé a darme de golpes por no haberme dado cuenta de eso en primer lugar, ya que en el anime por el uniforme y el lugar me imaginé que era en África, pero bue… si me hubiese dado cuenta de ese detalle antes me habría basado en el manga y parte de la historia hubiese sido distinta. Y no saben cómo me he calentado la cabeza tratando de que las cosas que pasan en el manga y anime coincidan con lo que sucedía en el mundo en esa época Q_Q Aun así, espero que la historia de Bard haya sido de su agrado y que les guste la de Mey Rin que publicare en el siguiente capítulo…. Luego la de Finnian y quizás haga una de Snake, si me inspiro, incluso he pensado de hacer algo de Sebastian, después de todo el también es un sirviente de la mansión Phantomhive, y bueno, también depende de que si hay gente que lea esta historia. Gracias a quienes la leen y comentan, me hace muy feliz leer sus comentarios _____________________________________ Capitulo 6: Bardroy, segunda parte A días de estar en el calabozo se enteraron que la suerte que le aguardaba a George no era muy afortunada. Bard podría salir en unos días, pero en el juicio a su amigo lo más probable es que lo condenaran a varios años de trabajos forzados, o incluso la pena capital, ya que George había abandonado a su pelotón en uno de los peores momentos.
De esta manera Bard se enteró del motivo por el cual el padre de George en ocasiones lo miraba con reproche, él sabía lo que había hecho su hijo y era evidente que no estaba de acuerdo con ello, aun así lo aceptaba en su casa porque era su hijo.
En una entrevista de Bard con uno de los oficiales a cargo, el norteamericano se ofreció a entrar a las filas del ejército inglés si eso ayudaba de alguna manera a su amigo. Le contestaron que la única manera de que eso fuera posible era que George regresara al ejército también, pero con la advertencia de que si uno de ellos intentaba huir ambos pagarían con cárcel.
A pesar del miedo y la frustración George aceptó el trato e internamente decidió hacer las cosas bien esta vez, más que por el mismo, por Bard, ya que el norteamericano había demostrado ser una persona leal.
Fue así como ambos terminaron enrolados en el ejército. La instrucción de Bard no se hizo esperar y demostró tener cierto talento con las armas de fuego, pero en especial con los explosivos.
A comienzos de 1885 Bard y su amigo George eran unos soldados del ejército británico y fueron enviados a África, donde se libraban algunas batallas por el dominio de los territorios por parte de algunas potencias europeas.
Desde noviembre de 1884 hasta febrero de 1885 se había realizado en Berlín, Alemania, una conferencia entre Inglaterra, Francia y Alemania para repartirse los territorios colonizados en África, y así evitar los conflictos entre las potencias europeas que se estaban sucediendo por las colonias.
A pesar de que en apariencia todo había resultado bien, tropas inglesas fueron enviadas al continente negro para enfrentarse a las revueltas africanas y posibles ataques de otros países, por la ocupación de ciertas áreas. Entre esas tropas estaban Bard y su amigo George.
La travesía fue larga y extenuante. La primera etapa consistió en un viaje en barco hasta el Cairo, donde desembarcaron en el puerto, luego continuaron en un viaje por tierra que duro semanas para instalarse en su primer punto de encuentro con tropas que ya llevaban allí algunas semanas.
Su comandante era un hombre alto, de cabello casi blanco, con experiencia, por lo mismo no aceptaba que lo contradijeran u opiniones adversas, se hacia lo que él decía y punto.
Luego de unas semanas, aunque no lo hacía muy bien y siempre con prisas, Bard fue encargado de cocinar para las tropas dos veces a la semana. El cocinero había sido herido en una batalla, muriendo a los pocos días así que mientras encontraban un nuevo cocinero algunos soldados se turnaban en la preparación de alimentos.
En los enfrentamientos con los nativos africanos Bard se encargaba de proteger a George. El norteamericano tenía un sexto sentido, una habilidad que siempre lo apartaba del peligro y algunos de sus compañeros lo habían notado y le hacían bromas al respecto, preguntándole si había hecho pacto con algún demonio o utilizaba magia negra de algún tipo.
- Es solo mi talento natural – decía Bard, riendo, con el cigarrillo en la boca y esperando que esa capacidad para mantenerse vivo fuera extensiva hacia todos los amigos que estaba formando en el batallón al que pertenecía.
El grupo de Bard siguió avanzando en territorio africano, hasta llegar a una de las fronteras que se habían decidido en la Conferencia de Berlín.
La primera noche que pasaron en ese lugar, mientras estaban sentados alrededor de una fogata George le preguntó a Bard:
- ¿Crees que algún día podremos realizar nuestros planes?
- Estamos realizando uno de ellos, ¿recuerdas? Queríamos venir a África, y aquí estamos – Bard rió confiado.
- Aun así esta no era la manera en que queríamos hacerlo, siento que te he defraudado. - Íbamos a recorrer el mundo y esta es una buena manera de hacerlo, no te preocupes, además no estaremos en el ejército por siempre, solo serán unos años y luego podremos hacer lo que queramos, te darán la oportunidad de retirarte y a mi contigo, jajaja, somos jóvenes amigo, solo disfruta de la noche – Bard exhaló un poco de humo de su cigarrillo y luego dio otra chupada al mismo.
- Si tu no hubieses estado conmigo probablemente me habrían fusilado como desertor, gracias Bard, y tienes razón, tenemos tiempo aun para cumplir nuestros planes. – George lo miró con cariño y palmeó su espalda.
- Espero que no estés planeando besarme o algo así, mira que llevamos un tiempo alejado de toda presencia femenina y podrías estar empezando a parecerme atractivo – Bard rió ante su broma.
- Yo tendría que tener muchas copas en el cuerpo para que tu comenzaras a parecerme medianamente atractivo – George rio también.
