Vida en la época actual (Universo alterno Kuroshitsuji) Capitulo 24 Actualizado

Capitulo 6

Saine llamo repetidas veces a la puerta de la casa de John, estaba comenzando a pensar que este se había dormido de nuevo después de haber colgado, escucho ruido en el interior, y John abrió al puerta, vestía solamente una camiseta y una bermuda ligera. Aun estaba descalzo.

- De verdad dormías- rio Saine pasando
- El almuerzo está en la mesa- respondió John señalando el camino que el pelinegro conocía bastante bien
- Deberías de agradecer que la comida no se acumule John, no veo por qué te molesta
- Porque traes la guitarra contigo?
- Estaba practicando- respondió Saine sentándose a la mesa ay comenzando a comer
- Te saltaste las clases de nuevo verdad vago?
- Quien eres? Mi padre?- bufo Saine con molestia- además, por habérmelas saltado me entere de lo que vengo a decirte, así que no estás en posición de reñirme
- Como puedes mantener una beca si jamás asistes?
- Esos son asuntos míos John, yo tengo mis métodos para conservarla…
- Bien, si eso dices- suspiro John tomando asiento- y, que sucede con Jill?
- Vaya que de verdad te pego duro- murmuro Saine con una sonrisa burlesca en su rostro
- Ya déjate de tus cosas y dime que sucede con ella!- le reclamo
- Está bien está bien, vaya que cuando despiertas te pones de malas- se quejo Saine- bien, digamos que, alguien le hizo un obsequio muy especial
- Por eso me despertaste? Eso que puede tener de importante?
- El hecho de que quien se lo regalo fue mr. Taxman , al parecer le regalo un cachorro de la que creo, es la raza favorita de Jill
- Acaso es un collie?
- Así es, - respondió Saine comiendo un bocado- hasta donde yo sé, el no es el tipo que le hace regalos a las empleadas sin razón, y mucho menos de esa magnitud
- Que insinúas con ello?- le pregunto John molesto
- Acaso aun estas dormido?- se burlo Saine- vamos John, a mi me parece que alguien quiere pedalear tu bicicleta, y esta vez no soy yo
- Pero bien que quieres- bufo John
- Algo puede haber de eso- sonrió Saine pícaramente- pero, recuerda que yo mismo decidí hacerme un lado para dejarte el camino libre con ella, pero, si sigues así de lento no seré yo el que te de baje con ella
- Tampoco puedo competir con los regalos de William!!!, o qué? Esperas que le regale un auto?
- Tampoco exageres- mascullo Saine sacando una libreta de la funda de la guitarra de la cual extrajo un par de boletos
- Que quieres que haga con eso?
- Puedes invitarla a que te vea tocar- sonrió Saine pícaramente entregándole un volante a John- harán un homenaje a the Beatles este fin de semana en un bar clásico
- Tienes idea de lo difícil que sería pasar la audición?- exclamo John viendo el lugar de que se trataba, era un bar muy concurrido y famoso en esos días- sería un milagro siquiera pensar en que nos dejen audicionar
- Yo no dije que tenias que audicionar- sonrió Saine de manera extraña- ya tienes tu lugar asegurado
- Pero que demo…!- exclamo John tomando los boletos, eran cortesías- que demonios hiciste?
- Tengo mis métodos- sonrió Saine satisfecho, guiñándole un ojo- así que, deberemos ensayar mas esta semana no crees?... invita a Jill y Penny, después de todo.. yo no tengo a quien invitar realmente

John miro los boletos, y después a Saine, estaba atónito ante la situación, a pesar de conocer al pelinegro desde la secundaria, para él solamente era un vago que se la pasaba saltándose las clases, era u dilema como realmente aprobaba todas materias, e incluso él como había conseguido una beca en la escuela de música, o como pagaba las cuentas o el alquiler de su casa, todo el tiempo se la pasaba en casa de John incluso a veces dormía ahí, John jamás había conocido a ningún familiar suyo, realmente solo conocía el increíble y envidiable talento que tenia para la música.

Durante la semana John y el resto de la banda ensayaron arduamente en casa de Saine, tenían que estar listos para el fin de semana sorprender a todos.

Penny se había encargado de invitar a Jill al evento, usando su cara de gatito abandonado para que aceptara al fin.

El fin de semana llego pronto, Jill se dirigió al lugar en su motocicleta, se sentía extraña entre tanta gente, pensaba darse media vuelta e irse, pero Penny la detuvo, estaciono la motocicleta y ambas entraron, Jill se sorprendió debido a que el lugar estaba lleno de personas de su edad más o menos. Al menos la mayoría lo eran.

Las luces se apagaron justo cuando ellas tomaron lugar cerca del escenario, los reflectores se encendieron en el escenario dando inicio al evento. John y la banda tocaron con todo su corazón, haciendo notar su talento.

Una vez terminado el evento Saine propuso celebrarlo en su casa, invitaron a Penny y a Jill, esta ultima accedió a llevar a Penny en su motocicleta, los chicos compraron cervezas en el camino para pasar una noche alegre y agradable.

Jill se sentía un poco incomoda no tenía nada en contra de los demás miembros de la banda, pero ella se sentía incomoda entre los hombres, con Saine y John no tenía problemas.

- Vamos relájate y festeja con nosotros- le dijo Saine ofreciéndole una cerveza

Jill lo miro fijamente tomando la lata, sonrió de medio lado bebiéndola

- Fue una gran presentación-lo alago Jill
- Gracias pero no fue solo mi logro todos se esforzaron en ello- sonrió Saine
- Y tú… vives aquí solo?
- A veces es mejor así, no tengo responsabilidades con nadie realmente, solo soy yo conmigo mismo
- No te sientes solo aquí?
- No es algo que realmente importe- respondió Saine- aunque me la pase todo el tiempo en casa de John creo que por eso no me parece realmente relevante vivir solo
- Ya veo- respondió Jill terminando la cerveza- como te puedes mantener tu solo? Creo que vivir en una casa así debe salir costoso
- Tengo mis métodos para hacerlo- respondió Saine sonriendo de medio lado
- Siempre respondes eso para todo?
- Solo cuando me conviene- respondió pícaramente dándole otra cerveza- vamos únete a nuestra alegría- agrego alejándose para hablar con John y los demás

Jill bebió la lata plácidamente tratando de relajarse un poco, se sentía extraña e incómoda con tantos hombres cerca de ella, tomo varias cervezas una tras otra hasta que el alcohol termino por subírsele el alcohol a la cabeza.

Penny la noto algo extraña y se acerco a ella para ver que le sucedía.
- Estas bien Jill? te vez extraña
- Naa cómo crees tanuki chan, te aseguro que estoy bien- dijo Jill abrazando a Penny mordiendo su oreja
- Que.. que haces?- le pregunto sonrojada
- nyuu tanuki chan, acaso ya no me quieres?- sollozo Jill abrazándola acariciando su abdomen
- Jill, espera, Jill que haces!
- No te gusta?- le pregunto presionando sus pechos

Penny soltó un leve gritito ante las acciones de la peliazul, su rostro estaba completamente rojo y no podía escapar. John noto a su hermana en problemas y fue a ayudarla tomando las manos de Jill, cosa que Penny aprovecho para escapar.

- Nyuu tanuki chan escapo- sollozo Jill- ya no me quiere
- Jill creo que ha sido suficiente cerveza para ti por hoy- le dijo John
- Claro que no aun estoy consciente por qué crees que ya no lo estoy?
- De verdad estás segura de lo que haces?
- Vamos solo estoy alegre, mas no ebria; acaso no confías en mi?
- A mi parecer tu ya bebiste demasiado Jill,, de verdad no creo que sepas que estás haciendo
- Claro que lo sé!- le reclamo Jill molesta- se que hago vale? Estoy tan consiente de mis acciones que sé que estoy haciendo esto!- le reclamo antes de besar sus labios

John se quedo atónito ante las acciones de la chica, pero correspondió al beso abrazándola por la cintura. Penny y Saine miraban boquiabiertos la situación que tenían enfrente.

- Dejemos solos- le dijo Saine a Penny al oído
- Está bien- susurro la castaña sin dejar de ver a su hermano de reojo

Saine les hizo señas a los demás para que se marcharan a la sala y dejaran a John y a Jill en la cocina a solas.

- Ahora con mayor razón creo que estas ebria- murmuro John separándose de los labios de Jill para recobrar el aliento
- Aun no confías en mí?
- Que es lo que quieres que piense?
- No quiero que pienses- respondió Jill abrazando su cuello besándolo de nuevo

John la tomo de la cintura y la sentó sobre la mesa acariciando su espalda por debajo de su blusa, bajo a su cuello mordiéndolo ligeramente
- Me gustaría ir a un lugar más privado- susurro Jill acariciando el cabello de John- bajo de la mesa y tomo la mano de John saliendo de la cocina, subió a la segunda planta y entro a la primera habitación que vio

Cerró la puerta tras de sí y abrazo a John por el cuello mirándolo provocativamente, lo hizo retroceder un par de pasos hasta hacerlo caer en la cama. Ella se sentó sobre su cadera con una pierna a cada lado acariciando el pecho de John, desabotonando su camisa lentamente.

John tomo las manos de Jill y la giro en la cama, dejándola a ella recostada esta vez, beso los labios de la peliazul abrazándola y comenzando a desvestirla. Tomando el control de la situación.

Jill se tenso un poco recordando su situación pasada, se aferro a John mirándolo suplicantemente.

- No quiero que me lastimen de nuevo- susurro con lagrimas en los ojos
- No lo hare- respondió John besándola terminando de desvestirla a ella y a el por completo.

Paso sus manos por la tersa piel de Jill, sin dejar de besarla, aquella noche había sido la mejor para él en más de un sentido, las cosas marchaban bien, o al menos eso creía.

Capitulo 7
Jill despertó por la mañana con un ligero dolor de cabeza debido a la cruda que sentía. Su largo cabello cayó por su espalda y sus hombros desnudos, sostuvo la sabana antes de que esta cayera también y se cubrió el pecho.

Vio a John dormido a su lado boca abajo, se levanto tratando de no hacer ruido, tomo sus prendas del piso y se vistió saliendo de la habitación.

Estaba perdida en sus pensamientos, recordaba todo lo sucedido la noche anterior, y eso la hacia sentirse mal con ella misma, miro de reojo a John antes de cerrar la puerta, el no se había movido en lo mas mínimo.

Camino un par de pasos pensando las cosas, se topo a Saine en el pasillo, desvió la mirada para no verlo a la cara.
- Buenos días- lo saludo en un susurro
- Espero hayas amanecido bien- sonrió Saine- si gustas puedes tomar un baño para despejarte, es... esa puerta.- la señalo- hay toallas limpias adentro
- Está bien, gracias- murmuro Jill entrando al cuarto de baño

Abrió las llaves del agua desvistiéndose de nuevo, pasos sus dedos por la piel de sus brazos pensando en lo que había sucedido, entro bajo los chorros de agua de la regadera mientras se daba de topes contra la pared.

- Que voy a hacer – murmuro dándose un golpe más fuerte causando que su frente sangrara.

Le preocupaba en mas de alguna manera la situación, ella amaba a John, pero no quería salir lastimada de nuevo, no quería que lo que había sucedido se quedara solo como juego de una noche, su corazón no lo soportaría; además, estaba bastante consciente de que ni ella ni John se habían protegido al hacerlo.

Jill cayó de rodillas al piso dejando que el agua la empapara, tenía miedo de que algo pasara. Tenía miedo de embarazarse en ese momento.

John despertó al poco rato que Jill había salido, se levanto y vistió quejándose por el dolor de cabeza que sentía, y por que aun no era ni medio día, maldecía haberse levantado temprano y crudo.