Así terminó la conversación, entre risas y bromas, porque para ellos el futuro les deparaba un camino lleno de aventuras, sus planes solo se habían retrasado, nada de lo que ellos tenían pensado seria cancelado.
Los meses transcurrieron con enfrentamientos y situaciones que ponían en peligro la vida de los soldados. Bard fue promovido a Sargento por su habilidad en la lucha, y su capacidad de mantener a los hombres junto a él, con vida.
A comienzos de 1886, cuando un joven lord regresaba a su hogar acompañado de un mayordomo vestido de negro, Bard y su amigo George enfrentaban rebeldes africanos ubicadas en uno de los límites de los territorios de las colonias.
Mientras que un mayordomo demonio era educado por un niño débil y autoritario, y el niño tenía al demonio mayordomo como tutor personal, Bard, su amigo y las tropas que los acompañaban se trasladaban a un nuevo sector, los enfrentamientos continuaban y todo parecía volverse una monótona lucha en la que se trasladaban, atacaban, defendían y volvían a partir.
Pasó el año 1886 en una constante de luchas, pérdidas humanas, la llegada de nuevos soldados, los días calurosos y noches frías del África Sahariana.
A comienzos de 1887 las tropas en las que estaba Bard recibieron órdenes de continuar por una línea fronteriza con territorio que supuestamente era dominado por los franceses. Ellos debían quedarse en el lado inglés y continuar hasta la frontera con el lado alemán. Era complicado, peligroso, cualquier traspaso del límite y los franceses o alemanes lo tomarían como una violación del pacto y provocación que concluiría con una nueva batalla.
Pero el mapa que recibió el comandante había sido interceptado y estaba alterado por los alemanes con intención de comenzar un conflicto entre las tropas francesas e inglesas.
Cuando se estaba realizando el plan a seguir, el comandante dio las órdenes de continuar y atravesar la frontera, creyendo que ellos continuaban en su propio territorio. Bard se opuso a esta orden. Su sexto sentido, esa intuición que lo acompañaba le decía que algo estaba mal en esos mapas, en esas órdenes.
- ¿Acaso tiene miedo sargento? - le dijo el comandante a Bard.
- No se trata de eso, pero me parece que esto no está bien, no concuerda con nuestras últimas órdenes recibidas. - contestó Bardroy.
- ¡Ni una palabra más sargento, si continúa negándose a seguir mis órdenes le hare corte marcial por esto! – las palabras del comandante no aceptaban un no por respuesta.
George le jaló la manga de la camisa a su amigo y le hizo una seña de que lo dejara, Bard movió la cabeza molesto y ya no dijo más, pero algo en su interior le decía que esto no estaba bien y decidió, al menos, que protegería a sus hombres como pudiera.
Fue como Bard lo suponía y tropas francesas, creyendo que se trataba de una violación al acuerdo o de un ataque sorpresa, se fueron contra los ingleses y los acorralaron en unas trincheras que apenas habían alcanzado a hacer.
La batalla duró toda la tarde, así como la noche. La superioridad de las tropas francesas, en armas y hombres hizo imposible para los ingleses el defenderse apropiadamente.
A unas horas de que saliera el sol, solo Bard y su amigo George quedaban con vida. Los cuerpos sin vida del comandante y sus compañeros estaban esparcidos en el campo de batalla y tras las trincheras.
- Solo quedamos nosotros – dijo George con algo de dificultad, y tratando de sonar alegre. Ambos se encontraban tras las trincheras y hacia mucho que no se oían disparos o alguna actividad de los franceses.
George se presionaba un costado con fuerza, una herida de la que manaba sangre. Bard tenía una fea herida en la cabeza, producida por el roce de una bala, pero aparte de eso, algunos rasguños y la suciedad, parecía estar bien.
- No te preocupes, en cuanto se levante el sol volveremos a nuestra base anterior y conseguiremos salir de aquí. – Bard observaba a su alrededor, asomando su cabeza tras la trinchera esperando no ver enemigos.
- No creo… que pueda… acompañarte – dijo George con apenas un hilo de voz.
Bard lo miró preocupado.
- Pero de que estás hablando, aun no nos daremos por vencidos – Bard se acercó a George y notó la abundante sangre que salía de la herida que se presionaba en un costado - ¡¡Por qué no me lo dijiste!! – Bard buscó entre sus cosas algo con que detener la sangre.
- No puedes estar… siempre cuidando… de mi Bard, esa es una… mala costumbre… mía que deberé… dejar de lado – George sonrió con agradecimiento.
- No digas eso – Bard se oía apenado – verás que sadremos de esta.
- Bard, prométeme… que me despedirás… de mis padres – George tosió sangre luego de decir esto.
- Ya no hables de despedidas, no es necesario.
- Lo… e..s Ba… - ya no salieron más palabras de labios de George. Murió en brazos de su amigo.
Con sorpresa y profunda pena Bard sostuvo durante horas el cadáver de su amigo, llorando la pérdida en silencio.
Al amanecer una sombra negra se proyectó sobre el campo de batalla.
- Esto se ha vuelto un lio – dijo una voz.
Bard miró hacia arriba y apuntó a un hombre vestido como mayordomo inglés.
- Es una tarea incluso más allá del límite de un dios de la muerte.
Sebastian se fue acercando a Bard poco a poco, diciendo:
- Excelente habilidad de lucha. La indigna premonición que te permite escapar de una trampa sin importar que tan peligrosa sea. Tú tienes una característica beneficiosa.
- ¿Eres un enemigo o un aliado? – preguntó Bard.
- Ninguno. Solo soy un simple mayordomo.
Asi fue como Sebastian Michaelis, por órdenes de su amo, Ciel Phantomhive reclutó a quien sería el chef de la mansión Phantomhive, y se encargaría de la limpieza de intrusos cuando fuera necesario.