Bajo a la primera planta, encontrándose con Saine y Penny en la cocina bebiendo café y comiendo pan dulce. Se acerco a ellos y se dejo caer en una silla.

- Me siento jodido- se quejo tomando una taza de café
- Todos aquí- le reclamo Penny fulminándolo con la mirada, era muy temprano para soportar sus quejas
- Debería de volver a la cama, aun no es ni medio día, que hago despierto tan temprano
- Quien sabe- respondió Saine sonriendo de lado burlonamente

En ese momento llego Jill, su cabello suelto aun goteaba un poco, al ver a John en la cocina, desvió un poco la mirada, este tampoco la volteo a ver.

- No gustas una taza de café?- la invito Saine
- … si… gracias- respondió Jill tartamudeando mirando de reojo a John sin conseguir ni una mirada de este.
- Oye Jill, estas bien?- le pregunto Penny notando la herida de la frente
- Si estoy bien solo… me sentí un poco mal y resbale y me pegue- respondió Jill nerviosa
- Estas segura? Como que te sentiste mal
- No tiene importancia Penny, si ella dice que está bien lo está o no?, además esta cruda como todos aquí, no vale la pena alterarse por algo sin importancia – murmuro John desinteresadamente sin siquiera mirar a Jill

Jill sintió un profundo dolor en su pecho, agacho la mirada dejando que su fleco cubriera sus ojos, un par de lagrimas amenazaban con salir de sus ojos, simplemente opto por darse la vuelta y salir de ahí, seguida por Penny.

Subió a su motocicleta sin poder contener mas las lagrimas, dejándolas resbalar por sus mejillas.

- Fui una tonta… una tonta- sollozo soportando el dolor de su pecho
- Jill que sucede estas bien?- le pregunto Penny dándole alcance. Jill la miro con los ojos llorosos y la abrazo
- Fui una tonta tanuki chan- sollozo- fui una tonta por haber esperado algo mas en donde jamás habrá nada
- Jill, calma no digas eso…
- Lo siento Penny- se disculpo Jill limpiando sus ojos- debo.. regresar – murmuro echando a andar la motocicleta alejándose de la casa de Saine.

Llego como pudo al departamento, la cabeza la mataba, entro sin importarle hacer ruido y se tumbo en su cama cerrando los ojos, se hizo bolita debajo de las sabanas soltando en llanto.

El paso de un par de semanas encerrada en la oficina la distrajo un poco, había visto a Penny en un par de ocasiones solamente, sin embargo ambas evitaban hablar de lo sucedido aquel fin de semana.

Jill aun estaba nerviosa por lo que podía pasar, contaba los días en su calendario, rezando por qué no fuera así, tratando de clamarse diciéndose a sí misma que no podía ser posible, pero entre mas trataba de olvidarlo, mas le preocupaba el asunto de un posible embarazo.

Los días transcurrieron, Jill comenzó a presentar síntomas como mareos y muy marcados cambios de humor mucho más drásticos que los comunes en ella. Trataba de aislarse un poco para pensar la situación calmadamente, pero el resultado era el mismo.

Salió del trabajo y camino al parque con Rupert, pasó enfrente de una farmacia y tomo la decisión de comprobarlo, abrazo al cachorro y entro, pidiéndole a la dependienta una prueba rápida de embarazo.
Al salir de ahí guardo la prueba en su mochililla que solía llevar. Llegando a casa la haría y se quitaría de dudas. Paseo con Rupert un rato y regreso caminando al departamento, encerrándose en su habitación enseguida.

Saco la prueba de su mochila y se dirigió al baño; leyó el instructivo detenidamente, y suspiro armándose de valor. Tenía que quitarse la duda.

Hizo lo que debía y regreso a la habitación esperando el resultado, había sido muy minuciosa de no dejar nada olvidado en el baño o Grell se daría cuenta de inmediato. Se tumbo en la cama mirando a Rupert mordisquear un juguete. Pasaron algunos minutos, Jill suspiro nerviosa, era hora de revisar la prueba.

La tomo en su mano rezando por que nada apareciera, reviso los indicadores de la prueba, sintió un enorme nudo en el estomago al ver las marcas, la prueba estaba marcando positiva. Aquella sensación fue demasiado fuerte para ella y de inmediato salió corriendo al baño con ganas de vomitar.

- Que voy a hacer- susurro mirándose al espejo, sus ojos se veían llorosos – no se lo puedo decir a John , no puedo- sollozo recargándose en la pared, resbalando lentamente hasta el piso

Escucho ruido en la puerta de entrada, al parecer Grell acababa de volver, de seguro andaba con William, pero eso había dejado de importarle, ahora tenía un problema más grande no tenía tiempo de preocuparse por qué hacia su hermano cuando salían de la editorial.

Se puso de pie y lavo su cara antes de salir, trato de aparentar tranquilidad.

- Menos mal que llegas- le dijo tratando de sonar normal
- No iba a llegar pero… al final decidí hacerlo
- Grell si querías pasar la noche fuera lo hubieras hecho, ya no soy una bebe que ocupa que la cuiden todo el tiempo
- Pues a veces parece que si- dijo Grell mirándola – como te sientes ahora? He notado que llevas unos días sintiéndote mal
- Solo estoy cansada si? Tampoco dramatices, es simple cansancio y estrés, y si me permites yo me iré a la cama me muero de sueño- dijo caminando a su habitación
- No cenaras?
- No se me antoja nada- le respondió antes de cerrar la puerta- buenas noches oniichan

Jill se tumbo en su cama pensando las cosas, Rupert gruñía y jugaba con algo… Jill se dio cuenta que era la prueba que había aventado antes de salir corriendo al baño.
Tomo a cachorro en brazos quitándole la prueba del hocico, acaricio el pelaje de Rupert y lo estrecho suavemente contra ella.

- No sé qué debo hacer Rupert- murmuro ocultando su rostro el pelaje del cachorro - tengo mucho miedo por esta situación – sollozo antes de ponerse a llorar - de verdad no se qué debo hacer

El cachorro lamio la mejilla de Jill tratando de animarla, ladeo la cabeza y volvió a lamerla. Jill lo abrazo de nuevo sonriéndole de medio lado, tal vez no sabía que haría a partir de ahora, pero… había algo que si era completamente seguro, sea lo que sea que haría, lo haría sola, no buscaría a John para nada.

Capitulo 8

Los días siguientes fueron de gran estrés para Jill, sus constantes mareos eran la muerte para ella, además de tener que mantener la situación oculta y evitar a toda costa las habladurías en la editorial. Mas no servía de mucho, sus cambios de humor y nauseas eran mas que notorios en algunos casos, aunque ella quisiera negarlo, todos en la editorial hablaban de la posibilidad de que fuera cierto que Jill esperaba un bebe.

Trataba de negarlo ignorándolas, tenía que mantener la boca cerrada más tiempo en lo que aclaraba sus ideas.

La situación se le salió de control completamente, no sabía hasta que punto, incluso había escuchado a Erick y a Alan hablar del tema, cosa rara en ellos ya que normalmente no se interesaban por los chismes de las secretarias.

Cierto día Grell bajo directamente a la oficina de su hermana, encontrándola con la silla reclinada y un brazo cubriendo su rostro, se notaba pálida, de seguro era un mareo mas.

- Tenemos que hablar- le dijo con seriedad
- Grell ahora no – se quejo Jill- estoy agotada
- Jill tenemos que hablar de ese bebe… Ahora!

Jill se incorporo de golpe en su asiento, como es que Grell estaba tan seguro de ello, se suponía que las secretarias solo chismorreaban mas Grell jamás las toaba enserio, a menos que sus cuchicheos lo encelaran.

- Como es que tu…
- No eres nada discreta al esconder las evidencias- dijo apoyando sus manos en el escritorio- ahora aclaremos cosas quieres?
- Grell no en este lugar está bien?
- Cuanto más planeas evitar hablar del tema?
- Grell hablaremos en casa… no aquí- gruño Jill
- Bien… entonces será cuando salgamos de la editorial Jill, así que no trates de huir

Jill suspiro con fastidio al ver salir a Grell de su oficina, sintió un nudo en el estomago y se le sobrevinieron mas nauseas de las que ya sentía, se reclino de nuevo en la silla tratando de calmarse, repitiéndose una y otra vez que estaría bien. Se sobresalto al escuchar la puerta de su oficina abrirse de nuevo. Afortunadamente para ella esta vez se trataba de Erick.

- Ocupas algo?- le pregunto Jill
- De nuevo de malas pequeña fierecilla- se burlo jugando
- Erick si solo vienes a reírte de mi mejor vete está bien? No estoy de humor ahora
- Jamás estas de humor Jill- suspiro Erick- sabes a que vengo, necesito el adelanto del trabajo de Knox
- El quedo de dármelo en la tarde que entrara a trabajar
- Lo necesito ahora
- En ese caso ve y consíguelo tu- protesto Jill
- Lamentablemente ese es tu trabajo, espero tenerlo en mi oficina antes de medio día

Jill gruño levantándose de la silla, tomo a Rupert y lo coloco en brazos de Erick. El cual lo miro confundido.

- Que hago con la rata?
- Si algo le pasa… yo te mato a ti ok?- lo amenazo Jill- iré por tu condenado adelanto- gruño; se despidió amablemente de Rupert y salió de su oficina.

Tenía que ir al departamento por la motocicleta para ir a la escuela de Ronald y pedirle el adelanto, o “negociar” con él.

- Te lo digo Penny, cada día esta mas que insoportable- se quejo el rubio sentado en el césped del jardín al lado de la biblioteca mientras la castaña copiaba unos datos a su portátil
- Debe de estar cansada Ronald de verdad no creo que sea tan extremo
- Pero cada día me trata peor trabaje o no… es horrible tener que trabajar con un monstruo así
- Si tanto te molesta porque no te largas?!- le reclamo Jill de pie a sus espaldas con un aura asesina
- Vez lo que digo- dijo Ronald pasando saliva nervioso al ver a Jill así de molesta

Jill se acerco más y lo tomo de la camisa

- Sabes a que vengo… hagámoslo fácil y dame lo que busco
- Lo siento pero tienes que esperar, estamos.. pasando unos datos a la portátil de Penny
- No puedo esperar
- Tienes que hacerlo o marcharte- la reto Ronald

Jill se enfureció ante el reto del rubio, y estuvo a punto de golpearlo, gracias a su gran fortuna, Penny intervino deteniendo a Jill antes de que le partiera la nariz a Ronald.

- Ronny puedes traer algo de beber- le pidió para alejarlo de ahí
- Claro.. solo.. ten cuidado con la fiera- dijo Ronald marchándose

Jill lo fulmino con la mirada, al ver que se alejaba, cayó de rodillas al piso.

- Se puede saber por qué están tan de malas?- le pregunto Penny molesta
- Lo lamento, no… pude evitarlo
- Jill que te pasa? Jamás te habías puesto así- le pregunto tocando su hombro

Jill se tenso y tembló un poco, miro a Penny de manera suplicante y se hizo ovillo tratando de no ponerse a llorar.

- Tengo miedo- susurro sin verla a la cara- solo… tengo miedo
- Porque tienes miedo? Eso no es excusa para que trataras así a Ronald
- Tanuki chan… lo lamento… pero- sollozo Jill- pero… tanuki chan… yo… creo que estoy embarazada

Penny la miro con sorpresa un momento, suspiro pensando bien sus palabras y se puso seria.

- Jill esa no es excusa para que tengas esa actitud, mírate! Ni siquiera eres tú misma de verdad crees que eso es una justificación para portarte así?
- No.. yo se que…
- Y si lo sabes por que lo haces? Estas alejado a todos de ti; acaso piensas quedarte sola?
- No quiero!- sollozó Jill- pero entiéndelo tengo miedo de verdad lo tengo
- Jill está bien tener miedo… pero… no cuando tomas esa actitud… se que solo quieres protegerte a ti misma por eso eres así
- Tanuki - sollozo Jill abrazándola
- Ahora respira y cálmate quieres? Si sigues así… dañaras al bebe

Jill levanto la cara para ver el rostro de Penny, la pequeña castaña tenía una cálida sonrisa dibujada en sus labios, hizo sentir a Jill segura, sus miedos se disiparon un momento, no dejo de abrazarla.

- Ahora ten cuidado con el bebe si?- le pidió Penny- si no sabes que hacer con el incluso yo podría adoptarlo- le sonrió
- Adop…tarlo?
- Claro, si no puedes cuidar de él puedo adoptarlo yo, además, es mi pequeño sobrino o no?

Jill sonrió de medio lado y se separo de Penny un poco

- Gracias tanuki chan- murmuro – gracias por tu apoyo.. eres.. la única que me lo ha brindado realmente
- Eres mi amiga o no? Y ese bebe mi sobrino? Tengo muchas razones para apoyarte
- Tanuki chan… por favor… no le digas a John vale? No quiero que se entere de esto… al menos no aun
- Está bien, no le diré nada a mi hermano si es lo que quieres- respondió Penny – pero cuídate y cuídalo vale? – le dijo señalando su vientre

Jill suspiro mas relajada, justo en eso Ronald regreso con tres botellas de jugo, y les dio uno a cada una y se bebió la otra.

- No había coca cola señorita mandona- dijo ates de que Jill reclamara algo
- Está bien – respondió Jill bebiendo el jugo- te lo pasare por esta vez… pero... que no se repita

Ronald la miro extrañado y tomo el portátil de Penny para revisar el estado de los archivos, estaban completamente copiados al disco duro de la maquina, extrajo la USB y se la entrego a Jill.

- Ahí está lo que quieres… solo ten cuidado con la memoria está bien?
- Alguna vez le ha pasado algo?- le pregunto Jill guardándola en el bolsillo- bien sigan haciendo sus deberes… yo volveré a la mazmorra a espera a que mi victima llegue- dijo Jill alejándose de ellos , despidiéndose con la mano
- Whao! Que le hiciste Penny?
- Nada… solo hablamos
- Pues de qué?
- Cosa de chicas… ahora a hacer los deberes Ronald.

Jill regreso al departamento para dejar la motocicleta y regresar a la oficina a pie, se sentía más desahogada, por fin sentía que podía confiar en alguien ya que al parecer a su hermano no le agradaba nada el asunto.

Le llevo la USB a Erick, una vez que había copiado los archivos la tomo y regreso a su oficina llevándose a Rupert con ella. Solo restaba esperar el final del día para hablar con Grell, aunque sabía que nada bueno iba a salir de aquello.

Al llegar a casa después de haber paseado a Rupert Grell la esperaba y no estaba solo, William estaba con él.

- No esperaba que Will viniera- dijo Jill dejando la correa de Rupert a un lado
- Ahora si podemos hablar?
- No entiendo la urgencia de hacerlo… pero si quieren está bien
- Jill no entiendo como dices que no urge hablar de … eso- dijo Will señalando su vientre
- Tampoco yo el por qué te molesta!
- Me molesta por que aun están bajo la protección de la familia Spears, y no pienso dejar que un incidente así manche el buen nombre de mi familia ni de la familia Sutcliff
- Te quejas como si fueras mi prometido- bufo Jill
- La mayoría de las personas lo piensan!
- Pues no lo soy está bien?! Deja de tratar de controlarme como tal
- Jill basta!!- le reclamo Grell- eso es lo de menos.. lo mas importante ahora es que nos digas quien es el padre de ese bebe!
- No lo hare- respondió ella desviando la mirada
- Pero que…?
- No lo hare… de ningún modo les diré quien es el padre de mi bebe

William se acerco a ella y la tomo del brazo mirándola severamente, no tenia paciencia para esos juegos, pero Jill hablaba muy enserio.

- Dime quien es!- le dijo golpeadamente
- No lo hare William! Suéltame
- No estoy para juegos Jill! – le dijo apretándola del brazo
- No estoy jugando, no se los diré
- Jill el padre tiene que tomar responsabilidades con eso!
- No! No te diré nada suéltame!
- Si no lo haces por tu voluntad entonces usare mis medios para averiguarlo Jill
- Haz lo que se te venga en gana- gruño Jill soltándose del agarre de Will

Miro a su hermano el cual no había hecho nada aun, no había dicho nada para ella y mucho menos había impedido aquella agresión de William, pero se notaba molesto.

- Que piensas hacer entonces?- le pregunto al fin
- Lo que debo hacer, tratar de salir adelante eso todo- respondió Jill secamente
- Como piensas hacerlo? Tienes idea de lo complicado que es cuidar de alguien?
- No, no la tengo
- Jill cuando mama y papa murieron tuve que cuidar de ti, esperas que haga lo mismo por ese bebe?
- No pensaba pedirte que lo hicieras
- Ese bebe no será más que una carga
- Pero será mi carga Grell!- protesto Jill- ahora que veo que de verdad te molesta te quitare el peso de tener que cuidarme de encima
- A si y que piensas hacer?
- Buscar un departamento donde vivir sin tener que soportarte- gruño encerrándose en su habitación para no verlos

Se tumbo en su cama abrazando a Rupert, ya no podía contener mas lagrimas, sentía como si le hubieran dado un golpe bajo , su hermano, la persona en la que se supone confiaba mas acababa de darle la espalda.

Tomo su celular y busco el numero que necesitaba en la agenda, pulso el botón de marcado, esperando a que enlazara, sus manos temblaban sentía como si fuera a desvanecerse en cualquier momento.

- “Hola?”
- Tanuki chan….
- “Jill! Estas bien?.. que sucede?”- pregunto Penny preocupada
- Necesito… ayuda- susurro Jill

Capitulo 9

Jill se quedo en silencio un momento, trataba de calmarse y de evitar que sus lagrimas salieran

- “Estas bien? Que sucede?”
- Tanuki chan.. crees.. que tus padres se molesten si voy a tu casa?- le pregunto sollozando
- “no lo creo.. sabes que te adoran ne?.. igual les diré que te invite a dormir y estará bien”
- Entonces.. iré a tu casa ne? Te.. contare todo ahí

Jill colgó la línea y tomo su mochila y metió un cambio de ropa en el, se colgó también la bolsa de lona en la cual guardaba la katana y vacio una caja con peluches en su cama

- Vamos Rupert- le dijo metiendo la mochila y al cachorro en la caja, guardo un juguete de el también y salió de la habitación
- A donde crees que vas a esta hora?- le pregunto Grell molesto
- Déjame en paz quieres? A donde vaya no te importa no eres mi papa.. y tu tampoco- le dijo a William saliendo del departamento

Sujeto la caja a la parilla de la motocicleta, pidiéndole a Rupert que no se moviera mucho. El cachorro se quedo quieto viendo a Jill soltándose el cabello para ponerse el casco. Abordo la moto y se alejo del departamento. Encaminándose a la casa de Penny.

Llamo a la puerta esperando con Rupert a su lado y la mochila al hombro, se escucharon pasos adentro y el pomo de la puerta giro, la silueta de Saine recortaba la luz que salía por el umbral de la puerta.

- Que gusto verte de nuevo Jill- le sonrió- adelante pasa
- No esperaba verte aquí- respondió Jill aparentando calma
- Ya ves.. soy… muy random- respondió el pelinegro dejándole paso
- Jill me estaba preocupando por ti!- exclamo Penny abrazándola
- Espero no te moleste que.. haya traído a Rupert- dijo Jill mirando al cachorro
- A los gemelos les encantara jugar con el- respondió la castaña- llevemos tu motocicleta al garaje y vayamos a cenar- dijo Penny tomando su mano alejándola de Saine mientras le sacaba la lengua

Después de guardar la moto, ambas fueron al comedor, los padres de Penny la saludaron amablemente, Jill los saludo con calma, pero.. Le dolía ver a John, el ni siquiera la miraba y se portaba tan frio e indiferente, ella hizo lo posible por aparentar que no le pasaba nada, que no le dolía aunque por dentro se estaba muriendo.

La cena pasó en calma, los gemelos jugaban con Rupert mientras Penny fue a preparar su habitación para dormir con Jill. Le prestó de nuevo ropas ligeras para dormir.

Jill fue a cambiarse al baño esta vez.. Además quería llevar a Rupert a la habitación para que los gemelos se fueran a dormir. Cuando llego al baño, John iba saliendo, la miro momentáneamente y siguió su camino sin decir ni hacer nada.

Suspiro con algo de dolor y resignación, le partía el alma la actitud de John, ella solamente quería abrazarlo, explicarle la situación, contarle del bebe, decirle que estaba asustada y que sin embargo quería tenerlo, tenerlo solo por que era un bebe de John, el John al que ella amaba.

Entro a cambiarse, al menos los mareos estaban controlados por el momento, bajo a la primera planta y llamo a Rupert, el cachorro de inmediato fue con ella.

- Es hora de dormir, y George y Paul también tienen que dormir – le dijo al cachorro viendo a los gemelos
- Pero queríamos jugar con el mas rato- dijo George abrazando a Jill
- Nos dejaras jugar con el después?- suplico Paul
- Solo si son niños buenos y hacen caso a su mama de ir a dormir ne?.. traeré a Rupert después
- Está bien- dijeron ambos a unisonó y se fueron a dormir
- Gracias- le agradeció la señora McCain
- No tiene que agradecer- sonrió Jill- buenas noches – se despidió subiendo a la habitación de Penny de nuevo.

La castaña la miro con preocupación.

- Estas bien? Ahora si dime… que pasa?
- Discutí con Grell hace unos momentos… al parecer el solo me ve a mí y.. al bebe como una carga
- Pero.. el es tu hermano.. no creo que… te vea como tal cosa
- Pero a el si…- señalo su vientre- me lo dijo.. me dijo que sería una carga que.. el no quiere llevar… yo jamás pensé en algo así.. me moleste mucho con el…
- Y entonces?
- Le dije que me iría del departamento… mañana buscare otro lugar donde vivir y.. poder tener a Rupert también, no pareció importarle… esta.. furioso conmigo
- Jill solo deja que se le pase el coraje… tampoco tienes que salir corriendo del departamento
- Grell quiere que le diga quien es el padre… no descansara hasta que no se lo diga a él y a Will, por eso quiero alejarme, no se los quiero decir o…
- Lo obligaran a tomar responsabilidades?
- Así es
- Eso será difícil- suspiro Penny- el es un vago sin remedio, incluso yo creo que no lo haría, es mi hermano y conozco su manera de pensar generalmente, no me imagino otra manera de cómo pueda reaccionar.- le dijo a Jill sinceramente- bueno, tú has tenido un mal día y debes descansar por el bien de el
- Creo que eres la única que me apoya – susurro Jill recostándose abrazando a Penny- gracias tanuki chan
- No agradezcas… te dije que te ayudaría por muchas razones, principalmente porque eres mi amiga, y es mi sobrino.

Penny cerró los ojos, aun no se lo creía del completamente, apenas asimilaba la noticia, después de todo un bebe de John era… algo loco de imaginar.

Saine se había quedado a dormir como tantas veces lo hacía, estaba saliendo del baño cuando sin quererlo realmente escucho que Jill y Penny hablaban algo acerca de un bebe y de que Jill tenía problemas con su hermano. Sonrió de medio lado y cubrió medio rostro con su mano.