Sebastian sacó a Bard de ese lugar y le dio las indicaciones para que llegara a Inglaterra, a la mansión Phantomhive.
Bard estaba cansado de la muerte, triste por la pérdida de su amigo y harto del clima de África, regresar a Inglaterra, obtener un trabajo de chef y guardaespaldas para un joven noble no le pareció tan malo.
Lo primero que hizo al regresar a Inglaterra, fue visitar a los padres de George, contándoles lo valiente que había sido su hijo y que sus últimos pensamientos habían sido para ellos.
Al llegar a la mansión Phantomhive, Bard fue recibido por el mayordomo Sebastian Michaelis, fue presentado a los demás miembros del servicio, una joven sirvienta que usaba unos grandes anteojos; Mey Rin, y un anciano japonés que sonreía amable; Tanaka.
Estaba sorprendido por los pocos sirvientes de la mansión, pero se sorprendió aun más cuando conoció al joven amo. Un niño de 11 años, de ojos grandes, o al menos así lo era el que no estaba oculto por el parche negro. Pero ese único ojo, y la falta de expresión en su rostro le dijeron que ese chico había visto más cosas de las que debería alguien de su edad.
Se sintió cómodo en el lugar, aceptado con sus extrañas costumbres, con su acento norteamericano y sus extrañas ideas en la cocina. A pesar de que era poco lo que cocinaba ya que por lo general el mayordomo lo relegaba de esas funciones ante el primer error, aun así creó una buena relación con Mey Rin, y el anciano Tanaka, al igual que con el jardinero que llegó poco después que él.
Hizo nuevos amigos, y sus aventuras fueron otras muy distintas a las que imaginó con George, pero se había prometido que viviría y que disfrutaría esa vida por todos los que había querido y a los que había perdido en el camino que lo condujeron a formar parte de los sirvientes de la mansión Phantomhive.
¿Es que como chef de la mansión Phantomhive que sucedería si no fuese capaz de hacer algo como eso? | |
| | | Mokona Diseñadora estrella
Cantidad de envíos : 63917 Edad : 36 Localización : Macondo Fecha de inscripción : 13/01/2012
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Lun Abr 22, 2013 6:22 pm | |
| Al fin capitulo nuevo te creo con lo de hacer concordar los datos historicos, pero recuerda que Yana se tomo algunas libertades, pero te quedo perfecto En cuanto a Bard, fue conmovedora su historia, el solo queria divertirse, cruel destino que lo envia a la guerra Aunque en cuento leia los nombres de los países me imaginaba a Francia, Inglaterra y Alemania peleando (osease tuve fantasias hetalianas) Me gusto mucho el capitulo fue genial, y Bard es un tipo ultra cool, siempre usando explosivos para cocinar lo adoro Espero pronto leer a la peliroja y sus loqueras aventuras Gracias por publicar | |
| | | Evangeline Reina de las letras
Cantidad de envíos : 70865 Localización : Anywhere Fecha de inscripción : 03/08/2011
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Lun Abr 22, 2013 6:26 pm | |
| Gracias por la paciencia al esperar el capitulo y por comentar Monse
Y si, te creo con lo de las fantasias hetalianas
y se que Yana se tomo libertades, pero aun asi es mas divertido cuando la historia encaja en la epoca en la que se narra (cofcofellatambiensetomolibertadesconlabatallaenlaquemuereGeorgecofcof)
De nuevo gracias por leer y comentar | |
| | | Jill Arya Sutcliff Demonio
Cantidad de envíos : 44338 Edad : 34 Fecha de inscripción : 27/11/2011
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Lun Abr 22, 2013 8:07 pm | |
| pobre bard!!!!! QwQ me hiciste sentir no se que por el pobre tonto ....
tranquila eva.. asi pasa con las series y el manga... si consideramos que cuando acabaron la primera temporada de la serie el manga apenas iba si acaso en lo del principe Soma.... si es buen tramo el que falta.... sovbre todo por que el ligero pasado de los sirvientes te lo ponen en donde "matan" a sebastian.... creo que incluso ahi te dan a entender que incluso meirin habia ido para matar a ciel... por que sebas la somete frente a el
como sea.. espero con ansias en siguiente cap... quiero ver que es lo que haras con la historia de mei rin | |
| | | Evangeline Reina de las letras
Cantidad de envíos : 70865 Localización : Anywhere Fecha de inscripción : 03/08/2011
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Lun Abr 22, 2013 8:30 pm | |
| Gracias por leer y comentar Jill, y si es algo triste el final de esta historia, pero todos sabemos que los sirvientes no la tuvieron facil, aun asi sonrien
Veamos como me queda el siguiente capitulo XD | |
| | | Miss Phantomhive Demonio
Cantidad de envíos : 16188 Edad : 29 Localización : en la mansión con Sebastian Fecha de inscripción : 09/07/2011
| | | | Evangeline Reina de las letras
Cantidad de envíos : 70865 Localización : Anywhere Fecha de inscripción : 03/08/2011
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Lun Jul 08, 2013 8:29 pm | |
| Gracias por leerlo Miss, en serio
Y si, lo de Meirin se viene (o como se escriba, tampoco se como se escribe el nombre Q_Q) ya llevo avanzada su infancia, que como adelanto les digo que es bien triste ;_;
espero poder ponerme al dia para las vacaciones, o sea la proxima semana | |
| | | Miss Phantomhive Demonio
Cantidad de envíos : 16188 Edad : 29 Localización : en la mansión con Sebastian Fecha de inscripción : 09/07/2011
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Lun Jul 08, 2013 8:50 pm | |
| Animo yo se que puedes :3 y si casi nadie sabe como se escribe su nombre xDD pero ya sabes aqui andare en tu tema vigilandolo con mucho cuidado *u*
Y yo te agradezco a ti por mostrar tu fic en el foro <3 | |
| | | Evangeline Reina de las letras
Cantidad de envíos : 70865 Localización : Anywhere Fecha de inscripción : 03/08/2011
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Jue Sep 19, 2013 5:26 pm | |
| Después de siglos, vengo con el capitulo 7 de este fic Perdón por la tardanza, pero aqui vengo con la primera parte de Mey RIn, espero tardarme menos con la segunda, al menos de esta parte ya tengo la mitad escrita XD Espero sus comentarios, y que esta historia les guste Capitulo 7: MeiRin, primera parte Una pequeña niña de cabellos rojizos y grandes ojos azules corría por uno de los barrios más pobres de Londres. No tenía más de 7 años y ya se había escapado dos veces ese año del orfanato, en el cual estaba desde que tenía uso de razón.