- “Así que Jill está… embarazada de John”- se dijo mentalmente a si mismo caminando a la habitación de John- “vaya puntería tiene” - agrego viendo a John tocar su guitarra
- Ahora por que sonríes?- le pregunto indiferente
- Por nada en especial – respondió Saine recostándose sobre la colchoneta que había en el piso
- De verdad duermes como mascota- se quejo John
- Solo vengo a comer y dormir o no?
- Eres peor que un gato Saine, incluso a veces mas misterioso que uno
- Tal vez- sonrió Saine- tú… luces molesto… mas amargado que de costumbre sabes, que? Acaso te molesta que Jill esté aquí?
- Me da igual lo que haga- bufo John dejando de tocar
- Y por que gruñes tanto entonces?
- No me molesta, me da igual dije!- gruño John de nuevo - por que habría de importarme, no tengo nada que decirle, después de todo fue ella la que se marcho aquel día en tu casa, así que no tengo ninguna razón para estarle rogando si es ella la que simplemente no quiere hablarme o verme… así que por mi está bien, me da igual lo que haga o deje de hacer… al menos puedo seguir con mi música- agrego tocando la guitarra de nuevo.

Saine saco su guitarra de su funda y toco un poco sonriendo de medio lado, a John le inquietaba que hiciera eso por que cuando lo sonreía de ese modo era por que algo ocultaba o algo planeaba, con Saine nunca se sabía.

Dejo de tocar poco a poco dejando que solo Saine tocara y cantara, ya que el condenado demonio con voz de ángel cantaba una canción diferente a la que John practicaba

Oh! Darling, please believe me
I'll never do you no harm
Believe me when I tell you
I'll never do you no harm

Oh! Darling, if you leave me
I'll never make it alone
Believe me when I beg you
Don't ever leave me alone

John lo miro molesto, a veces las bromas que Saine hacia eran cantado fragmentos que describían el estado de ánimo de la persona que tenía enfrente.

- Déjate de cosas quieres? No estoy para tus juegos
- Creí que te agradaría- sonrió Saine juguetonamente
- Ya viste que no ahora cállate

Saine se rio burlonamente y siguió tocando una melodía diferente, hasta la hora de dormir.

Habían pasado un par de semanas, Jill se veía estresada por la gran cantidad de trabajo que tenían, la publicación del nuevo número se acercaba, al menos sus días de tener que ver a Faustus estaban por terminar.

Había conseguido un departamento más cerca de la editorial, era amplio para ella y Rupert … y sabia que habría espacio suficiente para cuidar bien del bebe.

Grell no había intentado detenerla cuando se marcho, a Jill le dolía en el alma dejarlo, pero si a él no le importaba, entonces ella tenía que aceptarlo y alejarse por su bien y el de su hijo. Poco a poco se había acostumbrado a pensar en su embarazo e incluso lo veía como algo bueno y lindo.

Le costó un poco acostumbrarse al ritmo de vida que llevaba en ese momento, era un poco difícil tener que pagar cuentas, pero no eran muy elevadas realmente, aun le quedaba dinero para ella.

Con el paso de un par de meses su vientre solo abultaba poco, pero sus mareos empeoraban.

- Que está pasando?- se pregunto a si misma
- No estás embarazada- respondió Grell entrando a la oficina de Jill
- Que dices? Claro que lo estoy…
- Deberías de tener cuando mucho 4 meses y tu vientre no abulta nada- lo señalo- no estás embarazada, no llevas ningún bebe dentro de ti
- Eso no es verdad Grell!- le grito Jill, estaba comenzando a alterarse
- No me crees? Porque no vas con un medico a comprobarlo entonces? Te lo digo ahora para que te des cuenta antes de que sea más tarde Jill, tal parece que te sugestionaste hasta tal punto que tú misma te provocaste los síntomas
- Lárgate de aquí Grell!!! No creeré en tus mentiras solo…. Vete!

Grell salió de la oficina suspirando con resignación, su hermana se había cerrado tanto en el asunto del bebe desde que se había marchado. Si bien era cierto que estaba molesto con ella por la posibilidad de un embarazo, también lo era que se había preocupado enormemente por ella cuando había notado que Jill no estaba embarazada realmente y todo, absolutamente todo estaba en la imaginación cerrada de su hermana.

Jill por su parte estaba asustada, las palabras de Grell rondaban en su cabeza, acaricio su vientre repitiéndose que su hermano mentía, pero no dejaba de temblar.

Llamo a Penny para pedirle que la acompañara al médico después del trabajo, la castaña acepto, preocupándose un poco por ella.

El médico hizo pasar a Jill indicándole que le haría un ecosonograma para revisar su matriz y asegurarse si este se encontraba ocupado o no.

Jill suspiro nerviosa mientras el médico hacia el examen, el semblante de este ponía nerviosa a la peliazul.

- No sé como tome esto lady Sutcliff, pero me temo que efectivamente, su vientre se encuentra desocupado completamente, no hay rastro de ningún embrión en vías de desarrollo en la matriz.
- Está seguro de eso?!- le pregunto Jill desesperada- tiene que ser un error, yo.. me he sentido mareada, e incluso he tenido retraso estos meses, las nauseas son cada vez más fuertes y las pruebas de embarazo marcaban positivas.
- Puede que eso se deba a un desequilibrio hormonal- le dijo seriamente- los nervios de ser madre le causaron un trastorno que se conoce como “embarazo psicológico” o “Pseudo embarazo” puede sentirse embarazada y presentar todos los síntomas característicos, si el trastorno es muy profundo puede incluso que su cuerpo produzca la hormona del embarazo para hacer sentir al cuerpo en tal situación, pero realmente, jamás estuvo embarazada.

Esto fue un enorme impacto para Jill, sintió como su mundo se derrumbara completamente, se había quedado sin habla.

- El problema hormonal se puede corregir con tratamiento para regularizar los ciclos hormonales de nuevo, así todo volvería a ser como antes- le dijo el médico- además habrá que dar terapia psicológica y medicamentos antidepresivos para evitar una decaída mayor

Pero Jill no lo escuchaba realmente, para ella la voz del médico era solo un eco. No supo como había salido del hospital y mucho menos él como había llegado a su departamento. Lo siguiente que si supo fue que era de madrugada y ella estaba hecha ovillo debajo de su sabana, pasó su mano por su vientre derramando un par de lágrimas, su corazón estaba completamente destrozado.

- Como te encuentras?- le pregunto la voz de Penny, hasta entonces la noto a su lado, sentada en una silla
- Ta..nuki chan- susurro antes de romper en llanto
- Calma calma, se que duele Jill, incluso a mi me duele, pero, ten calma ne? Tal vez solo no era tiempo de que fueras mama realmente respira

Jill sollozo tratando de calmarse, en ese momento alguien entro a la habitación, era Grell el cual lucia un semblante agotado y preocupado.

- Oniichan- sollozo Jill al verlo
- Imouto lo siento tanto… debí.. advertirte desde antes pero por orgullo no lo hice,, y solo te lastime- se disculpo abrazándola- lamento lo que paso en estos meses y espero me perdones Jill, fui un tonto cegado por el coraje y los celos que sentía.
- Celos?
- Sentí celos de que tu.. posiblemente pudieras estar embarazada ya que yo, por mi condición fisiológica, no puedo tener un hijo , me sentí celoso y trasforme mis celos en coraje.
- Pero, ya viste que solo fue… una tontería de mi parte!- lloriqueo Jill
- No Imouto, estabas asustada, tanto que tu propio cuerpo reacciono a eso sin que lo pudieras controlar. Pero ahora debes seguir la terapia del médico, será un poco pesada Imouto pero eso te ayudara a volver a la normalidad
- No quiero hacerlo Grell- susurro Jill
- Jill, por favor, sabes que es por tu bien ne?... pero por qué mejor, no tomas unas vacaciones?- le dijo tratando de calmarla
- Debo trabajar
- Hable con Will acerca de esto, el está de acuerdo en que tomes tus vacaciones ahora Jill, así descansaras, te desestresaras y no te sentirás presionada en la empresa, podrás salir con Rupert y con Penny chan

Jill suspiro cerrando sus ojos y recostándose de nuevo, ella de verdad no quería tomar unas vacaciones, pero ansiaba estar sola en un lugar donde estuviera en calma realmente sin preocuparse por nada.

- Volveré a Irlanda un tiempo- susurro cerrando los ojos- creo que pasar tiempo con Nany me sentara bien- agrego
- La nana de mamá?
- Ella cuido de mi cuando estaba estudiando ahí- suspiro- quiero… alejarme de la cuidad y de todo por un tiempo- sollozo apretando las sabanas antes de ponerse a llorar de nuevo.

Grell accedió a ello, con la condición de que antes descansara un par de días para tener fuerza para hacer el viaje.

Antes de partir Jill acomodo una caja de plástico en la parrilla de la motocicleta, Rupert viajaría en ella, al parecer el cachorro que ya no era realmente tan pequeño como antes se estaba acostumbrando a viajar de ese modo. Se despidió de su hermano y de Penny los cuales la habían ayudado a prepararse, y partió de regreso a Irlanda.

El hecho de pasar por aquellos caminos y grandes extensiones de campos la distrajo, el viento salado del mar que estaba a su lado la hizo pensar en otra cosa que no fuer su depresión, paso al lado de algunos pueblos de pequeñas casas de techo traingular y paredes blancas, eran lugares calmados y pequeños, al sitio que se dirigía era similar.

Un pequeño pueblo en el corazón de Irlanda, de casas similares de paredes blancas y techos de teja al pie de una colina. En lo alto de la colina había un castillo, como muchos castillos que había por toda Irlanda. Además estaba cerca de un risco desde el cual se podía observar el mar.

El pueblo subsistía de la pesca y la cria de ganado y ovejas para producir lana, la mayor parte de los ingresos de ese lugar venían de la venta de lana de buena calidad.

- Llegaremos pronto ru-chan- le dijo al cachorro

Capitulo 10

Llego a una casa amplia a las afueras del pueblo, era una casa mas grande que las demás, de dos pisos, incluso tenia un corral donde dormían las ovejas y un establo con un par de vacas y caballos.

Estaciono la moto en un cobertizo y saco a Rupert de la caja dejándolo sacudirse y desentumirse, aunque habían hecho algunas paradas de camino, ambos estaban agotados por un viaje tan largo.

Se acerco a la puerta y llamo un par de veces, esperando un momento. Una chica joven que vestía un vestido largo con un delantal fue a abrir, mirándola con sorpresa.

- Lady Jill que gusto verla de nuevo... adelante pase- le indico – Nany esta en el mercado, no creo que demore mucho, pero adelante tome asiento, un viaje desde Londres debe de ser agotador
- Gracias Alannah- agradeció Jill
- Gusta algo de beber?
- Por primera vez creo que agua me vendría bien, y un poco para Rupert si no es molestia- señalo al cachorro echado a su lado
- Es un hermoso pastor- sonrió Alannah- enseguida le traigo agua a ambos- sonrió retirándose a la cocina.

Jill suspiro mirando la casa que antes había sido de su madre, era de un estilo antiguo, los pisos de madera y las paredes pintadas de blanco, las escaleras que conectaban al segundo piso también eran de madera, y ahí, sobre la chimenea de la sala estaba un retrato al oleo de su madre de joven, la pequeña placa al pie del cuadro decía simplemente Merida Farley. El nombre de soltera de su madre antes de que su apellido cambiara a Sutcliff al casarse con su padre.

Su cabello rojo y su piel blanca y aquella cálida sonrisa son cosas que Jill aun recordaba de ella, había sido una madre muy cariñosa con ella y con Grell, este ultimo había heredado el color de cabello que su madre, aunque ella y su hermano eran lacios como su padre, a diferencia de su madre que tenía el cabello ondulado.

En ese momento alguien llego por la puerta de la cocina, escucho a Alannah hablar con esa persona, su voz le pareció tan familiar.

De la cocina salió una mujer de edad avanzada, pero muy vigorosa, la miro con ternura y asombro de verla ahí de nuevo.

- Hola Nany - la saludo Jill sonriendo
- Mi pequeña has vuelto- la abrazo- es un honor verte de nuevo, mírate como has cambiado durante tu estancia en Londres, me alegro que hayas venido a visitarnos

Jill la abrazo sonriendo con alegría de verla tan bien, era una mujer fuerte y vigorosa, ella era la que se había quedado a cargo de la casa realmente, gracias a ella las cosas estaban bien ahí. Rupert ladro y se paro en dos patas exigiendo atención también.

- Vaya es un hermoso y joven pastor- sonrió Nany- se parece mucho a rain
- No creo que Rupert sepa siquiera pastorear patos- rio Jill- es.. un citadino después de todo- suspiro sonriendo, en ese momento Alannah llego con una bandeja con una jarra de agua de sabor y un plato de agua natural para Rupert.

Jill platico un rato con Nany antes de que esta la mandara a asearse y descansar a la planta alta. Cuando Jill entro a su habitación sonrió al verla como la había dejado, perfectamente tendida y las almohadas de pluma de ganso perfectamente acomodadas, y entre ellas un pequeño osito de peluche que había pertenecido a su madre, abrió la ventana dejando pasar la fresca brisa marina, a lo lejos colina abajo vio un rebaño de ovejas acercarse hacia la casa. De seguro eran pastoreadas por el nieto de Nany; Ryan. El hermano mayor de Alannah.

Jill se tumbo en la cama con Rupert echado a sus pies, ambos estaban vencidos por el cansancio, afortunadamente era tal que Jill no tuvo tiempo de pensar en lo que la había llevado de regreso a ese lugar, cerró los ojos sucumbiendo al sueño, dejando su mente en blanco.

Estar en ese lugar la relajaba, ayudaba a Alannah y Nany a preparar las comidas o salía a pastorear con Ryan y rain, otra border collie de 5 años. Incluso Rupert aprendió a pastorear al ser joven era ágil en el campo.

Jill parecía estarse reponiendo de la mala pasada que había tenido en la ciudad, incluso a veces tomaba la motocicleta y conducía por aquellos bellos y extensos campos, llevando con ella a Rupert y un cuadernillo de dibujo. O frecuentaba museos y galerías de arte para pasar el rato.

Así paso cerca de dos meses, su depresión no se había marchado del todo, pero al menos había disminuido considerablemente, regresando a Londres tendría que tomar la terapia de la que el médico hablaba.

Antes de marcharse se dirigió a Dublín, Nany insistió mucho que visitara el Dublín City Gallery, un famoso museo de aquella ciudad la cual estaba a unos cuantos minutos en motocicleta.

Jill camino por la amplia galería de pasillos largos de color blanco, admirando las exposiciones, había una nueva que era aquella que Nany le había sugerido visitar. Era algo curioso, las obras en si eran abstractas pero había algo en ellas que le llamaba la atención a ella. Camino distraída fijando la vista en un cuadro, cuando sin quererlo se estampo con alguien y cayó al piso.

- Lo lamento no me fije por donde iba- se disculparon ambos al mismo tiempo, Jill levanto la mirada, encontrándose con un chico joven, mayor que ella
- Permítame ayudarla señorita- dijo el joven tendiéndole la mano, la cual Jill acepto sin dejar de mirarlo, su cabello rubio y sus brillantes ojos azules.
- Gracias y disculpe mi torpeza- se disculpo Jill de nuevo, marchándose de ahí.

Subió a su motocicleta para alejarse de ahí, sacudió la cabeza para quitarse la idea de que siquiera aquel chico le pareciera atractivo, no quería pasar de nuevo por lo mismo.

Cuando llego a casa se tumbo en su habitación suspirando, lo mejor sería simplemente pasar ese encuentro por alto, olvidarse y punto, no tenía ninguna importancia y además al día siguiente regresaría a Londres. A su departamento, a su vida, a poner a trabajar a Ronald, ser esclava de William en la editorial y tumbarle de paso algunos dientes a Claude si se le acercaba de nuevo.

Pero había algo que la ponía nerviosa cuando pensaba en su regreso, volver a ver a John, su solo recuerdo hacia que sus ojos se llenaran de lágrimas, ella apresar de todo aun lo amaba, y no podía sacárselo de la cabeza. No podría evitarlo para siempre, cada que visitara a Penny pasaría lo mismo de la ultima vez, ninguno de los dos tomaría en cuenta al otro? Eso era algo que Jill no soportaría. Su indiferencia era una puñalada en su alma.

Nany entro a la habitación de Jill notando sus lágrimas, había subido a llamarla para la cena, pero se preocupo al verla en ese estado.

- Sucede algo mi pequeña?- le pregunto acariciando su cabello sentándose al borde de la cama
- Nany- sollozo Jill tengo miedo de regresar a Londres
- Es… por un joven no es así?

Jill asintió y le explico a medias lo que sentía por John, jamás le menciono lo que había pasado la noche de la presentación, pero le había dicho que después de aquella presentación el había empezado a ser frio e indiferente con ella. Y que durante los meses siguientes ella había callado su dolor y no había vuelto a hablar con él.

Nany la escuchaba con atención acariciando su suave cabello azulino, tal como lo hacía con Merida muchos años antes, cuando ella le contaba acerca de su amor hacia el joven Sutcliff y de sus miedos a ser rechazada y lastimada, por el que posteriormente se convertiría en su esposo y padre de Jill y Grell.

Miro a Jill con ternura, cuando la veía e recordaba tanto a su pequeña Merida, suspiro al oír su relato acerca de aquel joven, sospechaba acerca de algo mas entre ellos mas guardo silencio, para no molestar e incomodar a su pequeña Jill. Así como muchas veces había guardado silencio para no incomodar a Merida.

- Y si… fue un mal entendido?- le pregunto paciente y amablemente
- Un.. mal entendido?- murmuro Jill viéndola con sorpresa
- Si, tal vez, ese joven del que me hablas crea que fuiste tú quien se alejo de él y no el de ti…
- Pero… su manera de ser cuando…
- Puede estar tratando de ignorar u olvidar el daño que siente.. pequeña aquel día de la presentación las cosas parecían ir bien según me dijiste… sin embargo al día siguiente tú te alejaste
- Pero también él se porto.. extraño.. y eso me lastimo
- Y le dijiste que era lo que te pasaba?
- No, no lo hice- susurro Jill
- Si intentamos verlo desde el punto de vista de el, puede que piense que tu escapaste para alejarte de él…
- Y como voy a saber eso?
- Solo preguntándole Jill- le sonrió Nany- antes de decidir si lo mejor es que estés lejos de él… debes hablarlo… y conocer su lado de la historia también… si vez que aun después de hablarlo lo mejor es que se separen… lo harás sin sentir aquel dolor en tu pecho
- Pero.. tengo miedo de que el … me rechace y no quiera hablar conmigo- sollozo Jill con miedo
- A veces hay que correr riesgos pequeña, la recompensa puede ser muy grande
- Y la decepción también
- Jill, a veces si no arriesgas no ganas, y tú.. en este momento, tienes mucho que ganar y nada que perder

Jill la miro con sorpresa, al menos las palabras de Nany la habían dejado pensando, tal vez tenía razón, y lo mejor sería hablar de aquello con John. Si el de verdad demostraba su desinterés en aquello, lo mejor sería decir hasta ahí.

- Lo hare- respondió al fin- tienes razón hablare con John cuando.. regrese a Londres… gracias Nany- le sonrió abrazándola.
- Te deseo suerte pequeña

Al día siguiente, Jill partió de regreso a Londres después de casi dos meses de haber escapado de la cuidad y se había refugiado en Irlanda. Dos meses de no saber nada de nadie, como estrían? Sobre todo como estaría John? Estas eran las preguntas que se hacía mientras el ruido del motor de su motocicleta invadía aquellas carreteras vacías de Irlanda.

Capitulo 11

Esos dos meses habían sido tan aburridos para Saine, de verdad no se había enterado de nada importante realmente, solo había tenido que soportar el humorcito de John que a veces estaba intolerable. Pero claro, el joven aun se negaba a admitir que le frustraba no saber a dónde se había ido Jill.

Saine se entretenía diciéndole que de seguro tenía una nueva pareja y por ello se había ido, cosa que a John le molestaba aunque lo negara, la sola idea de que Jill se marchara con alguien más bastaba para ponerlo de un humor de perros. Saine jamás le había dicho que Jill se había marchado debido a un malentendido en el cual ella creyó estar embarazada de John, aunque este jamás lo había sabido. Y Saine jamás se lo había dicho, primero porque no tenía ningún interés en ello a menos que su amigo el vago fuera a rechazar al supuesto bebe, pero más que nada por que Penny lo había amenazado con castrarlo si se atrevía a abrir la boca.

Además el tenia sus propios problemas como para preocuparse por los de John, dos de sus profesores se habían jubilado o renunciado, cosa que él veía solo como mas tiempo libre sin tener inasistencias a clase. Pero casi de inmediato habían llegado dos nuevos profesores. Saine aun no se tomaba la molestia de conocerlos, pero sentía curiosidad por que en el campus no dejaban de hablar de ellos.

- Tan vez algún día me tome mi tiempo de conocer a los susodichos suspiro sonriendo de medio lado, pero había tenido tantos “compromisos” la semana que aquellos profesores llegaron que decidió dejar el asunto escolar para después.

Finalmente cuando se vio más desahogado de aquellos “compromisos” decidió tomarse un tiempo para asistir a clase impulsado por la curiosidad.

Camino por los pasillos de la escuela con la funda de su guitarra colgada al hombro. Las miradas de chicas curiosas se posaron sobre él mientras continuaba caminando arrancando uno que otro suspiro o risilla nerviosa, de vez en cuando se dedicaba incluso a sonreírles a las chicas solo para verlas suspirar. Llego temprano al aula, se maldijo a sí mismo por aquello, bien pudo haber llegado retrasado por coquetear en los pasillos y sin embargo ahí estaba el solo en aquella aula en la cual había un piano dispuesto y listo para tocarse.

Saine paso sus dedos por la madera laqueada de negro, dejo sus cosas en una silla y se acerco al taburete, rozando las finas teclas de marfil con la cálida yema de sus dedos, suspiro y tomo asiento, pasando presionando las teclas correspondientes emitiendo una suave melodía del famoso músico y maestro John Lennon, de hecho, era gracias a este músico por lo que su mejor amigo John tenía ese nombre, repaso la letra de Imagine en su mente al mismo tiempo que la tocaba en el piano.

- Excelente interpretación joven du Lac- le dijo alguien de pie a sus espaldas, Saine ceso de tocar de golpe haciendo que el piano se estremeciera
- Quien eres tú?- gruño por lo bajo mirando a aquel que lo había interrumpido

Lo observo bien, aquel hombre era alto, muy alto, podría decirse que casi dos metros si no es que eso media, incluso a él con sus 1.87 metros de altura lo hacía sentirse pequeño. Su cabello negro y alborotado largo hasta poco más arriba de los hombros le daba un aire juvenil, pero su serio traje de color negro y su corbata roja lo hacían lucir un poco más profesional y maduro que un alumno. Además sus ojos verdes brillantes lo miraban con curiosidad y tranquilidad.

- Soy el profesor Havens, Damián Havens

Saine lo miro aun mas sorprendido, enserio aquel sujeto era un profesor? Había esperado quien sabe… a alguien más… anticuado, un anciano amargado que no tuviera nada más que hacer que darle clases a un montón de niñatos que tenían el vago sueño de estudiar música.