Era el año 1874 y los barrios bajos de Londres estaban atiborrados de huérfanos, prostitutas, vagos y ebrios que visitaban los fumaderos de opio, sumergidos en los sueños que esto podía ofrecerles para ser capaces de soportar el día a día. Los dueños de estos lugares se hacían ricos adormeciendo las conciencias y el dolor.
Oculta en un callejón la pequeña Mey Rin comía un trozo de pan duro que le había dado por misericordia el panadero. Debía comerlo oculta para que ningún otro niño o vago se lo arrebatara. Así de difícil era la vida en el East End.
A ella no le gustaba el orfanato con sus reglas y castigos. Además la hacían trabajar haciendo cordones para zapatos, algo en lo cual era un poco torpe, y eso atraía la ira de sus celadores, provocando el que recibiera varios castigos a la semana.
- ¡Al fin te encontré, pequeña bastarda! ¿Creíste que podías escapar tan fácilmente? - Uno de los guardias del orfanato Saint Germain la había encontrado y la sostenía con fuerza del cuello, casi ahogándola.
Ella regresó al orfanato una vez más, y fue castigada severamente por haber huido de nuevo. Tuvo que soportar una buena cantidad de golpes y el quedarse encerrada en una celda trabajando por varios días sin comer ningún alimento.
El castigo finalmente terminó y el celador la llevaba a la habitación que compartía con otras 20 huérfanas como ella, pero se detuvo para conversar con unos hombres que parecían ser doctores por sus batas blancas. Uno de los sujetos llevaba en sus brazos a un niño de poco más de un año, rubio y muy delgado, de grandes ojos celestes.
- Asi que ese es el niño que compraron – dijo el celador a uno de los hombres, el único que llevaba traje de los tres sujetos. – El pequeño Finnian.
- Desde ahora solo será un número en un registro – dijo el tipo de traje.
El hecho no influyó mayormente en May Rin, estaba demasiado hambrienta como para darse cuenta de lo que ocurría con el niño, o que su imagen quedara en su retina.
Pasaron 3 años, era 1877. Una tarde uno de los celadores se llevó a Mey Rin a la parte trasera del orfanato. Lugar al que no dejaban ir a los niños y que estaba especialmente protegido. Uno de los motivos era por las condiciones del terreno, donde ellos podían ocultarse con facilidad, e incluso escapar sin ser notados, también estaba allí la bodega de las herramientas, siempre con llave que solo tenían algunos celadores.
Otro motivo por el cual no dejaban ir a los niños allí se debía a que era el lugar ideal para sacar provecho de algunas de las pobres criaturas de ese lugar.
Mey Rin acababa de cumplir 11 años, y lo que ella sabía de las niñas que llevaban a aquel lugar era que jamás volvían a ser las mismas. Sentía miedo y curiosidad a la vez, aunque más miedo. No quería ir, pero obedeció para evitarse un castigo.
Una vez en el fondo del terreno de entre los arbustos emergió la figura de un hombre. Su sonrisa provocó un escalofrío en la pequeña niña, quien se ocultó tras el celador.
- ¡Anda, no seas tímida! – le dijo el extraño, tomándola de la mano.
- ¡Ve! – dijo el celador, empujándola hacia el hombre – ¡Y se complaciente o te arrepentirás después!
Ella no entendía en que debía ser complaciente. Los comentarios de las niñas que alguna vez habían sido llevadas al fondo del patio trasero nunca le aclararon mucho las cosas, solo había sacado en limpio de sus acciones y comentarios que no era nada bueno. Incluso algunas de ellas habían estado heridas por días, aunque lo que más le había impactado fue el suicidio de una de las niñas. La habían encontrado colgada, con las sucias sabanas de su cama, de una viga de la habitación.
Este recuerdo dio paso a lo que en ella quedaba de valiente, trató de resistirse y recibió un golpe como respuesta. Después de esto la arrastraron hacia la bodega a pesar de sus intentos por protegerse. Antes de entrar a la bodega el desconocido quiso tocarla, pero ella tomó una de las tablas que habían sacado hacía poco de la cerca para reemplazarla y golpeó con ella el muslo del sujeto. La tabla aun tenía un clavo oxidado en uno de los extremos y se clavó en el hombre.
- ¡Maldita mocosa! – gritó el pedófilo mientras el celador se disculpaba intentando atrapar a Mey Rin que se escurría entre ambos. - ¡¡Voy a matarte!!
- La niña solo de defendió – dijo una voz tras ellos.
- ¡Jefe! – exclamó preocupado el pedófilo.
- Te dije que dejaras de jugar con niñas ¿o no? – la voz del hombre se oía peligrosa.
- Si, jefe, pero…
- ¡Oye niña! – dijo el sujeto al que el pervertido había llamado jefe – te mueves bien ¿te gustaría darle una lección a ese tipo por todas las compañeras tuyas de las que ha abusado?
- ¡Je-jefe! – El pervertido se oía preocupado – es la última vez, se lo aseguro.
- Sabes que no me importa que cosas haces en tu tiempo libre y con tu dinero, pero es de mi tiempo y mi dinero el que has estado usando últimamente.
- ¡Yo puedo explicarle!
- No sé qué problemas tengan ustedes, – intervino el celador – pero resuélvanlo fuera de aquí.
- ¡Toma! – dijo el desconocido al celador, entregándole una bolsa de libras. Era una buena cantidad – por la niña.
- La niña no está en venta, además como justifico… - comenzó a decir el celador, de manera poco convincente, en realidad esperaba conseguir más dinero.
- Di que se escapó – lo interrumpió el sujeto, dándole unas libras más.
Tomó a Mey Rin de la mano y se la llevó con él, mientras el pervertido los seguía algo acongojado, mirando a su alrededor como fiera enjaulada.
Mey Rin no sabía que sería de su vida, pero estaba tan impresionada por el aura del sujeto que la había tomado de la mano, su estatura, su rostro varonil y bien parecido, que lo siguió.
Cuando finalmente llegaron a su destino la niña se encontró dentro de una bodega adjunta a una gran casa en las afueras de Londres. Temblorosa preguntó qué hacía allí.
- Mi nombre es Nike – dijo el sujeto, me conocerás solo por ese nombre, y lo que haces aquí es darle una lección a ese sujeto, - señaló al pervertido, quien de inmediato se puso en guardia mirando hacia la salida, en realidad no esperaba que su jefe hablara en serio - y con suerte… reemplazarlo.
Un par de hombres tomaron al pervertido de los brazos y le impidieron moverse. Nike le entregó un bate de baseball a Mey Rin.
- Ahora termina lo que empezaste antes, dale una lección a ese sujeto por todas las niñas como tú a las que forzó.
Mey Rin no sabía qué hacer, se quedó mirando a uno y luego al otro.
Nike comenzó a describir de la forma más cruda lo que ese sujeto les hacía a las niñas como Mey Rin, lo que le había hecho a algunas de sus compañeras del orfanato, agregando también lo que le habría hecho a ella si no se hubiese defendido. La confusión y el miedo fueron dando paso a la incredulidad en un primer momento, pero luego a la ira al comprender el motivo en el cambio de actitud en algunas de las niñas del orfanato con quienes compartía sus días. Vino a su mente especialmente el recuerdo de Sara, la chica que se había colgado en una de las habitaciones, ella era amable, a veces la había ayudado con su trabajo haciendo cordones, o la había protegido por su torpeza.
- ¡Jefe, no puede estar hablando en serio! – Las palabras del pedófilo hicieron a Mey Rin mirarlo de nuevo.
Empuñando el bate ella se lanzó sobre él, golpeando donde tocaba, sin mucho acierto en ocasiones, pero si con mucha fuerza.
El pedófilo quedó reducido a cortadas, moretones y sangre fluyendo, pero vivo. Mey Rin jamás supo que fue de él luego de ese día, pero nunca lo volvió a ver. Aunque por las cosas que se enteró de la organización en años futuros probablemente había sido asesinado.
Ese fue el comienzo de Mey Rin en la organización Nike, mismo nombre que usaba el jefe de todos ellos. Fue entrenada todos los días, enseñándole el manejo de las armas, lucha cuerpo a cuerpo y resistencia.
Pero eso para ella no era nada, no representaba un gran sacrificio porque tenía 3 comidas diarias, compañeros que ella creía que eran como su familia y los elogios en una actividad en la que era buena. Le enseñaron a asesinar sin remordimiento alguno y ella aceptó este hecho. _______ Espero sus comentarios y de nuevo gracias por leer y perdón por la tardanza. Y si me preguntan por que la vida de estos sirvientes tiene que ser tan triste, bueno... desde que lei el manga donde los sirvientes lloran la muerte de Sebastian y la forma en que se refieren a su trabajo en la mansión y lo que les ha dado Ciel, me imaginé que sus vidas de seguro no fueron nada fáciles para estar felices de trabajar en un lugar como aquel, donde se supone tiene todo aquello que no tenían antes. | |
| | | Mokona Diseñadora estrella
Cantidad de envíos : 63917 Edad : 36 Localización : Macondo Fecha de inscripción : 13/01/2012
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Jue Sep 19, 2013 9:35 pm | |
| EVAAAAAAAAAAAAAAAA AL FIN Me daba de topes viendo cuando lo subirias pero al fin lo has hecho malvada y que puedo decir la espera valio la pena, pero fue tan poquito quiero mas *cara de fangirl desquiciada* En serio casi me muero pensando que Mey Rin seria tocada ¬¬ pero bien merecido que se lo tenia el maldito *lo patea Muchas gracias por publicar y espero leer pronto el siguiente | |
| | | Evangeline Reina de las letras
Cantidad de envíos : 70865 Localización : Anywhere Fecha de inscripción : 03/08/2011
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Jue Sep 19, 2013 9:50 pm | |
| Gracias Monse, que bueno que te gusto, y de nuevo siento la tardanza, espero no tardarme en el siguiente capitulo Q_Q | |
| | | Jill Arya Sutcliff Demonio
Cantidad de envíos : 44338 Edad : 34 Fecha de inscripción : 27/11/2011
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Mar Sep 24, 2013 9:17 pm | |
| Soy una descuidada por no leerlo antes QwQ
pero.. me encantooooo ... la verdad la vida de -Meirin si debio ser cruda y la de finnian... me encanta mucho como esta quedando eva ... suerte con acabar el proximo capitulo ... lo esperare.. aunque sea descuidada o3o
un abrazo | |
| | | Evangeline Reina de las letras
Cantidad de envíos : 70865 Localización : Anywhere Fecha de inscripción : 03/08/2011
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Miér Sep 25, 2013 1:03 am | |
| Gracias por leer Jill, espero que la historia te siga gustando | |