- Yo supongo que tú debes ser el joven Saine Pointe du Lac no es así?, después de todo no te había visto por aquí, y suponía que serias el alumno que no había asistido a clases

Saine no pudo responder nada, la campanilla anuncio el inicio de clases y pronto.. el salón comenzó a llenarse de alumnos que aun hablaban entre ellos y se reían de sus propias cosas, cuando veían a Saine ahí de pie ente el profesor se asombraban, no estaban habituados a la presencia del joven y rebelde músico.

El timbre indico a Saine que era libre al final de la clase, ya había conocido a aquel sujeto ya no tenía nada que hacer ahí.

- Joven du Lac podría esperar a que se retiren todos?- le dijo Damián al ver que era el primero en tomar sus cosas

Saine bufo y espero a que todos se marcharan, las chicas pasaban a su lado nerviosas, él para divertirse les guiñaba un ojo haciéndolas sonrojar.

- Podría dejar sus juegos para después joven du Lac- lo riño Damián- le pedí que se quedara para hablar de un asunto muy serio
- Que puede ser eso? Apenas nos conocemos
- Es debido a su inasistencia … como espera pasar el curso
- Pasando mi examen y ya.. siempre ha sido así
- Tal vez con su anterior profesor, pero no conmigo joven du Lac, usted presenta un grave retraso en las clases, que debe corregir a menos que quiera perder su beca

Saine lo miro con sorpresa, acaso eso era una amenaza hacia él?

- Y que sugiere? Me reprobara solo para quitarme la beca?- lo reto Saine
- Intento ayudarlo para que no la pierda, pero para eso deberá tomar clases extraordinarias conmigo
- No pienso pagar lecciones privadas no me gusta el piano- bufo Saine dándose media vuelta
- No pretendo que las pague pero sí que recupere las horas perdidas… piénselo joven du Lac- dijo Damián entregándole un papel cuidadosamente doblado

Saine lo miro con el ceño fruncido y se marcho del aula, guardo el pape en el bolsillo ya que a alguien se le había ocurrido mover el cesto de basura que había fuera del salón.

Camino a las maquinas expendedoras para conseguir un jugo, sentía la garganta reseca, recordo lo acontecido en clase, ese profesor lo sacaba de sus casillas, termino el jugo y entro a los lavabos a lavarse la cara, cuando vio la hora, iba retrasado a la siguiente clase.

Camino a paso normal, como si no llevase prisa, las chicas que deambulaban por los pasillos le abrían paso solo para admirarlo un poco más de tiempo cuando el pasaba. Esto le permitía distraerse un poco de aquel mal rato que había pasado.

Cuando entro al aula, había una chica al frente con un violín en manos, estaba interpretando Fur Elise a un ritmo más lento del normal, al parecer aun no se la sabia por completo. Al lado de ella había un hombre casi tan alto como Damián, pero esta vez de cabello blanquecino, vestía un impecable traje negro y una corbata a juego. Sostenía un arco de violín en sus manos y caminaba de lado a lado detrás de la chica.

- Excelente ejecución señorita Reeve- la felicito aquel hombre, Saine cayó en cuenta que era el profesor de violín
- Muchas gracias profesor Strauss- agradeció la chica haciendo una reverencia
- Solo debes cuidar detalles en la posición de tu brazo al sostener el violín y al mover el arco, por lo demás estuvo perfecta, comienza a practicarla con mayor velocidad de tiempos
- Si profesor- asintió la chica y tomo asiento
- Veamos.. el siguiente en la lista es.. el joven du Lac- dijo el profesor levantando el rostro mirando a Saine- nos haría el favor de pasar al frente?
- Que yo qué?!- exclamo Saine sentándose de golpe
- Que si puede pasar al frente
- Pero.. yo- balbuceo Saine caminando hacia el frente de la clase
- Nos haría el favor de interpretar la misma pieza?- le pidió el profesor Strauss, hasta ese momento Saine noto el color rojizo de los ojos de aquel hombre.
- Supongo que… no tengo más opción- bufo tomando el violín, cerró los ojos y comenzó a tocar la pieza a velocidad normal

Se escucho un golpe en el escritorio, Saine ceso de tocar de golpe y miro al profesor.

- Mal, mal, mal , mal, mal- repetía caminando alrededor de Saine- aunque tu ejecución es buena tu postra no lo es, debe ser elegante y firme, aparentar ligereza y sin embargo no moverte en absoluto, sacas demasiado el codo con el que tomas el violín, y la muñeca con la que tomas el arco está demasiado tiesa como pretendes tener soltura para moverlo?
- Yo…
- Además.. endereza esa espalda!- le reprimió picándolo con la punta del arco, Saine la enderezo- saca mas el pecho… y curvea tu barbilla, apoya el violín en el hombro… se tiene que sostener solo con la barbilla y hombro sin usar la mano así tendrás soltura para presionar las cuerdas… además esa no es la posición de la mano
- Esto es incomodo- se quejo Saine, le dolía el cuello

Saine intento tocar así, pero cometió demasiados errores y termino todo entumido, el profesor suspiro y tomo nota en la lista. Saine dejo el violín y fue a sentarse tronándose el cuello y moviendo los hombros quejándose por estar entumido.

- Me gustaría hablar con usted al final de la clase joven Saine- le dijo sin mirarlo
- Otra vez yo?- se quejo en voz baja- está bien- le respondió

Saine espero al final de las clases, estaba molesto con la situación y comenzaba por tener hambre, ya era hora de molestar a John en su casa y a comer lo que quedo de la cena.

- Para que me quería?- le pregunto escuchando que una alumna se despedía de él, llamándolo Yue
- Quería hablar contigo sobre tu deprimente actuación
- Estaba tocando bien hasta que me interrumpió- se defendió Saine
- No te hubiera interrumpido si hubiera estado bien
- La melodía estaba bien
- Pero no así la postura, Saine un violinista debe ser grácil cuando se presente, y mostrarse elegante, esa burda posición que tenias no tenía nada de elegante
- Eso que importa si tocas bien- bufo
- Importa mucho, y debemos corregir esos errores
- Mas clases extraordinarias?- se quejo
- No soy el único que las había propuesto he?
- No y tal como le respondí al profesor Havens… lo pensare mas no aseguro nada


Yue suspiro al ver la actitud cerrada del joven, sin embargo no insistió en aquello, debería de darle un pequeño espacio para pensar las cosas.

Saine salió del aula y se dirigió a la salida de la escuela, demasiado soportar a los profesores y a los alumnos por un día. Moría de hambre y era hora de visitar y levantar a su amigo el vago de John.

Tomo el autobús que lo llevaría a la casa de John, poniendo atención a algunas de las miradas indiscretas que se dirigían a él. Cuando bajo en la parada indicada camino algunos pasos para llegar y llamo a la puerta.

John no tardo en abrir, cosa que sorprendió a Saine, parecía que se preparaba para salir a algún lado.

- Lloverá, que haces despierto?
- Lloverá por que fuiste a clases vago- le reclamo John , parecía no estar de humor
- A que se debe tu mal humor este día? Comprobaste que Jill si escapo con otro?
- Cierra la boca con eso quieres?
- Huy.. de verdad estas de malas, que pasa he?
- Nada realmente… solo… me estresa no poder conseguir un empleo
- Un empleo?!- exclamo Saine abriendo los ojos por completo- John estoy escuchando bien? Estas buscando empleo? Es una broma verdad?
- Te parece que bromeo?
- John tú no eres del tipo que busca empleo solo por que si y lo sabes
- Solo sucedieron cosas está bien?- le reclamo John- hay problemas y debo buscar empleo antes de que las cosas en esta casa enserio empeoren, creo que deberemos de cambiar el día de los ensayos
- Parece que no solo a mi me pintan mal las cosas- suspiro Saine- en ese caso… primero esperemos a que consigas empleo y después vemos los ensayos
- Siento que me ocultas algo de nuevo- bufo John
- Yo siempre he sido un misterio y lo sabes, ya te diré después que sucede, primero que nada, deberemos de ver qué sucede contigo.. así que.. qué esperas ya deberías de estar fuera buscando empleo

John lo miro molesto y suspiro resignado, tomo sus cosas y salió de la casa, Saine tomo una pieza de pan de la mesa y salió detrás de John.

- Te acompañare un rato ne? Así no te regresaras cuando estés en la esquina
- No debo regresarme idiota!
- Que sucede realmente John? Si hay algo que pueda hacer sabes que lo hare
- Mi padre está en el hospital, parece que… recibió mucho estrés en el trabajo y estuvo a punto de sufrir un infarto o algo así, no podrá trabajar un tiempo y por eso yo.. debo ayudar un poco en casa
Saine lo miro seriamente, así que era esa situación, jamás hubiera pensado que sería tan delicada, camino con el sin decir nada ya que no quería ofenderlo con su sarcasmo incontrolable que a veces tenia.

Fue un día de locos, caminaron por toda la cuidad, Saine esperaba que John tuviera suerte en esa búsqueda, por lo que lo acompañaba a todos los sitios. Cansados de buscar a media tarde decidieron beber algo en una fuente de sodas. Saine se percato de que había unas chicas observándolos a ambos.

Era inevitable para él, sus instintos lo impulsaban a coquetear con ellas discretamente, adopto una expresión seria y bebió una soda como si de un modelo se tratara, cerrando los ojos a medias y tomando una expresión concentrada.

- Deja de coquetear ojo alegre- le reclamo John
- Pero si no estoy haciendo nada
- Saine conozco tu manera de ser y si volteo veré a una chica detrás de mí con la cual estas coqueteando
- En realidad son dos- dijo Saine entre dientes- bien dejemos eso de lado y.. sigamos con nuestra búsqueda

Saine y John salieron de aquel lugar, John buscaba empleo en cada lugar que lo pedía, mientras Saine lo esperaba afuera de los establecimientos..Percatándose que las chicas de la fuente de sodas los seguían.

Finalmente y cansados ya de recorrer todo Londres de un lado a otro John decidió que ese sería el último lugar que visitarían, y que con ello esperaba tener suerte, de lo contrario, no quería ni imaginarlo. Saine espero afuera como siempre comiendo un dulce de fresa, miro el lugar y suspiro riendo divertido.

Aquel bar- restaurante era en el que semanas atrás trabajaba la pequeña Penny, esta simplemente lo había dejado por que según ella había conseguido un mejor empleo, pero Saine aun no lograba averiguar cuál era.

John salió de ahí con un semblante aflojerado, Saine temió que ni ahí lo hubiera logrado.

- Y bien?- le pregunto levantado una ceja
- A partir de mañana, formo parte de la fila de empleados promedio- respondió con flojera
- Bienvenido al mundo de la responsabilidad- se rio Saine
- Cállate vago, que yo sepa tu no trabajas
- Hay muchas cosas que no sabes de mi- respondió Saine- volvamos que me muero de hambre
- Gorrón- bufo John caminando con él a la parada de autobús

El camino de regreso fue tranquilo, el trasporte iba relativamente vacio a esas horas del día, Saine permanecía pensativo mirando por la ventana desde su lugar, ahora que John tenia empleo los ensayos se recorrerían a los fines de semana, así que consideraba la posibilidad de aceptar la proposición de Yue o Damián, o ambas, no sería tan difícil según él.

Bajaron del autobús en la parada indicada, John intentaba hacerse a la idea de alejarse de su vida de vagancia y Saine trataba de bromear con eso, de la nada John se quedo petrificado cuando habían llegado a su casa.

Saine le paso la mano frente a los ojos tratando de hacerlo reaccionar, al mirar en la dirección que John veía se quedo igual de helado que el. Y una gran sorpresa se denotaba en los ojos de ambos.