| | | Yue Jigoku Demonio
Cantidad de envíos : 51022 Edad : 31 Localización : Mansión di Rousseau... Fecha de inscripción : 13/09/2010
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Sáb Nov 30, 2013 9:22 pm | |
| .w./ yo pasándome por aquí >w<
he leído al fin el final de la historia de Tanaka, me morí de la tristeza ;w; pero... que lindo es Tanaka-san...nyu realmente me ha parecido una historia que le va a él y que concuerda con el como es él maravilloso... me fascino la historia
.w. también he leído la parte de Bard... ese Bard es todo un loquillo...xDDDD!!!! me ha gustado demasiado.... aunque..pobre de él, por las perdidas que paso en toda su vida hasta terminar en la mansión del Conde Ciel -w- simplemente... increíble por seguir conservando aquella sonrisa en sus labios a pesar de la vida que ha llevado, mis respetos al cocinero... que de plano..medio cocina..xDDD
ahora estoy leyendo y esperando la continuación de la historia de la linda y panquecosa Mey Rin, vivir de esa manera, y la gran capacidad y valor que tuvo al defenderse a esa edad contra ese.... **********..... ** .. mewmemwemwmew .w.#### bueno ya -w- me parece muy increíble de ella... lo cual si creo... >w< espero con ansias... pero paciente la continuación de la historia de la linda peliroja y la historia del rubio >w<
muchas gracias por compartir sus escritos con nosotras .w. en verdad... amo el como escribe >w<
esperare el proximo capi -w- ♥♥♥
suerte con las musas .w. y con lo que tenga pendiente también xDDDD le adoro, quiero amo y atesoro mi bella ama
buena suerte... GamBattE!!!!!!
♥♥♥
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| | | Evangeline Reina de las letras
Cantidad de envíos : 70865 Localización : Anywhere Fecha de inscripción : 03/08/2011
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Mar Dic 10, 2013 12:13 am | |
| Aqui me paso a actualizar esta historia Les dejo la segunda parte de la historia de Mei Rin que espero disfruten Capitulo 8: Mei Rin, 2ª parte Pasaron algunos años, Mei Rin seguía en la organización. Aun seguía siendo torpe en aquellas actividades que no requerían acabar con una vida, pero como asesina era una de las mejores y su líder sabia que con el tiempo se convertiría en la mejor. Ella se sentía protegida de cierta manera, perteneciente a algo en concreto. Ni siquiera se cuestionaba moralmente si estaba bien o mal el acabar con una vida. Había sido sacada del infierno de castigos y privaciones y puesta en un lugar donde le decían constantemente que era necesaria y que su misión era acabar con aquellos que entorpecían los buenos deseos de la organización.
Ella nunca lo cuestionó, entre otras cosas porque allí estaba Nathaniel, y para Mei Rin él era su mundo, era más torpe de lo normal cuando estaba cerca, excepto cuando cumplía una misión porque allí nada la distraía.
Mei Rin mantenía su cabello largo hasta el hombro, siempre vestía pantalón, su apariencia no era nada femenina pero esas cosas a Nathaniel no le importaban. Ella era increíble con un par de pistolas y sus problemas de la vista a corta distancia solo la hacían más adorable a sus ojos. Por supuesto Nathaniel no podía acercarse a ella de otra manera que no fuera como un buen camarada. Sabía que cualquier tipo de relación sentimental estaba prohibida dentro de la organización y el no era tan ciego ni tan confiado como la pelirroja para no saber que ellos solo eran un grupo de asesinos a sueldo que trabajaban para el mejor postor.
Los años siguieron pasando. Era a finales de 1886, Nathaniel y la mayoría de los hombres de Nike habían notado los sentimientos de Mei Rin. Ella tenía 19 años y Nathaniel 26, momento en el cual él pensó que sería una buena idea formar una familia, tener una esposa e hijos de los cuales sentirse orgulloso, porque a pesar de ser un asesino despiadado, así como la pequeña pelirroja que ocupaba sus pensamientos, había llegado a esa condición por privaciones y malos tratos, como la mayoría de los que allí estaban, aunque aun había una parte humana en el fondo de su corazón que tenía reservada para Mei Rin. Por este motivo planeó proponerle a la pelirroja el abandonar la organización y tener una vida normal o lo más cercano que eso se pudiera teniendo en cuenta a lo que se habían dedicado hasta el momento.
Como Nathaniel tenía intenciones de hacer las cosas bien, sin arrepentimientos y sin un grupo de mercenarios persiguiendo sus cabezas, fue a hablar con el líder de Nike para plantear la situación. El líder se mostró comprensivo y le pidió que no le dijera nada a Mei Rin hasta que ella cumpliera una última misión que era de suma importancia y para la cual no podía cometer errores. Nathaniel aceptó considerándose afortunado con que le hubiesen pedido solo un poco de tiempo antes de plantearle su propuesta a Mei Rin.
Dos días después el líder llamó a Mei Rin para darle instrucciones para una nueva misión, señalándole el lugar y la hora en que se encontraría con su blanco. No le dio un nombre ni señas en particular acerca de la persona con la que debía acabar, solo se le dijo que aparecería en una bodega en particular a una hora determinada y debía disparar de inmediato sin fallar.
Como en todas sus misiones ella no le informó a nadie de lo que debía hacer, siempre era un asunto que se trataba entre el líder y aquel quien cumpliera con el trabajo, el resto de los miembros de la organización no tenían por qué enterarse de aquello. Mei Rin se preparó como era lo usual.
Estuvo una hora antes en la bodega señalada, esperando oculta entre unas vigas del techo con su arma preparada para disparar apenas asomara el blanco.
Cuando faltaban quince minutos para la media noche el líder apareció tras ella sorpresivamente, de no haber sido por sus rápidos reflejos lo habría matado. El solo la miró sonriendo.
- ¡Jefe ¿Qué hace aquí?! – preguntó la pelirroja bastante sorprendida.
- He venido a cerciorarme de que todo salga bien – dijo él agazapándose tras la chica.
- ¿No confía en mí?
- No se trata de eso, esto es un caso especial, eso es todo. Juzgaremos la traición.
Mei Rin se estremeció al oír esas últimas palabras, eso solo podía significar que era un miembro de la organización, quizás alguien a quien conocía bien.
Luego de unos minutos apareció de entre las sombras una silueta encapuchada. Sacó de entre sus ropas un reloj de bolsillo y miró la hora.
El jefe le hizo una señal a Mei Rin quien disparó directo a la cabeza del sujeto. La figura encapuchada cayó al suelo describiendo un arco en el aire, sin apenas emitir un gemido. Cuando la cabeza azotó el suelo la capucha que llevaba cayó hacia atrás. La débil luz que entraba por una de las ventanas altas de la bodega se posó sobre el rostro del blanco, a Mei Rin se le detuvo el corazón en ese momento, había asesinado a Nathaniel, aquel en quien pensaba todas las noches antes de ir a dormir, a quien creía amar. No tenía claridad de que tan profundo era lo que sentía por él, pero no había duda de que jamás se perdonaría.
- ¡Jefe…! – dijo Mei Rin en un tono de voz que se iba perdiendo en la noche – por qué…
Ella le miró con los ojos nublados tratando de contener las lágrimas que amenazaban con salir.
- Ya te lo dije Mei Rin, era un traidor, él quería destruir la familia que formamos todos nosotros.
- El no… él no podría querer hacer algo así…
- ¡Lo quiso hacer Mei Rin, no me discutas! – el jefe se oía molesto – Yo solo velo por la seguridad de todos ustedes, como cuando uno de los miembros de la organización quiso hacerte daño ¿acaso no lo castigue por eso? Pues Nathaniel quería hacernos daño y si estas de su parte deberé considerarte una traidora también.
Mei Rin lo observó con la mirada vacía, algo dentro de ella se había apagado, se había muerto también.
Los meses pasaron y ella se volvió más fría y letal, hacía su trabajo sin hacer muchas preguntas. Había perdido las ganas de vivir y solo se quedaba allí porque no sabía hacer otra cosa aparte de asesinar.
Era finales de 1887 y una nueva misión le fue asignada a Mei Rin. Un joven conde le causaba problemas a una de las tantas familias de la mafia para la cual la organización prestaba sus servicios. - No te confíes en su apariencia, su familia, sus antepasados han causado muchos problemas y ahora el continúa con la tradición. Es un adolescente que lleva un parche en su ojo derecho, solo lo acompaña su mayordomo que actúa como una especie de guardaespaldas. No te fíes y encuentra la forma de deshacerte de él.
Mei Rin tenía la información necesaria.
Nombre: Ciel Phantomhive.
Lugar: Mansión Phantomhive, siguiendo la carretera del suroeste de Londres a unos 30 kilómetros de la ciudad, cruzando el puente sobre uno de los brazos del rio Támesis.
No tenía planos de la mansión, pero si un par de datos de personas que habían llevado algunos productos, por lo que sabía cuál era la entrada a la cocina y como estaba ubicada la escalera hacia la segunda planta, y sobretodo conocía con exactitud la ubicación del despacho de conde Phantomhive, además de su habitación personal.
Mei Rin preparó lo necesario para su misión. Esta vez no sería con armas de fuego, debía ser algo más personal como una daga enterrada en el pecho del conde como una advertencia para otros que se levantaran como él.
Sigilosamente por la noche se escabulló en la mansión sin toparse con nadie que pudiese estorbar con su propósito, su plan estaba cuidadosamente elaborado. Sabía que su mayor enemigo era aquel solitario mayordomo que actuaba además como guardaespaldas. Solo él se había encargado hasta el momento de aquellos que amenazaban a su amo.
Con cautela abrió la puerta del despacho, entró en este y se acercó con sutiles pasos hacia el escritorio donde podía verse la silueta de una persona descansando en el sillón, una pequeña silueta. Sacó la daga de entre sus ropas y caminó hasta llegar junto a quien suponía sería el conde, pero a quien vio allí no era más que un niño de unos 11 u 12 años de un rostro angelical que dormía plácidamente. Esa apariencia la confundió, pero no podía haber error ya que el niño llevaba el parche negro en el ojo derecho como le habían indicado. Le habían dicho que era un adolescente pero ella veía frente a si a un niño solamente.
Ese titubeo, ese momento de indecisión, le costaron la misión. Tras ella irguiéndose casi como una figura espectral apareció el mayordomo oscuro.
Mei Rin apenas si esquivó el golpe mortal que el mayordomo le lanzó. Trató de huir, pero le fue imposible, en apenas unos segundos el gran cuervo negro la tenía inmóvil contra el suelo. En ese intertanto el niño se había despertado.
- ¿Por qué tanto alboroto, Sebastian? – dijo Ciel tallándose los ojos, luego se dio cuenta de lo que sucedía y se puso de pie. Su figura arrojó algo de sombra sobre el cuerpo inmóvil de Mei Rin.
Sebastian sostenía el brazo derecho de la pelirroja a su espalda, pero ella no sentía el dolor en su extremidad, solo tenía ojos para el niño que estaba de pie frente a sí y que la miraba con aparente calma luego de la sorpresa inicial.
- Estas perdiendo facultades Sebastian, ella logró entrar hasta aquí – dijo el niño contemplándola.