Ahí frente a ellos recargada en la puerta del jardín de la casa estaba una flamante motocicleta de color azul brillante, y recargada en el asiento estaba una chica de brillante e inconfundible cabellera azulina y al lado de ella un border collie joven, Jill había regresado.

Capitulo 12

Jill al verlos llegar se puso de pie, vestía unos pantalones cortos de mezclilla con unas botas de piel que le llegaban a las rodillas, una chamarra de cuero y una diminuta blusa que dejaba ver su abdomen plano. La chamarra no alcanzaba a cubrir por completo y dejaba a la vista la espalda baja de ella, en la cual se notaban los intrincados detalles de un dragón estilo tribal con las alas extendidas a ambos lados. Se quito las gafas de sol y las coloco en su cabeza. Se acerco a los dos atónitos jóvenes

- Tenemos que hablar- le dijo a John seriamente
- No creo que tengamos algo de qué hablar- respondió este tratando de permanecer tranquilo
- John debemos hacerlo, no pienso marcharme si no hablamos es importante, crees que si no lo fuera vendría aquí?
- Tal vez lo sea para ti, pero en cuanto a mí, tengo cosas más importantes que resolver en este momento
- John- insistió Jill a punto de rendirse

John solo estaba tratando de no sucumbir ante el deseo de abrazarla, de decirle que la había extrañado todo ese tiempo, pero por orgullo fingía que no le importaba mas, ignorando sus propios sentimientos hacia ella.

- John- lo llamo Saine colocando su mano en el hombro de este, lo miro tranquilo y asintió con la cabeza ligeramente, Jill no pudo notar este gesto de parte de Saine John solo suspiro resignado
- Está bien pero que sea rápido- respondió de mala gana- pero.. hablemos allá ok?- le señalo el pequeño parque que estaba frente a su casa

Saine permaneció sentado en la acera, había tomado a Rupert del collar para que no siguiera a Jill y a John mientras los veía alejarse, al ver que el perro se había calmado y echado a su lado saco su guitarra y comenzó a tocar para distraerse un rato

Honey pie, you are making me crazy
I’m in love but I’m lazy
So won't you please come home.

Oh honey pie, my position is tragic
Come and show me the magic
Of your Hollywood song.

Jill camino al lado de John con la mirada fija en el piso, estaba nerviosa en esos momentos, la confianza que había sentido al ir a buscarlo para aclarar las cosas con el se había desvanecido al verlo de nuevo, ahora era consumida por su miedo y sus nervios y sentía en impulso de salir corriendo

- De que querías hablar?- le pregunto John neutralmente
- John yo… solo quería dejar en claro lo nuestro… lo que paso entre nosotros…
- Lo dejaste bastante claro cuando huiste Jill
- John no es lo que piensas
- Entonces qué es?- le pregunto levantando una ceja
- Yo… escape cuando vi tu indiferencia, como si… no te importara lo que había sucedido entre nosotros
- Y que esperabas? Que gritara a los 4 vientos que me había acostado contigo? Aunque todos se hayan enterado de lo que paso esa noche Jill no es para que lo estuviera exhibiendo
- No me refiero a eso, pero… tenía miedo
- Miedo a que Jill?
- Tenía miedo de que no fuera más que una aventura de una noche para ti, John ya me lastimaron una vez no quería que pasara de nuevo pero cuando vi tu indiferencia sentí que mi alma se venía abajo completamente por eso escape
- Te dije esa noche que yo no te haría daño- suspiro John – es tan difícil creerme?
- Me es difícil creer en los hombres, John no fue nada en tu contra de verdad
- Por que no puedes creer en los hombres, por que no me puedes creer a mi?- le reclamo
- Es.. algo que no puedo decirte… no ahora… no insistas en ello- Jill palideció mientras decía esto
- Bien, si eso es todo lo que querías decirme, entonces ya estamos bien- dijo John desviando la mirada, aunque veía de reojo la fragilidad de Jill en ese momento, reprimió su deseo de abrazarla, durante los meses después de aquella presentación el no había hecho más que tratar de olvidarla y sin embargo, cuando parecía estar lográndolo ella regresaba y le decía todo aquello, pero aun no le quedaba claro por qué había desaparecido ni que había pasado esos meses en los que solo visitaba a Penny y sin embargo no volteaba ni a ver a el
- Adivino lo que quieres saber- respondió Jill mirándolo- lo que paso durante estos últimos meses después de la presentación
- Posiblemente- respondió este- por que decides venir hasta ahora, visitaste tanto mi hermana y varias veces estuve ahí y tu… sin embargo te alejabas
- Tenía miedo que me rechazaras debido a lo que estaba pasando, estaba confundida y temerosa además de…
- De qué?- John levanto una ceja
- Estaba confundida y… Penny me ayudo a asimilar la idea de un posible embarazo- respondió Jill desviando la mirada
- Estuviste embarazada?!- exclamo John alterado tomándola de los hombros- lo estuviste?- miro su vientre, si eso era verdad ella debería de tener 6 meses de embarazo sin embargo el abdomen de la chica era plano como siempre, una idea paso por su cabeza aterrándolo un poco – Jill que sucedió con el bebe?, acaso te atreviste a… abortar?
- No!- exclamo Jill sorprendida- jamás lo haría John! Jamás haría algo así de cruel! Sucedieron cosas, estaba tan asustada que yo misma me cause los síntomas y solo sirvió para confundir las cosas, cuando me entere de la verdad decidí marcharme a Irlanda para alejarme de todo y no caer en depresión

John la miro seriamente, habían pasado mil cosas por su cabeza de las posibles causas por las cuales Jill se había marchado de Londres durante esos dos meses, pero nunca una situación así, suponía que debía agradecerle su paranoia a Saine.

- Eso era lo que quería aclarar entre nosotros John, yo jamás te deje de amar, pero hui por un ridículo miedo que no puedo controlar realmente lo siento- se disculpo – lamento haberte quitado tanto tiempo, si me permites creo que es hora de… retirarse- susurro Jill comenzando a caminar de regreso.

Sintió que John tomaba su mano deteniéndola, ella volteo a verlo con sorpresa, perdiéndose en los ojos color chocolate de John, este tiro de ella suavemente atrayéndola a su cuerpo y estrechándola contra el rodeándola con sus brazos como había querido hacer durante tanto tiempo.

Jill se tenso un poco y levanto la mirada para verlo directamente a la cara, al hacerlo se encontró con los cálidos labios de él sobre los suyos, en un principio no supo bien que hacer, pero no lo pensó mucho solo correspondió dejando su mente en blanco.

John se separo de sus labios mirando fijamente los verdes ojos de Jill, los cuales lo miraban preocupada y con algo de miedo, se acerco a su oído cantándole con un leve susurro
Close your eyes and I'll kiss you
Tomorrow I'll miss you
Remember I'll always be true
And then while I'm away
I'll write home everyday
And I'll send all my loving to you

I'll pretend that I'm kissing
The lips I am missing
And hope that my dreams will come true

And then while I'm away
I'll write home everyday
And I'll send all my loving to you

Saine los observo desde su lugar, suspiro sonriendo de medio lado al ver lo que pasaba entre ellos dos, al parecer se había aclarado el malentendido, y afortunadamente el no tuvo que interferir en absoluto, por lo cual era mejor aun.

- Parece que se olvidaron de nosotros he Rupert?- le dijo al perro

Suspiro largamente y metió la mano a su bolsillo, además de la tarjeta de Damián también tenía la de Yue, hizo una mueca de desprecio y saco su teléfono móvil marcando los números de uno en uno sin mucho ánimo realmente.

- *diga?*- respondió una voz bastante masculina al otro lado de la bocina
- Profesor Havens?
- *si soy yo*
- Soy…Saine- balbuceo aun inseguro de lo que estaba haciendo realmente
- *ah, joven du Lac… a que debo el honor de su llamada, acaso ha pensado en mi propuesta?*
- Posiblemente… pero… antes de ello creo que deberé poner algunas condiciones- murmuro decidido, se escucho un suspiro por parte de Damián
- * Bien te escucho? Qué condiciones desea el joven príncipe?*- le pregunto con sarcasmo
- No pienso ser un esclavo de tus clases Damián-le respondió Saine seriamente- no pienses que estaré toda la semana y mucho menos durante casi todo el día
- *Aceptare tus condiciones si tu aceptas la única condición que pongo Saine*
- Puede que la acepte si me conviene- respondió este
- *Te limitaras a aceptar mi método de enseñanza*
- Solo eso?- pregunto Saine levantando una ceja- está bien, lo aceptare si respetas mis condiciones
- *bien … llámame cuando decidas cuando tomaras las clases, cualquier día estoy disponible*

La llamada se corto, Saine bufo algo molesto, no sabía por qué hacia aquello, culpaba al trabajo de John por eso, al no estar el Saine tendría mucho tiempo que no aprovecharía en nada realmente, además quería demostrarle a ese par de profesores que él podía ser mejor que sus alumnos de clase sin necesidad de estar diario metido en la en la escuela.

Jill y John regresaron a donde habían dejado a Saine y Rupert, observaron que este estaba llamando por teléfono, en cuanto los vio colgó de inmediato, lo único que escucharon fue que se despedía de un tal señor Strauss.

- Otro de tus misteriosos amigos?- le pregunto John
- Solo un profesor de escuela- bufo Saine, observo que Jill tomaba la mano de John
- Es raro en ti- murmuro John
- Lo mismo que tu trabajando así que tenía que matar el tiempo que no podre molestarte para que me des de comer, así que creo esta será una de mis últimas comidas aquí… extrañare como cocina la señora McCain
- Y como papa te golpea con el bastón- se rio John
- John- lo llamo Jill- debo.. volver a casa, apenas regrese de Irlanda y me encuentro agotada, gracias por escucharme y… me alegro de haber aclarado la situación
- También me alegra a mi- dijo John besando sus labios
- Rupert… a la caja- le indico Jill, el cachorro que ya media la mitad de lo iba a crecer totalmente dio un salto y quedo colgando Jill lo ayudo a subir y después subió ella a la motocicleta, se coloco el casco echo a andar la poderosa máquina- hasta pronto… nos veremos después- se despidió alejándose por la deshabitada calle, levantando a su paso algunas hojas secas de arboles con la ráfaga que la motocicleta causaba.

Capitulo 13

Había aprovechado todo ese día para descansar del largo y pesado viaje, pero no había parado de rodar en la cama pasando sus dedos por sus labios los cuales aun sentían la calidez de los labios de John. Sonrió nerviosa y abrazo una almohada ocultando su sonrojo. Trato de dormir recordando la canción que John le había susurrado al oído, un ligero escalofrío recorrió su espalda.

Por la mañana partió a la oficina de regreso, las secretarias la miraron curiosa cuando ella entro, suspiro y camino al ascensor, de seguro esas brujas habían inventado otro rumor más acerca de ella.

Cuando llego al último piso, choco de frente con alguien, cuando miro atentamente se percato de que se trataba de Penny.

- Tanuki chan!- exclamo al verla
- Regresaste!!!- exclamo Penny abrazándola
- Tanuki chan… que… haces aquí?
- Bueno quería que fuera una sorpresa…
- Sorpresa? De qué?

William y Grell salieron de la oficina, y las observaron tranquilamente.