- Mis perdones joven amo, fue un descuido que no se volverá a repetir, pero fue muy descuidado de su parte también el dormir tan profundamente aunque yo esté aquí. Pero al menos está viva para interrogarla – Sebastian sonrió.
Ciel la escuchó por alrededor de una hora, al principio se negaba a dar información, pero en cuanto le dijeron que su organización era una simple asociación de asesinos a sueldo al mejor postor y que querían eliminar a Ciel por cuestiones egoístas ella comenzó a hablar.
Ciel y Sebastian descubrieron en ella el alma noble que se encontraba en el fondo de su fachada de asesina y tomaron una decisión.
- Necesitamos una sirvienta ¿te gustaría tomar el puesto? – le preguntó Ciel luego de intercambiar una mirada significativa con su mayordomo.
Mei Rin la miró confundida, ella había querido matarlo y él le ofrecía un trabajo. ¿Le perdonaba la vida?
- Sebastian, la dejaré a tu cuidado.
Mei Rin no podía quitar su vista del niño, porque era un niño y había estado a punto de matarlo, se decía a si misma lo ciega que había sido con esa organización.
- ¿Aceptas? – preguntó Sebastian mirándola.
Por la cercanía y su mala vista Mei Rin no podía notar con claridad el rostro del mayordomo y tampoco su sonrisa.
- Yo… yo… acepto – dijo al fin, tan cansada y decepcionada de su vida. Solo queriendo alejarse de aquellos a quienes alguna vez había considerado como familia. En realidad la única familia que había tenido era Nathaniel, y había muerto a sus manos.
Como prueba de que había ingresado al servicio de la mansión fue provista de un uniforme, la primera falda que usara alguna vez, y unos anteojos que le permitieron ver el rostro de Sebastian con detenimiento y sucumbir ante él, aunque no de la manera en que se había sentido atraída por Nathaniel, su primer amor.
Mei Rin jamás regresó a la organización que la había entrenado y para ellos ella fue dada por muerta al no tener noticias de ella, hasta que un nuevo sujeto fue enviado a asesinar a Ciel, y Mei Rin, junto a dos nuevos sirvientes en la mansión, lo capturaron sin problemas. Lamentablemente el líder de Nike fue informado de la traición de la pelirroja y envió a un grupo de asesinos a hacer su mal llamada justicia a la traición.
- Solo queda un camino para resolver esta situación – le dijo Sebastian luego que los asesinos que iban tras Mei Rin fueron acabados por los sirvientes – debes cortar la cabeza para que el cuerpo deje de moverse. Estas palabras fueron entendidas claramente por la pelirroja y en una última misión como asesina fue tras el líder de la organización Nike. El cuerpo de este hombre fue encontrado por sus subordinados con un tiro en la cabeza.
Mei Rin no fue molestada nunca más por esta organización, y encontró lo que ella llamó un hogar y una nueva familia a pesar que el proteger la mansión la hacía lastimar a otros, pero aun así para ella bien lo valía a cambio de la nueva paz que había encontrado. ____________ Para aquellos que solo han visto el anime les quiero decir que me base en el manga para describir como llego Mei Rin a la mansion Phantomhive, ya que en una imagen donde los sirvientes recuerdan su pasado ella se ve frente a Ciel siendo inmovilizada contra el suelo por Sebastian. Y bueno, espero sus comentarios y les cuento que en la proxima actualizacion sera el turno de Finny gracias por leer | |
| | | Mokona Diseñadora estrella
Cantidad de envíos : 63917 Edad : 36 Localización : Macondo Fecha de inscripción : 13/01/2012
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Mar Dic 10, 2013 12:36 am | |
| QwQ pobre Mei Rin...se quedo solita y ella fue la culpable y y y m gusto mucho el capitulo, aunque no pude evitar en pensar en este Nate, cuando lo leia Gracias por actualizar y muchas mas gracias por seguir publicando | |
| | | Evangeline Reina de las letras
Cantidad de envíos : 70865 Localización : Anywhere Fecha de inscripción : 03/08/2011
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Mar Dic 10, 2013 12:38 am | |
| Gracias a ti por leer y comentar, y no, ese Nate no tiene nada que ver en la historia XDD | |
| | | Jill Arya Sutcliff Demonio
Cantidad de envíos : 44338 Edad : 34 Fecha de inscripción : 27/11/2011
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Mar Dic 10, 2013 12:47 am | |
| yo pense en ese mismo nathaniel ^^U
estuvo hermoso!!! asi me imagine que meirin habia llegado a parar ahi... y con eso de los anteojos me acorde en la escena del mnga donde le compran unos nuevos anteojos a meirin | |
| | | Evangeline Reina de las letras
Cantidad de envíos : 70865 Localización : Anywhere Fecha de inscripción : 03/08/2011
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Mar Dic 10, 2013 12:52 am | |
| Jajajja, si, cuando vi esa escena me rei mucho, pobre Mei Rin para ella ver mucho a veces es problematico XDD
gracias por leer y comentar, espero que la historia de Finny sea de tu agrado | |
| | | Yue Jigoku Demonio
Cantidad de envíos : 51022 Edad : 31 Localización : Mansión di Rousseau... Fecha de inscripción : 13/09/2010
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Dom Dic 22, 2013 5:05 am | |
| nuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu tan linda que es...!!!!!
nyuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
bueno ya .w.U
ame el capi ;w; ♥♥♥
realmente increíble una chica.... admirable... mis respetos... ;w;7
♥♥♥
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| | | Evangeline Reina de las letras
Cantidad de envíos : 70865 Localización : Anywhere Fecha de inscripción : 03/08/2011
| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) Dom Dic 22, 2013 10:49 am | |
| Gracias Yue, que bueno que te gustó | |
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| Tema: Re: Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) | |
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| | | | Sirvientes (capitulo 8: MeyRin, 2ª parte) | |
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