- Oniichan… que pasa?
- Bueno pues…. Ha habido unos cambios estos meses Jill- respondió Grell
- He decidido contratar nuevo personal- respondió William acomodándose sus gafas-había muchos que no estaban dando el rendimiento que exige esta empresa, y otros que se la pasan vacacionando
- Vaca….cionando- murmuro Jill, sintió un nudo en el estomago de pronto
- Calma Jill tampoco te asustes así, jamás dejaría que te quitaran tu lugar Imouto- la calmo Grell al verla pálida
- Eres la única capaz de poner a trabajar al holgazán de Knox, no me convendría darte de baja- agrego William
- Demo, entonces… tanuki chan…
- A partir de ahora seremos compañeras de trabajo, bueno, algo así yo… estoy en el área de cronistas, pero nos veremos de vez en cuando- sonrió la pequeña castaña- dios mira la hora!- exclamo- te veré a la hora del almuerzo Jill- se despidió de ella y subió al ascensor

Jill la miro aun sin palabras, comenzaba a pensar que todo aquello era una broma, pero cuando miro a William y a Grell la cara del primero le indico que no lo era en absoluto.

- Llegas en un buen momento Jill, la publicación de este mes se acerca y ocupamos toda la ayuda posible- le dijo Grell
- Y que alguien ponga a trabajar a Ronald?
- Tal vez- respondió William - bienvenida de nuevo
- Gracias- respondió Jill- y gracias por haberme dado este tiempo
- Lo necesitabas, espero tengas energía
- Energías renovadas y listas para poner a trabajar a Ronny

Jill se dio la vuelta para bajar a su oficina, y poner a trabajar al vago de Ronald de una vez. Se sentía extraña de volver a la rutina después de tanto tiempo, pero en esta ocasión no se sentía con miedo o preocupada como los meses anteriores.

Justo a la hora del almuerzo Penny la esperaba en la entrada de la editorial, la tomo de la mano y salió de inmediato, parecía ansiosa por algo.

- Jill, arreglaste las cosas con mi hermano no es así?
- John te lo dijo?
- Lo sabia!- exclamo triunfal- no John no me lo dijo, pero se le notaba, Saine fue el que me dijo que habías regresado así que por eso imagine porque mi hermano estaba tan alegre
- Así que fue Saine- murmuro Jill sonriendo de medio lado- si así es, ayer fui a hablar con John para aclarar lo que había pasado entre nosotros
- Entonces te puedo llamar hermana?
- Hermana?!- exclamo Jill sorprendida ante el entusiasmo de la castaña
- Así es… arreglaste las cosas con John no? Entonces, eres la pareja de mi hermano verdad? Entonces puedo llamarte hermana por que serás como mi hermana

Jill se quedo pasmada con aquellas palabras, la pareja de John? De verdad podía llamarlo así? Apenas y se conocían realmente, pero como debía tomar su relación? Amigos? Buenos amigos? Pareja? O simplemente amantes?.

Jill podía considerar a John como alguien importante para ella como para ser simplemente “amantes”, pero que pensaba John de todo eso? El la consideraba solo su amiga? O su amante? O puede que, incluso pensara también en ella como pareja?

- Haces que me entre la duda tanuki chan- suspiro Jill tratando de terminar el tema
- La duda de que Jill?
- Nada olvídalo ne?

Penny estaba por insistir pero para la fortuna de Jill, Ronald llego al mismo sitio donde ellas almorzaban. Quedándose a almorzar con ellas.

Aquella pregunta de Penny no había dejado de rondar por su cabeza todo el día, ni toda la semana tampoco, se sentía nerviosa y mas por que no había podido ver a John por cauda de su trabajo y el de ella.

- Que somos?- murmuro- Ru-chan tu qué opinas he?- el perro solo ladro moviendo la cola

Jill oculto su rostro en la almohada algo sonrojada por sus pensamientos. La rítmica tonadilla de Eight Days a Week la saco de su trance, manoteo en la búsqueda frenética de su celular, cuando por fin dio con el presiono el botón de contestado antes de que se cortara la llamada.

- Diga?- contesto, ni siquiera había visto el numero que marcaba
- “Te oyes agitada acaso estabas ocupada?”- le pregunto una voz familiar del otro lado de la bocina
- Jo… John!!!- exclamo Jill sonrojada
- “Parece que te sorprendiste”
- Ammm si algo- respondió nerviosa- además no encontraba mi teléfono
- “Ya veo”- suspiro John aliviado por algo
- Sucede algo?- le pregunto Jill
- “Ammm nada solo llamaba para…. Preguntarte que tanto hacia Penny en la editorial… se niega a contarme que hace”
- Solo para eso- respondió Jill tratando de no sonar desilusionada- pues Penny es parte del equipo de cronistas de la editorial
- “De verdad lo es?”
- Crees que te mentiría? Sabes… suenas como hermano sobreprotector John – se rio Jill- incluso creo que no debí decirte nada… que diría Penny si se entera que me llamaste para preguntar esto?
- “No se lo dirás verdad?”
- Bueno soy su…amiga o no?... quien sabe y tal vez sin querer…
- “Hare lo que me pidas pero no le digas que te llame”- dijo John desesperado en un vano intento por chantajearla
- Seguro?
- “Solo no le digas nada a Penny de esta conversación está bien?”
- Bien te veré el fin de semana en el parque frente al lago – dijo Jill tranquila – no faltes John

Jill espero el fin de semana con algo de ansias, tal vez había sido chantaje pero le pareció divertida la reacción de John y quiso ver hasta dónde podía llegar con aquella broma, ahora tenían una cita o algo así.

Capitulo 15
Saine caminaba por fastidio por el parque, según la torre del big ben iba retrasado, pero no le importaba realmente, jamás en su vida se había dado prisa en llegar a una clase.

Saco un papel del bolsillo de su chaqueta revisando la dirección, parecía no estar realmente lejos de ahí, tal vez un par de minutos en autobús, o un poco mas caminando.

Metió las manos en sus bolsillos y camino por el parque, caminando a su condena voluntariamente aceptada solo para que el dichoso Profesor Damián Havens dejara de molestarlo en clase.

- No es como si tuviera nada mejor que hacer- susurro para el mismo, desde que John había comenzado a trabajar no sabía en que perder el tiempo que tenia de sobra.

Cuando llego se dio cuenta que era un edificio de departamentos, paso saliva y entro, considerando darse media vuelta y marcharse mandando al carajo todo lo que tuviera que ver con Havens. Suspiro retrocediendo un par de pasos.

- No pensara huir o si Joven du Lac- le dijo una voz familiar a sus espaldas
- Solo me siento encerrado en este tipo de lugares- respondió sin voltear a ver a Damián
- Solo espero que se acostumbre pronto- le dijo caminando – Sígame Joven du Lac
- Bien- murmuro Saine entre dientes caminando algo apesadumbrado

Entro al departamento que le indicaba Damián, lo miro con algo de sorpresa, aquel sitio era enorme para ser un departamento, puede que incluso fuera más grande que su casa, y no es que su casa fuera precisamente enorme realmente.

- Quieres algo de tomar?- le dijo Damián tranquilo
- No ...gracias- respondió Saine nervioso de estar en un sitio así
- Tampoco deberías estar tan nervioso Saine- se rio Damián

Saine lo miro con sorpresa por aquella familiaridad con la que aquel sujeto lo llamaba.

- Sucede algo?
- Solo.. me es extraño- respondió Saine sin dejar de mirarlo incomodo
- No espere que te molestara que te llamara por tu nombre Saine
- No acostumbro tener tanta familiaridad con mis profesores
- Y con tus conocidos?- le dijo sonriendo de medio lado – Saine no es necesario que me llames por mi apellido, me hace sentir algo mayor sabes, en la escuela debo tolerarlo, pero fuera de ella me gusta más que me llamen Damián
- Tal vez lo tome en cuenta- bufo Saine mirándolo fijamente – bien comencemos de una vez, así acabo más rápido y puedo largarme de aquí
- Lo dices como si detestaras las clases extra- se burlo Damián
- Enserio? No quise ser tan obvio- respondió Saine sarcásticamente

Damián suspiro sin dejar de sonreír, se quito su elegante saco negro y lo dejo en el respaldo de una silla.

- Acompáñame el piano esta por aquí- le indico, Saine lo siguió guardando algo de distancia.- relájate, no muerdo
- Aun- se quejo Saine entre dientes
- Me creerías capas?
- No responderé a eso- dijo Saine sentándose en el taburete del piano
- Toca de nuevo... te corregiré cuando escuche tus errores

Saine suspiro y toco de nuevo la pieza que había tocado en clase, Damián solo lo interrumpía para hacerle observaciones, después de terminada la pieza, Damián le dio consejos a Saine, pero le resultaban difíciles de seguir.

- Lo harás bien si te concentras un poco – le dijo al ido

Las mejillas de Saine se pusieron rojas ante este acercamiento, volteo a verlo ligeramente y vio su rostro muy cerca al suyo, podía ver a la perfección los penetrantes ojos verdes de Damián. Su sonrojo era más que evidente.

- Que sucede?- susurro Damián sin alejarse de el
- Na..nada- respondió Saine sin desviar la mirada
- De verdad?- insinuó Damián colocando un dedo en los labios de Saine, este solo retrocedió un poco

Damián se acercaba lentamente sosteniendo la mirada del joven, se veía nervioso a lo que él solo sonrió satisfecho, Saine paso saliva, justo en ese momento su celular comenzó a timbrar frenéticamente.

Saine se alejo de un salto del taburete y contesto tratando de calmarse y sonar normal al teléfono.

- Lo siento debo retirarme- dijo en cuanto colgó- me requieren en otro sitio urgentemente
- acaso tu novia?
- No tengo novia- mascullo Saine
- Eso sería muy extraño en un chico como tu Saine, a menos que... no tengas una pareja realmente establecida
- Esos son asuntos que no le conciernen profesor Havens... si me disculpa, debo retirarme

Salió apresuradamente de ahí trataba de relajar su respiración, eso había sido extraño, y más por cómo se había sentido él, sacudió la cabeza y camino hacia el parque.

Aquella extraña situación no dejo de molestarlo en días, no podía concentrarse en la clase de violín que a su parecer y por las exigencias de Yue Strauss era más difícil.

El profesor albino no dejaba de corregirlo, en otro momento se hubiera molestado pero, no podía concentrarse en otra cosa que no fueran esos penetrantes ojos verdes que lo miraban fijamente incluso en sus sueños.

- Suficiente por hoy- suspiro Yue no lograba avances con el
- Tan rápido se canso de mi?- se rio Saine
- Me canso de tu ineptitud, no logro nada de avances contigo
- Tal vez no sea tan buen profesor después de todo- se burlo Saine guardando el violín en su estuche
- Tal vez haya que ser más exigente contigo- dijo Yue acorralándolo entre la pared y el
- Inténtelo- lo reto Saine
- O puede que... ocupes otra forma de estimulo para que avances
- Y supongo que usted puede encontrarla?- sonrió Saine burlonamente- por favor, eso no se podrá jamás
- Eso es lo que crees?- sonrió Yue lascivamente acariciando el mentón de Saine
- Eso lo apuesto!- dijo Saine evitando sonrojarse, pero... esos ojos, loa brillantes ojos rojos de Yue lo veían de una manera similar a la que los ojos de Damián lo habían mirado

Nuevamente se sintió nervioso, pasó saliva y la sangre le subió a las mejillas

- Que harás sin encuentro una manera de hacer que mejores en tus estudios
- No lo se... que hará usted si no?
- Podríamos averiguar- susurro Yue cerca de sus labios
- Ave...riguar- susurro Saine nervioso

No pudo decir nada mas, sintió los labios de Yue presionar los suyos, era extraño pero sintió una extraña oleada de sensaciones recorrer su columna vertebral de arriba a abajo y de regreso, puso sus manos en el pecho de Yue aferrándose de su camisa, y alejándolo de un empujón.

- No intentes hacer eso de nuevo- murmuro aun sonrojado, tomo el estuche de su violín y salió de ahí, pasando sus dedos por sus labios, aun tenía el sabor de los labios del albino- idiota- susurro sonriendo de medio lado